Mirai, mi hermana pequeña (2018) de Mamoru Hosoda – Crítica

Mirai, mi hermana pequeña

«Los retorcimientos del guión de Mirai, mi hermana pequeña pueden provocar que la excelencia de lo que explica quede en las sombras del entendimiento»

Atención: anime japonés. Y con este inicio proclamo que Mirai, mi hermana pequeña gustará a quienes les guste el género. A parte de las preferencias de cada cual en relación a los géneros cinematográficos, les diré que películas como Mirai, mi hermana pequeña tienen un alto valor por sí mismas. Por lo general, y es el caso de Mirai, mi hermana pequeña, lucen unos guiones muy trabajados, tanto, que hasta resulta agobiante por el nivel de detalles que ofrecen. El otro punto fuerte es el trabajo de grafismo, las ilustraciones, los paisajes (naturales o urbanos), el trasfondo moral de las historias. Por cierto, dicho trasfondo gira en torno a la inclusión de las personas en el grupo, con un fuerte alegato en defensa de la familia. En la otra cara de la moneda, tendríamos la expresión emocional que muestran los personajes. Y este es el punto menos positivo, el de la expresión de los personajes, que resultada acartonada y mecánica, lo cual no es exclusivo de esta película. Les hablo de mis gustos al respecto. Vamos, que soy poco proclive para disfrutar del anime. Sin embargo, como acabo de comentar, una mirada a distancia nos permite percibir que detrás de estas películas hay equipos muy competentes. Y ahora les confieso: qué lástima que el género anime no me guste, pues hay auténticas joyas. Y dicho esto, paso a explicarles de qué va la historia que se desarrolla en Mirai, mi hermana pequeña.

Mirai, mi hermana pequeña luce un guion muy trabajado, tanto que hasta resulta agobiante por el nivel de detalles que ofrece.

Mirai es el nombre de una hermanita a punto de llegar. Estamos hablando, pues, de una pareja que ya tiene un hijo. Y este hijo es el protagonista alrededor del cual gira toda la historia. Como consecuencia del nacimiento de su hermanita, a este chiquitín le entran unos ataques de celos insoportables. Sin embargo, según avanza la película, vamos viendo otras connotaciones. Y, atención, un tema que el director, Mamoru Hosoda, había tratado en alguna otra de sus películas. En concreto, la posibilidad de que un mismo  personaje aparezca con edades diferentes en según qué momentos de la trama. En este caso es esta hermanita, que aparece en la vida de su celoso hermanito con edades diferentes, según el mensaje que el director pretende transmitir. Sin embargo, y atendiendo a los retorcimientos del guión, el resultado final nos parece extravagante, inútilmente complicado y recargado. La historia de fondo, no obstante, es de lo más sensato y cabal. Es decir, ver Mirai, mi hermana pequeña exige del espectador que esté receptivo a las especificidades del anime, y que esté atento a la sencillez de la historia, pues los retorcimientos del guión pueden provocar que la excelencia de lo que explica quede en las sombras del entendimiento.

Y, como les decía al principio, es una lástima que el género anime esté acotado a sus incondicionales. Y esto lo digo porque detrás de todo lo que vemos en pantalla hay un trabajo delicado, potente, meritorio y talentoso. Y lo que hace que le puntúe menos de lo que la película merece está en los retorcimientos del guión.


Sinopsis Kun, un niño al que sus padres dejan de prestar atención cuando nace su hermana Mirai, empieza a sufrir situaciones en casa que nunca había vivido.
País Japón
Dirección Mamoru Hosoda
Guion Mamoru Hosoda
Música Takagi Masakatsu
Género Animación
Duración 100 min.
Título original Mirai
Estreno 15/03/2019

Calificación5
5

Share this post

Jesús Gabriel Gutiérrez

Mentor literario. Escritor. Filósofo. Prospectivista y astrólogo. Me interesa la historia y el hilo que sale de ella y nos conecta con el futuro.

No existen comentarios

Añade el tuyo