Uno de los rostros más entrañables del cine español fallece hoy lunes en Almería.

Sus comienzos en el cine fueron de la mano de Marco Ferreri y Luis García Berlanga en películas emblemáticas como El verdugo o La escopeta nacional, pero no fue hasta la llegada de los ochenta cuando realmente su figura pasa a ser reconocida por el público llegando a convertirse en una “chica Almodóvar” gracias a trabajos en films como ¿Qué he hecho yo para merecer esto? o Mujeres al borde de un ataque de nervios. Años después sería también una imprescindible para Fernando Trueba, que contó con ella para proyectos como El año de las luces, Belle Époque (con la que consiguió el Goya a mejor actriz de reparto), o la más reciente El artista y la modelo. Su gran talento y su destacada vis cómica le permitieron participar en más de cincuenta películas de diversos géneros.

Una actriz que será siempre recordada con cariño por sus delirantes apariciones interpretando extravagantes personajes que conseguían arrancar una carcajada al espectador y que deja a su paso multitud de grandes escenas que quedarán grabadas para siempre en nuestra memoria.
Nunca una secundaria tuvo más protagonismo. La gente la quería, así que sólo por eso fue y será irremplazable.