Muñeco diabólico (2019), de Lars Klevberg – Crítica

Muñeco diabólico (2019)

Las muertes son verdaderamente sangrientas. Muñeco diabólico invita a la audiencia a reírse del retorcido ingenio en las formas macabras de asesinar.

Estamos acostumbrados a que, cuando llegan las vacaciones de verano, las distribuidoras se dediquen a proyectar películas de mala calidad en las salas cinematográficas. Y es que hoy vamos a hablarles de Muñeco diabólico, un remake de la película creada por Don Mancini en el año 1988 y dirigida por Tom Holland, que los televidentes de las series de terror juvenil recordarán por ser el realizador de Historias de la cripta (1989), Maestro del horror (2005) y Todos gritamos por un helado (2007).

Dicha versión de los años 80 dio paso a una pequeña saga, y en el año 1990, llego a nuestros cines Muñeco diabólico 2, del director John Lafia, con guion del propio Mancini. No contentos con eso, en 1991 y a cargo de Jack Blender, lanzaron Muñeco diabólico 3, que continuó con La novia de Chucky (Ronny Yu, 1998), El hijo de Chucky (Don Mancini, 2004), La maldición de Chucky (Don Mancini, 2013) y, El culto de Chucky (Don Mancini, 2017). Ya ven que, cuando una idea cuaja, se la exprime en su totalidad hasta sacarle todo el jugo. Y al cabo de unos años no hay otro remedio que empezar de nuevo.

La tecnología avanza a pasos de gigante y, ahora, nos encontramos con un Chucky que enciende el televisor, cambia la temperatura del termostato, apaga luces, y hace un montón de cosas que no le haría ninguna gracia a un niño. Si dijera que es una película para los más jóvenes de la casa (como lo eran las primeras versiones) sería muy mala idea por mi parte, por un par de razones. En primer lugar, las muertes son verdaderamente inquietantes, muy sangrientas (los papás que echen un vistazo a los spoilers que están por la red y decidan) y desagradables, además de invitar a la audiencia a reírse del retorcido ingenio en las formas macabras de asesinar a las personas, y esto no es la franquicia Chucky. La segunda razón es que no todos los niños son iguales y sus padres sabrán lo que es más adecuado para ellos. Un servidor, a los catorce años, fue a ver la primera versión de La matanza de Texas, la que dirigió Tobe Hooper en 1974, y salió tan campante que se fue a tomar una cerveza con los amigos. Ahora no podría hacer una cosa ni la otra.

Cuando una idea cuaja, se la exprime en su totalidad hasta sacarle todo el jugo.

El guion es el siguiente: en una empresa de Vietnam donde se maltrata a los trabajadores, uno de ellos, antes de suicidarse, elimina todos los protocolos de control. El muñeco Chubbi (al que después llamaran Chucky) cae por casualidad en casa de Karen (Aubrey Plaza) y su hijo adolescente Andy. La madre trabaja en unos grandes almacenes y aprovecha para hacerse con un modelo defectuoso del muñeco, que es precisamente el que manipuló el trabajador. A partir de ahí, todo es una bobada sangrienta. Al principio solo se dedica a asustar al novio de Karen, un tipo maleducado que el espectador espera que muera cuanto antes. Es entonces cuando Chucky descubre unas cosas que se llaman cuchillos, hachas y demás instrumental afilado.

Se me olvidaba: una interpretación de pena.


Sinopsis Una madre le regala a su hijo un muñeco por su cumpleaños, sin ser consciente de la naturaleza maligna que esconde en su interior.
País Estados Unidos
Dirección Lars Klevberg
Guion Tyler Burton Smith
Música Bear McCreary
Fotografía Brendan Uegama
Reparto Gabriel Bateman, Aubrey Plaza, Brian Tyree Henry, Tim Matheson, David Lewis, Ty Consiglio, Amber Taylor, Beatrice Kitsos, Carlease Burke, Hannah Drew, Kristin York, Nicole Anthony
Género Terror
Duración 90 min.
Título original Child’s Play
Estreno 28/06/2019

Calificación3
3

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Josep Lluis Mestres

Josep Lluis Mestres, nacido en Barcelona (1960), ha sido director de la revista literaria Vians Literature, y sus narraciones, poemas y artículos han aparecido en distintas revistas especializadas. Es autor de variados libros de poesía y narraciones, y le han sido concedidos diversos premios literarios.

1 comment

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  1. Raúl 1 julio, 2019 at 15:39 Responder

    No es de extrañar. Yo ví la primera y tampoco era para lanzar cohetes. Digamos que era original y nada más. Pero cuando empezaron a sacar la saga era de pena. Daba lástima. Como dices, estamos en verano y todo vale. Si tuviera un mínimo de calidad, no dudes de que hubieran esperado al otoño.

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