7 películas en las que el deporte es el principal protagonista

Las películas sobre deportes son atractivas para el público porque transmiten una serie de ideas alentadoras y optimistas, siendo capaces de dar vida a una esperanza interior asesinada por la frenética presión de la rutina y por el temor sobre el futuro. Son capaces de conseguir cautivar al espectador e, incluso a veces, motivarlo y armarlo de valor.

Este tipo de películas nos enseña a héroes sin capa frustrados por problemas – interiores y/o exteriores – que aúnan todas sus fuerzas para seguir adelante ante un mar de dudas y pesar. No se sienten preparados cuando llega la hora, lo que los hace tambalearse y flaquear cuando el dolor llama a su puerta y, consecuentemente, a echarse a perder. Es cuando tocan fondo cuando se percatan de la cruda realidad: el verdadero problema no está fuera sino dentro de ellos mismos. En otras palabras: ellos son el problema; ellos se ponen la zancadilla.

Estas películas nos venden sentimientos, enmascarados para hacerlos más divulgativos o para generar arte, pero cada una de estas obras es una analogía de nuestras propias vidas, de lo que han sido o de lo que pueden ser en un futuro. Nos señalan que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos y que no hay mejor profesor que el error. Como dijo Lebron James: “Un hombre no puede triunfar si no comete errores, y no falla en la vida”.


  1. Rush, de Ron Howard (2013)

“Hay algo más poderoso que el miedo a la muerte: las ganas de vencer”. Esta película está basada en la intensa rivalidad entre James Hunt y Niki Lauda. Como cabe esperar de una película en la que la F1 es uno de los protagonistas, cuenta con escenas frenéticas y vertiginosas, consiguiendo transmitir una curiosa adrenalina al público. (Cabe destacar la hermosa y espectacular fotografía y ambientación en la que aterrizan los personajes).


  1. Southpaw, de Antoine Fuqua (2015)

La intensa actuación de Jake Gyllenhaal, la banda sonora y los matices oscuros de las escenas brindan a esta película de una brutalidad formidable, actuando como antónimo de la arcaica fórmula del cliché y siendo una de sus cualidades más importantes.

Después de una vida basada en la tragedia, un desorientado Billy Hope decide tomar el control de su vida y cambiar: por su mujer, por su hija, pero mucho más importante: por sí mismo.


  1. Becoming Zlatan, de los Hnos. Gertten (2015)

Casi todos conocemos a esta celebridad, y los que no, sabrán relacionarla como mínimo con el fútbol. Esta película-documental narra la vida de la leyenda sueca, Zlatan Ibrahimovic, sobre como logró lo imposible y todo el odio que se labró en el proceso. Sin duda una de las figuras más polémicas en la historia del deporte, a la vez que grande y poderoso.


  1. Iverson, de Zatella Beatty (2014)

También película-documental, guarda bastante similitud con la del anterior puesto. Es la vida del exjugador de baloncesto Allen Iverson la que hace que esta historia sea grande y trágica.

Narra la triste vida – y, en algunos aspectos, oscura – de uno de los más grandes de la NBA, sobre una tragedia que debió reducirlo a cenizas y, sin embargo, lo catapultó a una de las posiciones más altas del ranking de la NBA.


  1. The fighter, de David O. Russell (2010)

Con siete nominaciones a los Óscar, esta cinta se abre paso entre otras muchas con maestría.

Centrándose en el mundo del boxeo, es capaz de tratar temas como el amor y la familia sin perder el hilo y el sentido principal de la historia. Los personajes son interpretados por actores de calidad (muchos piensan que este es el mejor papel que interpreta Christian Bale) y se sienten muy cómodos en la trama, siendo este el punto más fuerte de la cinta.

Sin duda esta película es una de esas que hay que ver como mínimo una vez antes de morir.


  1. Titanes, hicieron historia, de Boaz Yakin (2000)

En una época en el que el racismo engulle a la civilización y había creado una fisura social entre razas, una escuela decide mezclar a sus estudiantes de raza negra y de raza blanca.

Los protagonistas de esta historia son los jugadores del equipo de futbol americano de esa misma escuela, Los Titanes, que deben aprender el valor de la diferencia y a aceptarse, como familia y como uno solo.


  1. Coach Carter, de Thomas Carter (2005)

La trama gira en torno a una serie de jóvenes perdidos, desarraigados y sin objetivos, y de un hombre que marcará un punto de inflexión en sus vidas.

Ken Carter acepta el cargo de entrenador de baloncesto, pero su noción de entrenamiento va mucho más allá. Nos enseña como la virtud y la actitud son valores de importante gravedad, llegando a afianzarlos como cualidades esenciales para alcanzar el éxito.

Al final, Ken Carter se convierte en entrenador, dentro y fuera de la cancha.


Todas estas películas también tienen un final en común: todos nuestros protagonistas alcanzan la gloria, de una manera u otra; al final, todos nuestros protagonistas quedan transformados en una versión mejorada de ellos mismos. La verdadera victoria suele estar oculta en los mensajes: no es ganar un partido o un campeonato el objetivo final de la historia, sino mejorar, fortalecerse, esculpirse, crecer como persona y practicar virtudes. A veces no conseguimos lo que queremos, sino lo que necesitamos. Lo que creemos que queremos no siempre suele ser lo que de verdad anhelamos.

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