Proyecto Lázaro (2016), de Mateo Gil – Crítica

Proyecto Lazaro

«A pesar de un recibimiento frío, Mateo Gil ha dotado a Proyecto Lázaro de un sello personal, intentando llevar la película a un terreno que contará con más admiradores que detractores.»

El discurso sobre la vida y la muerte, tantas veces visto en el cine toma en Proyecto Lázaro un matiz distinto. Presentada en la sección Oficial del Festival de Sitges, Proyecto Lázaro nos sitúa en el año 2084 donde vemos como un grupo de médicos logran resucitar a un chico que fue criogenizado 60 años atrás, cuando le fue detectado un cáncer incurable. Él (Marc) se convierte en la primera persona resucitada de la Historia, pero la cosa se complica cuando descubre que su novia (Naomi) le ha acompañado todo este tiempo de una manera que él no se esperaba.

El director canario Mateo Gil (Blackthorne, 2011) es el encargado de traernos esta cinta sobre la resurrección, así como de situarnos en el punto de vista del propio resucitado. Con tintes de la serie británica Black Mirror, aunque sin llegar al nivel de ésta, Gil nos cuenta a través de la voz en off del protagonista cómo se va sintiendo y nos muestra los recuerdos pasados del personaje.

Es la historia de amor lo menos convincente de Proyecto Lázaro, y no por culpa de una magnética Oona Chaplin (Purgatorio, 2014).  El protagonista, Tom Hughes (London Town, 2016), destaca por sus evidentes cambios físicos desde su vida como ser humano hasta que es resucitado. El director ha querido empatizar con el espectador a base de contar con una moraleja para la reflexión: la vida ha de ser autoconclusiva. Es decir, ha de tener un principio y un final. A pesar de que es convincente, los espectadores presentes en la Sala Tramuntana la han recibido de manera fría y con tímidos aplausos al final.

Sin embargo, no podemos obviar que Mateo Gil ha dotado a Proyecto Lázaro de su sello personal, intentando llevársela a un terreno que seguramente contará con más admiradores que detractores. El 13 de enero de 2017 se estrena en España y comprobaremos la repercusión del mensaje.

Proyecto Lazaro

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David García

Nací en Barcelona, en 1979. Estudié un Máster en Comunicación Audiovisual y en el año 2000 entré en Ràdio Sant Boi. Quince años después, ahí sigo, ahora colaborando en un 'magazine' titulado 'De dissabte', donde llevo la sección de series y cine.

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