El blanco y negro en la fotografía y en el cine era, en el origen de estas disciplinas, un imposición al medio por motivos técnicos. Antes de que existieran sistemas de captación y reproducción del color, se intentaba paliar este hándicap coloreando las películas, en muchos casos fotograma por fotograma. Pero la huella que dejó el blanco y negro no se pudo borrar y se han seguido haciendo películas monocromas aún después de la normalización de los sistemas de color. En la actualidad, muchos cineastas deciden rodar sus películas en blanco negro por cuestiones estéticas o expresivas. Lo cierto es que se han realizado verdaderas joyas que ningún cinéfilo debería perderse. Aquí van algunas de ellas, todas realizadas en este siglo.
El hombre que nunca estuvo allí (The Man Who Wasn’t There, 2001). Joel Coen, Ethan Coen.
Homenaje de los hermanos Coen al cine negro de Hollywood de los años 40 y 50, con su inconfundible estilo personal e irreverente. Con un ritmo lento y una fotografía espectacular.
Buenas noches y buena suerte (Good Night, and Good Luck, 2005). George Clooney.
Segunda película que dirige y protagoniza George Clooney tras ‘Confesiones de una mente peligrosa’, en la que trata la caza de brujas en el entorno periodismo durante la Guerrra Fría.
El violín (2006). Francisco Vargas.
Se trata de una humilde producción mexicana, basada en un cortometraje homónimo del mismo realizador y que narra con gran crudeza la denominada como Guerra Sucia de México.
Persepolis (2007). Marjane Satrapi.
Película de animación de culto que narra los años de la Revolución Islámica en Irán de forma que lo entenderán tanto pequeños como mayores. A veces la apariencia inocente de unos dibujos animados se convierte en la forma más efectiva de reivindicar.
La Cinta Blanca (Das weisse Band, 2009). Michael Haneke.
Film que terminó de consagrar la carrera de este cineasta y que le valió su primera Palma de Oro. Una historia llena de oscuridad y belleza, con gran profundidad psicológica y cuyo significado último no resulta sencillo de descifrar.
The Artist (2011). Michel Hazanavicius.
Galardonada con el Óscar a mejor película, retrata cómo se vivió en la industria de Hollywood el paso al cine sonoro. Y, como no podría ser de otra manera, lo hace a imagen y semejanza de las películas de esa época: muda, con la estética propia y las interpretaciones exageradas.
Blancanieves (2012). Pablo Berger, Selim Günes.
Otra muestra de cine mudo en pleno siglo XXI, muy cercana en el tiempo a la anterior y que arrasó en su edición de los Premios Goya. Una revisión con sabor flamenco del cuento clásico de los Hermanos Grimm.
Frances Ha (2012). Noah Baumbach.
Cuento contemporáneo sobre la madurez protagonizado por Greta Gerwig, musa del director, que con 27 años tendrá que aceptar que no todos los sueños se cumplen.
Oh Boy (2012). Jan Ole Gerster.
De temática y tono similar a la anterior, aunque esta vez nos desplazamos a Alemania. De nuevo, los problemas de una juventud desilusionada al ver que las expectativas que se habían proyectado en ella no se ajustan a la realidad.
Frankenweenie (2012). Tim Burton.
Remake animado de uno de los primeros cortometrajes del director. La animación stop-motion resulta espectacular, aunque la historia no es excesivamente original.
Nebraska (2013). Alexander Payne.
Un hermoso viaje por la América profunda, un tierno reencuentro entre un padre y un hijo, una historia sobre el retorno al hogar. Cine independiente americano altamente recomendable.
Los ilusos (2013). Jonás Trueba.
Su tono y temática vuelven a recordarnos a ‘Frances Ha’ y ‘Oh Boy’, en su versión española. Aunque esta vez, sus protagonistas persiguen el sueño iluso de hacer una película, y la propia película que vemos es un arriesgado ejercicio de metacine.
Ida (2013). Pawel Pawlikowski.
Ganadora del Óscar a mejor película de habla no inglesa en la última edición de los premios, se trata de una pieza exquisita que deleitará a los cinéfilos amantes de las historias íntimas y silenciosas. Una viaje para descubrir el pasado de las dos protagonistas que les servirá para entender su presente.