Se denominar autor (auteur) al cineasta capaz de crear un lenguaje cinematográfico propio, diferente al de los demás. Son directores cuyas películas siempre (o casi siempre) son reconocibles. Es decir, podrías identificar sus obras sin saber de antemano que son suyas. Nicolás Winding Refn es un buen ejemplo de ello.
El hecho de que las películas de un cineasta mantengan unas características tan marcadas tiene un lado a lo largo negativo: tienden a levantar pasiones con la misma intensidad que detractores. O lo amas o lo odias El término medio no existe.
The Neon Demon (2016) es la décima película de Refn, inmediatamente posterior a Solo Dios perdona (2013), que se vió en general como un fracaso de crítica y taquilla (aunque no es lo mejor que puede dar de sí Refn, tiene cosas muy positivas: fotografía sobresaliente y escenas impactantes). Creo que Sólo Dios perdona fracasó porque la gente esperaba otro Drive (2011) y por su poco accesible argumento, con ese final tan abierto.
Este proyecto llevó mucho tiempo a Refn y tardó casi dos años en poder estrenarla. Elle Faning, la actriz protagonista, tenía dieciseis años en la fase de rodaje y en distribución y entrevistas rondaba ya los dieciocho. Es de admiración el papel que hace para tener tan poca edad, Faning es una actriz muy buena y expresiva y se desenvuelve muy bien en escenas complejas y fuertes a un nivel psicológico y físico. Ella dota al personaje de la pureza inocente que necesita. Todo un descubrimiento. Me quedo con ganas de seguir su pista.
The Neon Demon es un retrato sobre la feminidad escrito y dirigido por un hombre (algo que, en mi opinión, le añade valor y en ningún caso se lo resta). Habla sobre el tema de una forma concreta y muy visceral: la feminidad en la sociedad actual y en una chica joven y virginal, que se encuentra sola y vulnerable y que accede a un submundo hostil en el que los hombres y las mujeres que se va encontrando se pelearán por poseerla como trofeo: este es el mundo de la moda.
En el mundo de la moda retratado en The Neon Demon no es que la belleza no lo sea todo, es que es lo ÚNICO importante.
Refn ya ha declarado que no pretendía mostrar un alegato contra el mundo de la moda o de las modelos en especial. Pero aunque no lo sea, es un gran acierto haber escogido ese símil para retratar lo crueles y tiranas que pueden llegar a ser las personas cuando lo que se busca es la admiración de los demás. Y es que no hablamos de una admiración cualquiera, hablamos de la clase de endiosamiento en el que parecen moverse la élite más famosa y poderosa: sintiendo que todo el mundo se para a su paso para admirarles mientras la envidia les quema por dentro.
Las mujeres que nos muestra Refn se sienten superiores y poderosas en el momento en el que son el número uno… un número uno ganado por su belleza. Como dice un personaje en un momento de la película hablando sobre ello: no te paras a mirar a la fea que va por la calle, en ella no te fijarás desde un principio, la bella, sin embargo, te ha llamado la atención lo suficiente para querer saber más. La belleza nos pierde y es lo primero que vemos en el otro.
Imagínate que te reemplazan. Imagina el hecho de que, inexorablemente, tendrás que envejever algún día y tu cuerpo se volverá flácido, arrugado y encorbado. Tu mirada perderá su brillo y tu cara engordará. Perderás tu magia. Tu juventud y tu inocencia. El mundo va a corromperte sin que puedas evitarlo. Ante el pánico que les produce esta idea y el dejar de ser especiales, únicas, empezarán a buscar cómo paliar o retrasar los efectos de la edad: cremas, dietas, cuidados extremos… Cirugía estética.
Pero entonces tu cuerpo ya no será el cuerpo puro y naturalmente bello de la juventud, será un cuerpo modificado artificialmente. El cuerpo de la juventud es el cuerpo virgen de todo: pieles suaves, miradas con un brillo especial y que transmiten mucha vida, torpeza natural, inocencia…. virgen de hombres, virgen de malas intenciones y virgen de belleza. Virgen del bisturí y de la corrupción de los demás tanto física como mentalmente.
Jesse llega a Los Ángeles siendo este tipo de virgen pura. Es una modelo primeriza de dieciseis años. Como sus padres murieron, reside en un destartalado motel administrado por un siempre malhumorado Keanu Reaves. Jesse contacta con una importante agencia de modelos que se percatará enseguida del potencial que tiene. Falsifica la firma de sus padres y, oficialmente, ya está dentro.
A partir de este momento Jesse se verá inmersa en un mundo muy competitivo y cruel donde los hombres tratan a las mujeres como objetos, y las mujeres intentan devorarse entre ellas por tener esa atención especial. Atención que poco a poco conseguirá Jesse. Allí conocerá también a Ruby, la única dispuesta a ser su amiga y ayudarla. Las modelos luchan por ser la número UNO en un trabajo en el que con veinte años ya te encuentras en las últimas.
Hay escenas que me parecen magníficas: la sesión de fotografía privada con el baño de pintura de oro y los fondos blanco nuclear, la expresividad del reparto, las diferentes metáforas visuales, toda la simbología del triángulo, la escena de arranque…
El ambiente, la fotografía y la banda sonora elegida por Refn para recrear este mundo son tan afortunados e hipnóticos que me hicieron sumergirme por completo en su bella estética y sus acertadas metáforas. Y es que hacía tiempo que no se me hacía tan amena una película en el cine. Creo que eso se debe a las transiciones y la estructura y ritmo de la película. Se acaba convirtiendo en un viaje muy personal y onírico.
Los elementos más Refn están presentes también aquí: el buen uso de los silencios, el colorido de las escenas (rojos, azules…. siempre muy intensos), lo onírico, lo metafórico, la belleza de la violencia subida de tono…
The Neon Demon, como viene siendo lo habitual en su director, cosecha críticas buenas y malas a partes iguales. Polémica y a veces también críptica. Se llevó el Premio de la Crítica en Festival de Sitges (pioneros en animar al cine de género) y participó levantando revuelo en la Sección Oficial de largometrajes a concurso del Festival de Cannes.
Creo que todos los papeles femeninos son muy destacables, no sólo el de Fanning (aunque es cierto que en general absorve mucho a los demás, acorde con su papel). Muy buena la interpretación de Jena Malone en su emocionalmente inestable papel de Ruby, la maquilladora que amadrina a Jesse desde el principio y que guarda oscuros deseos en su interior. Me gusta mucho la expresividad con la que baña al personaje y las dos o tres escenas en las que se luce más (sí, esa misma, polémica pero muy bien actuada).
Aún tenemos dos grandes actrices que me han sorprendido: el dúo de arpías Sarah (Abbey Lee) y Gigi (Bella Heathcote). Su expresividad me ha producido inquietud y a medida que crece la tensión, crece también su dramatismo.
Probablemente una de las mejores películas del año.