El peso de Venganza bajo cero recae sobre Liam Neeson y, cuando éste desaparece de la pantalla, el film cae en picado.

El realizador noruego Hans Petter Moland, al que sin duda todos recordaremos por su película Redención (Los casos del departamento Q), aterriza en nuestras salas cinematográficas con el film Cold Pursuit (que algún genio ha traducido a nuestro idioma como Venganza bajo cero), protagonizada por el gran Liam Neeson. Un servidor no va a negar (y menos a estas alturas) que es un fan de dicho actor que, sin ninguna duda, remató su carrera en 1996 al protagonizar junto a Meryl Streep, el film Antes y después. Es cierto que luego ha protagonizado buenas cintas de acción, como la famosa trilogía de Taken, Una noche para sobrevivir (Jaume Collet-Serra, 2015) o Chloe (Atom Egoyan 2009) que, a estas alturas, nadie duda que se han convertido en grandes éxitos de taquilla.

Las conversaciones no tienen el mínimo interés, los gansters sobreactúan y la policía es una mala imitación de Fargo.

Venganza bajo cero es un remake de Uno tras otro (In Order of Disappearance), que el mismo Moland dirigió en 2014, y que contaba como principal protagonista con Stellan Skarsgard (Regreso a Montauk, 2017) ahora sustituido por Liam Neeson. Hasta los guionistas han sido renovados. Si en la primera versión el argumento corría a cargo de Kim Fupz Aakeson, ahora era Philip Oggard quien se encargaba del asunto. Pero esta segunda versión es bastante peor que la primera. Y ahora el lector se preguntará ¿Por qué?

En primer lugar, el peso de toda la cinta recae sobre Liam Neeson y, cuando éste desaparece de la pantalla, el film cae en picado: las conversaciones no tienen el mínimo interés, los gansters sobreactúan y la policía es una mala imitación de Fargo (Joel Cohen, 1996). Es más, aburre. Ni los toques de comedia negra la salvan del bostezo, y la película solo remonta (un poco) cuando Neeson vuelve a aparecer en todo su esplendor. Hay otro dato: no es que el guion sea sencillo, es que es simple, y eso es algo muy diferente. Sigue de la siguiente forma: Nels Coxman (Liam Neeson) es un hombre honrado que conduce una máquina quitanieves y admirado en todo el pueblo, hasta tal punto de concederle el premio de ciudadano del año. Lleva una vida tranquila pero, un día, le comunican que su hijo ha muerto de una sobredosis. A partir de ese momento, Nels se da cuenta de lo poco que conocía a su hijo, al mismo tiempo que no todo es tan apacible y hermoso como los paisajes nevados. Descubre (casi por casualidad) que en las cercanías hay dos grupos criminales que luchan entre sí por el tráfico de drogas. Armado con el quitanieves, Nels perseguirá, y acabará con la vida, de todos los gánsters.

Les prometo que no hay más. Eso sí, mata como un asesino a sueldo, de forma certera y sin contemplaciones, por lo que desde el primer momento el film ya no es creíble. Acompañando a Neeson nos encontramos con Laura Dern, que los televidentes la recordaran por la famosa serie Big Little Lies (2017); Emmy Rossum (Siempre estaré contigo, 2014) y; entre otros, William Forsythe (Check Point, 2017).

En fin, como siempre la última palabra la tiene el espectador, pero no la aconsejo en absoluto. Los que me conocen saben perfectamente que no soy ningún tiquismiquis pero sí que pido un mínimo de calidad (por muy verano que sea) cinematográfica.

País Reino Unido
Dirección Hans Petter Moland
Guion Frank Baldwin
Música George Fenton
Fotografía Philip Øgaard
Reparto Liam Neeson, Laura Dern, Emmy Rossum, Julia Jones, William Forsythe, Elysia Rotaru, Tom Bateman, Aleks Paunovic, John Doman
Género Acción
Título original Cold Pursuit
Duración 118 min.
Estreno 26/07/2019