«Venom no contrae un compromiso real con la villanía»
Venom es veneno sin fuerza, un “casi pero no”. Una película del mundo de Spider-Man, sin Spider-Man, que apuesta sobre seguro y acaba resuelta de aquella manera.
Parecía, o se creía, que iba a tratar una historia del antihéroe del montón, el antagonista inmoral, el triunfo de lo gore; pero no contrae un compromiso real con la villanía. Tampoco habría que ponerse muy imaginativo o transgresor para conseguirlo, teniendo en cuenta la estela de Deadpool. Un personaje especial, como se suele decir: “es un cabrón, pero es nuestro cabrón”.
Quien sí se compromete es Tom Hardy, que debió acabar como las maracas de Machín al final del rodaje con tanto desdoble de arco dramático. Ya tiene experiencia como villano de la competencia, DC, después de trabajar con Bale y Nolan en El caballero oscuro: La leyenda renace.
El tempo de la película es inconexo, vacilante, sin coherencia narrativa. Podría interpretarse como una emulación al desorden de pensamientos y acciones que surge debido a la simbiosis de los personajes que interpreta Hardy. La perfecta comunión entre huésped y simbionte en un equilibrio muy conseguido, con diálogos dignos del dúo cómico formado por Abbot y Costello.
Tiene toques de humor bastante salpicados, algo a admirar es esa armonía entre acción, drama y comedia tan característica y que tan bien saben nivelar las filmografías de Marvel, que por primera vez se desarrolla junto a la productora Sony. En este metraje se ha tomado como modelo la serie de seis números Protector letal (1993), reeditada por Panini Cómics este año.
Venom es el inicio de una nueva saga, según declaraciones del propio director, Ruben Fleischer (Zombieland y Gangster Squad). Se convierte entonces en una historia de presentación de personajes con una trama y desarrollo que ya se han visto, realizada con fórmulas que ya conocemos. Un guion cómodo, cómico, con esa espectacularidad rutinaria que gusta a los seguidores del mundillo, sin filigranas -ni se esperaban-. Tiene efectos especiales a la altura de la destreza visual de sagas similares, sobre todo, destacan los encuentros entre texturas y colores dados durante las simbiosis entre periodista y alien.
El más innecesario vuelve a ser el papel de la novia, ex en este caso. Una Anne que ni pincha ni corta, ejerce como excusa y rescatadora pero es una figura bastante simple, quizás anecdótica. Aunque Michelle Williams la interpreta con la suficiente solvencia.
Este curso viene cargado de muchas citas para los amantes de los super-héroes, habrá que estar pendientes de las siguientes fechas: Aquaman (diciembre, 2018), Captain Marvel (marzo, 2019), Shazam! (5 de abril), Avengers 4 (24 de abril), X-Men: DP (retrasada de febrero a junio), Spider-Man: FFH (julio), The New Mutants (agosto), The Joker (octubre) y Wonder Woman 84 (noviembre).
Sinopsis Un ente alienígena llamado Venom se fusiona con el cuepo de Eddie, y el reportero adquiere superpoderes, así como la oportunidad de hacer lo que se le antoje. Retorcido, oscuro, impredecible e impulsado por la cólera, Venom obliga a Eddie a luchar por controlar unas habilidades peligrosas.
País Estados Unidos
Dirección Ruben Fleischer
Guion Scott Rosenberg, Keff Pinker, Kelly Marcel, Will Beall
Música Ludwig Göransson
Fotografía Mathew Libatigue
Reparto Tom Hardy, Riz Ahmed, Michelle Williams, Jenny Slate, Woody Harrelson
Género Ciencia ficción
Duración 112 min
Título original Venom
Estreno 05/10/2018