Una puerta se abre y vemos a dos niñas, pulcramente ataviadas con un vestido blanco. No apreciamos sus rostros, ya que el encuadre deja fuera de campo las cabezas de ambas.
Una de las niñas conduce a la otra hasta el salón, donde su familia la recibe con besos, confetis y tarta. Se hacen fotos, la cumpleañera baila con su padre. A continuación, esta aprovecha el alboroto general que produce la fiesta para acercarse a la ventana, mirar a cámara, esbozar una leve sonrisa y arrojarse al vacío.
Miss Violence apenas a apurado sus primeros 2 minutos, pero ya ha mostrado algunas de sus cartas.
La primera, su enorme crudeza. ¿Puede haber algo peor que el suicidio de una niña? Bueno, esperen y verán. Tan sólo puedo deciros que las cotas de dramatismo que alcanza la película están muy por encima de esta secuencia.
La segunda, su desorbitada frialdad. La familia apenas reacciona ante el trágico suceso. Los abuelos, la madre, los hermanos, adoptan una actitud tan extremadamente serena que pone los pelos de punta. Las emociones, en su mayor parte miedo, rabia y desconsuelo, se esconden tras unos personajes que son interpretados como robots, quizá porque lo que ocurre en esa casa les ha arrebatado toda humanidad.
La planificación de Alexandros Avranas contribuye a esa frialdad, conteniendo la violencia tras cada una de las puertas, optando por sugerir en vez de mostrar. ¿Estará pasando lo que pienso que esta pasando? No puede ser cierto. Los peores temores nos asaltan. Y de repente, nos arrojan la verdad a la cara, en una de las escenas más fuertes que recuerdo.
Esto ocurre al más puro estilo Haneke. Llega sin avisar, de la forma más cruel. No hay sangre, pero la presión psicológica que sufre el espectador es brutal. Y es que el director austriaco es, junto a Canino de Giorgos Lanthimos (película griega al igual que Miss Violence), la referencia más cercana.
Al igual que Haneke y Lanthimos, la cámara de Alexandros Avranas es tranquila. Muy tranquila. Sabe que la historia que tiene entre manos es potente, y no tiene prisa en desmenuzarla, por lo que los espectadores impacientes se desesperarán en su visionado. Mientras que los movimientos de cámara son (cuando existen) delicados, la composición de la imagen es todo lo contrario. Encuadres radicales, donde de forma frecuente se omite la cabeza de los personajes, suman tensión a un ambiente malsano.
Con el prestigio de haber ganado el premio al mejor director y mejor actor en el Festival de Venecia, y a pesar de considerarla una película notable, sólo recomiendo su visionado a cinéfilos un tanto masoquistas.
Sinopsis Una niña decide suicidarse saltando al vacío el día de su undécimo cumpleaños. Por si no fuese ya un caso suficientemente extraño y doloroso de por sí, la chica tenía una sonrisa en su boca mientras moría, y su familia tarda bien poco en hacer lo indecible para olvidar su mera existencia. Esto último alarma a los Servicios Sociales, quienes deciden hacer una visita a una familia aparentemente perfecta, pero pronto empezarán a salir a la luz horribles secretos.
País Grecia
Director Alexandros Avranas
Guión Alexandros Avranas
Fotografía Olympia Mytilinaiou
Reparto Themis Panou, Eleni Roussinou, Chloe Bolota, Kostas Antalopoulos
Productora 2/35 / Faliro House Productions / Plays2place Productions
Duración 99 min.
Género Drama
Título original Miss Violence
Trailer
Una pelicula de las que uno no se olvida facilmente y del tipo con las que da mucho gusto encontrarse de vez en cuando..
Felicitaciones por la web..!