Lincoln. El reto de Spielberg

Daniel Day-Lewis y Sally Field en Lincoln

La existencia de Lincoln se me antoja como un reto que el propio Spielberg se debió auto-imponer. El creador de sueños, el inventor del blockbuster y del cine de palomitas, el Rey Midas del cine, adapta el best-seller Team of Rivals, del Premio Pulitzer e historiador Doris Kearns Goodwin. Un libro que a pesar de haber sido leído por millones de personas (sobre todo norteamericanos), no es el paradigma de entretenimiento, y mucho menos de obra fácil para convertir en película.

Es como si Spielberg se hubiera preguntado: ¿seré capaz de entretener con una historia profundamente política, confinada en los pasillos y las habitaciones de La Casa Blanca, alejada de los campos de batalla y los conflictos épicos?

Porque Lincoln se distancia sobremanera del típico producto del director (a pesar de que haya suficientes características como para identificarlo). No tenemos ante nosotros un biopic sobre el padre de la democracia; no seremos testigos de la infancia del presidente, no nos ofrecerán ríos de información sobre él, no sabremos como fue su ascenso en la política. Lo que aquí se relata es su cruzada por lograr la libertad de los esclavos mediante la aprobación de la decimotercera enmienda.

Lincoln

Es por tanto un planteamiento complicado, difícil de ser aceptado por el gran público. Y este es el reto que se impone Spielberg, y del cual, a juzgar por las cifras de taquilla y los premios recibidos, ha salido victorioso. 

Es Lincoln, sin duda, una película meritoria. Gracias al pulso del director y las excelentes interpretaciones, (Daniel Day-Lewis esta sobresaliente, y Tommy Lee Jones prácticamente a la par) la película se desliga del tedio que parecía inevitable en los primeros minutos, para mostrarse como un producto asimilable para el espectador medio. 

El problema, creo que problema casi inevitable, es que el film a pesar de verse con relativa facilidad nunca emociona, nunca conmueve, nunca entusiasma. Es muy difícil que lo haga.

 

 

Calificación5.5
5.5

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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