Beautiful Boy (2018) de Felix Van Groeningen – Crítica

Beautiful Boy

«Beautiful Boy está tan orientada a la gratitud y al homenaje, que han obviado mostrar el ambiente destructivo por el que un joven drogadicto puede estar transitando en sus días de calvario»

Trata Beautiful Boy de la adicción a las drogas por parte de un joven de buena familia. En concreto, a las metanfetaminas, que son de lo más peligroso que hay. Mientras veía la película me venían recuerdos de Requiem for a Dream, aquella obra maestra que exponía la relación patológica entre un joven y su madre, ambos dependientes de un tipo u otro de drogas. Si lo recuerdan, el cartel de la película consistía en una foto de un ojo azul, muy azul. Pues bien, Beautiful Boy cuenta una historia triste, aunque no tan triste y trágica como la que Darren Aronovsky dirigió hará unos 20 años. Recordemos las impresionantes actuaciones de Ellen Burstyn, Jennifer Connelly y Jared Leto.

Otra cosa: cuando veo que en el elenco de una película figura Steve Carell, tal es el caso de Beautiful Boy, pienso que la película es buena per se, o que el gran Steve hace buena una película que, sin él, no lo sería tanto. Pues bien, este es el caso de Beautiful Boy, puesto que lo que narra parece más un homenaje que padre e hijo se dan a sí mismos, una vez acabado el drama, con plena conciencia y reciprocidad. Padre e hijo escribieron después sendos libros acerca de su experiencia.

El guión está basado en los dos libros que padre e hijo escribieron para hablar de sus respectivas experiencias.

En Requiem for a Dream las cosas no acababan bien. Y llegados a este punto, podríamos plantear lo siguiente: ¿es que para conseguir llegar a realizar una obra maestra hay que narrar una historia desesperanzada y truculenta? Pues no, claro, pero el caso de Beautiful Boy encierra algo que hace que lo que se nos cuenta nos parezca un mero homenaje que padre e hijo se dan. Es decir, una obra menor que busca más mostrar un testimonio que ofrecer al espectador la quintaesencia de lo que debe ser una obra cinematográfica. Me estoy refiriendo, pues, a la intención de la obra. Y la intención, desde mi punto de vista, es esa: el homenaje. Pero vayamos por partes.

Nic, protagonizado por Timothée Chalament, es el joven que se va perdiendo a sí mismo en el consumo de sustancias. David, el papel que encarna Steve Carell, es el padre. Nic es el primer hijo de David, quien lo tuvo como fruto de un primer matrimonio. Más adelante, y una vez divorciado, David inicia una nueva relación con Karen, su segunda esposa, con quien tendrá dos hijos muy jovencitos. Es decir, entre Nic y sus hermanos hay gran diferencia de edad. Es decir, hay dos familias en una. O si lo prefieren: dos subfamilias en la vida de David. Y este hecho, tanto o más que el drama que les sacude, es el que más interés puede despertar en el espectador. Y lo digo ya: Beautiful Boy despertará más interés en los colegios -o en las asociaciones de padres afectados por el consumo de drogas de sus hijos, o en las sesiones de apoyo psicológico, etcétera- que en los cines y en las apetencias del espectador, ya que a la película le falta tensión y profundidad.

A Beautiful Boy le falta tensión y profundidad.

Beautiful Boy está tan orientada a la gratitud y al homenaje, que han obviado mostrar el ambiente destructivo por el que un joven drogadicto puede estar transitando en sus días de calvario. Es decir, la intención de Beautiful Boy no pasaba por descarnarlo todo y ponerlo a la vista del espectador, sino solamente aquello que iba a servir a padre e hijo para darse las gracias y el homenaje justo. Por cierto, el guión está basado en esos dos libros que padre e hijo escribieron para hablar de sus respectivas experiencias. Ignoro si en esos libros se habla de los ambientes por los que Nic hubo de transitar, pues la película solo pone el acento en la relación de Nic con la familia.

El resultado final es que Beautiful Boy transmite un perfil próximo al de las películas de serie B, con el drama justo.

Una curiosidad que me parece remarcable: la segunda esposa de David, interpretada por Maura Tierney, siente gran afición por la pintura. Uno (o varios) de sus cuadros son ojos, muchos ojos puestos unos al lado de otros. Y yo me pregunto si ello no será un guiño a Requiem for a Dream.


Sinopsis Crónica sobre la adicción a la metanfetamina y el intento de recuperación y de salir de las drogas, a través de los ojos de un padre.
País Estados Unidos
Dirección Felix Van Groeningen
Guion Luke Davies y Felix Van Groeningen
Fotografía Ruben Impens
Reparto Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan, Christian Convery, Kaitlyn Dever, Oakley Bull, Amy Forsyth, Stefanie Scott, Julian Works
Género Drama
Duración 111 min.
Título original Beautiful Boy
Estreno 15/03/2019

Calificación4
4

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Jesús Gabriel Gutiérrez

Mentor literario. Escritor. Filósofo. Prospectivista y astrólogo. Me interesa la historia y el hilo que sale de ella y nos conecta con el futuro.

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