Oscuro y Lucientes (2018) de Samuel Alarcón – Crítica

«Oscuro y Lucientes es un trabajo creativo que, aunque se presente como documental, no comparte con el género la parte rigurosamente informativa»

La vida de un personaje histórico como Francisco de Goya y Lucientes, pintor y grabador y uno de los puentes de la expresión plástica del clasicismo a la contemporaneidad, da mucho de sí. Especialmente si, además, dicho pintor de corte tenía un carácter tan ‘explosivo’ como se le atribuye a este aragonés de Fuendetodos, tan cercano a la capital madrileña por su vida y su propio trabajo, sus amoríos y los desencuentros con la política absolutista de Fernando VII que le llevaría al exilio francés donde fallecería. Si a eso se le suma el macabro hallazgo de su cadáver -la exhumación de sus restos para su traslado a España desde la localidad francesa de Burdeos- donde se encontraron todos sus huesos menos la cabeza, el argumentario da pábulo a multitud de elucubraciones.

Oscuro y Lucientes, escrita y dirigida por Samuel Alarcón, desde luego se presta a múltiples interpretaciones. “El resultado es un thriller con postales, un puzzle de fotografías, lugares, testimonios, informes policiales y pinturas, en un documental de creación teñido por el género policiaco” dice su propio realizador, pero a esta descripción le faltan algunos matices.

Desde luego es un trabajo creativo que, aunque se presente como documental, no comparte con el género la parte rigurosamente informativa ni -como tampoco lo hace con el género del thriller– su ritmo. La engolada narración de Féodor Atkine, más parecida al ensimismamiento que mostraban los viejos locutores de radio que al servicio de la narración, ralentiza en demasía el producto, que adolece de cierto dinamismo para asumir la ingente presencia de fotografías y material estático que comporta.

No obstante, como bien dice Alarcón, es un trabajo “creativo” que le da una cierta altura y se deja llevar por la magnífica música de Eneko Vadillos, y donde se especula a través de algunos datos históricos sobre el destino final del cráneo de Goya; recreándose especialmente en la posibilidad de que el pintor asturiano Dionisio Fierros (Ballota, Cudillero, 1827 – Madrid, 1894) la hubiese sustraído de su mausoleo en Burdeos unos años después de su muerte con la ayuda del Marqués de San Adrián, convirtiéndose en el modelo de un cuadro aparecido enigmáticamente tras la muerte del propio Fierros. Los avatares posteriores de la calavera hasta su supuesta desaparición en la Universidad de Salamanca, siguen alimentando la imaginación de Alarcón, que la propaga a través de una propuesta de diálogo directo con un Goya ya desaparecido en 1828.

En definitiva, una recreación narrativa soportada en la basta recopilación de un arte que hacía acto de presencia a finales del XIX, la fotografía, y que el director de la película glosa notablemente en su trabajo fílmico, que permite hacer algunas valoraciones puntuales sobre los últimos días de Francisco de Goya, sus amigos y el devenir de toda la historia posterior hasta su vuelta definitiva a Madrid.

Oscuro y Lucientes es una producción de Tourmalet Films (España) y Marmitafilms (Francia) en coproducción con RTVE y France 3 Aquitaine, con el apoyo del ICAA y la Comunidad de Madrid, con la participación del CNC, Procirep-Angoa y BIP TV y con la financiación de ICO, distribuida en España por Begin Again Films, y estará en la gran pantalla a partir del 16 de noviembre, con la presentación en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.


Sinopsis Oscuro y Lucientes es la historia de la muerte de Francisco de Goya y Lucientes.
País España
Dirección Samuel Alarcón
Género Documental
Duración 83 min.
Título original Oscuro y lucientes
Estreno 16/11/2018

Calificación6
6

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