Caso Murer: El carnicero de Vilnius (2018) de Christian Frosch – Crítica

Caso Murer: El carnicero de Vilnius

«Caso Murer: el Carnicero de Vilniuses exquisita, desde el planteamiento general hasta los detalles concretos»

Los temas relacionados con la 2ª Guerra Mundial, el nazismo, los juicios posteriores, etcétera, no dejan de ofrecer productos, tanto literarios como cinematográficos. El caso es que ahora nos llega esta formidable película, dirigida por Christian Frosch, un cineasta que tengo poco transitado, y eso que dirige desde 1986.

El otro detalle que quisiera mencionar tiene relación con el título en castellano. No es que me ofusque con determinadas traducciones, pero en el caso que nos ocupa bien vale la pena tener en cuenta el título original: Murer. Anatomía de un juicio. Parece un detalle sin importancia, pero… El caso es que el tema de la película corrobora la idea de que el título original siempre es más fidedigno que el traducido (y tergiversado). Supongo que se pensó que, si en el título en español aparecía una pista sanguinolenta, podría tener mejor acogida.

Lo cierto es que toda la película pone en pantalla el desarrollo interno y externo del juicio, con las personas afectadas, ya sea por haber colaborado con los hechos o por haberlos sufrido. O lo que es lo mismo: la figura de Franz Murer ocupa un segundísimo plano, puesto que lo importante es la dinámica propia del juicio, la escenificación, las ramificaciones y consecuencias sobre las personas. Y muy especialmente, las funciones de los abogados. Es decir, el título original es mucho mejor y, creo, condiciona mejor al espectador. Dicho sea de paso, y así lo entiendo, el título de una obra forma parte de la obra. A partir de esta premisa, me pregunto cómo es posible que se consientan semejantes atropellos. En fin, no quiero distraerles con disquisiciones menores.

Franz Murer fue oficial del ejército nazi e imputado por ser el responsable directo del arrasamiento de decenas de miles de judíos en Lituania. Al acabar la guerra fue condenado a 25 años de trabajos forzados por un tribunal soviético, aunque fue puesto en libertad a los pocos años. Más adelante, ya en 1963, casi 20 años después del final de la guerra, se le enjuicia en Austria. Ahí veríamos a un personaje histórico, y así aparece en la película: Simon Wiesenthal, cuyo papel en la dignificación de la memoria de los que murieron es de sobras conocido. Por tanto, pues, Caso Murer: el Carnicero de Vilnius centra su atención en las personas partícipes en dicho juicio, desde los abogados, tanto el fiscal como el defensor, hasta los familiares y amigos de una parte (del acusado) y otra (de los acusadores).

Ahora podría decirles que lo mejor de Caso Murer: el Carnicero de Vilnius es la reconstrucción histórica, la valentía con que el tema ha sido abordado y demás alabanzas huecas. Pues no, no es lo mejor. Lo mejor es el trabajo emocional, la interpretación de todos y cada uno de los actores, la dirección y el guión. Todo exquisito, desde el planteamiento general hasta los detalles concretos. Todo en Caso Murer: el Carnicero de Vilnius funciona a la perfección. Cine de alta calidad que el cinevisionario que les escribe recomienda agradecido.


Sinopsis El conocido como «El carnicero de Vilnius», Franz Murer, es un ex oficial austriaco de las SS que estableció, organizó y gobernó el gueto de Vilna. Diferentes supervivientes de la Shoah testifican.
País Austria
Dirección Christian Frosch
Guion Christian Frosch
Música Anselme Pau
Fotografía Frank Amann
Reparto Karl Fischer, Alexander E. Fennon, Melita Jurisic, Ursula Ofner, Karl Markovics, Gerhard Liebmann, Roland Jaeger, Doval’e Glickman, Rainer Wöss, Harvey Friedman, Erni Mangold, Franz Buchrieser
Género Drama
Duración 110 min.
Título original Murer: Anatomie eines Prozesses
Estreno 18/01/2019

Calificación8
8

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Jesús Gabriel Gutiérrez

Mentor literario. Escritor. Filósofo. Prospectivista y astrólogo. Me interesa la historia y el hilo que sale de ella y nos conecta con el futuro.

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