Profesor Lazhar. Una película construida sobre preguntas.

Mohamed Fellag

Mohamed Fellag

El pasado viernes se estrenó en España la película canadiense Profesor Lazhar, ganadora de diversos premios internacionales.

La influencia de películas francesas de temática educativa como Hoy empieza todo o La clase se deja notar. De ellas coge ese punto de vista distante que permite al espectador reflexionar sobre lo que está ocurriendo con una mayor perspectiva. Sin embargo, es esta una película menos documental, y finalmente mucho mas emocional.

Su pretensión de alejarse del sentimentalismo la ha llevado quizá a distanciarse demasiado de los hechos.

Por tanto, tenemos ante nosotros una película de contrastes, donde el distanciamiento, incluso la frialdad en ciertos momentos, se entremezclan con la emotividad. Donde las situaciones, todas ellas reconocibles, y rodadas con realismo, sin excesos o artificios, se nos antojan a la vez ajenas.

El protagonista, interpretado por Mohamed Fellag, es una buena muestra de ello. Se trata de un personaje entrañable, al que queremos querer pero con el que terminamos por no sentirnos totalmente implicados.

Émilien Néron

Émilien Néron

Lo más interesante del film son las preguntas que se plantea. ¿Es correcto el camino que ha tomado el sistema educativo occidental, que no permite la implicación del profesorado en la formación completa del alumno? En los países desarrollados, el profesor es un mero instrumento de transmisión de conocimientos. Se anula su iniciativa para inculcar algo más allá de la mera información.

El aspecto personal no se toca. Se opta por enseñar y no por educar, se elige el protocolo antes que la humanidad. Con esto se evitan miedos comprensibles como son que un desconocido introduzca valores o hable de sentimientos a nuestros hijos. Sin embargo, ¿no debería ser la influencia del profesorado indispensable en el desarrollo de los niños? ¿Pueden los padres solos ocuparse de semejante tarea? ¿No es enriquecedor que los chavales tengan diversos puntos de vista? De hecho, si el profesorado no tiene una actitud receptiva y cercana, ¿no estás mandando ya un mensaje educativo a los alumnos?

El miedo, una vez más, nos hace estructurar las relaciones de forma más impersonal y deshumanizada. ¿Merece la pena el precio?

El director, Phillippe Falardeau, mantiene una cierta objetividad durante una gran parte del metraje, como queriendo no influir demasiado en la respuesta a todas estas cuestiones. Sin embargo, hacia el final toma partido, y la implicación del film aumenta.

Parte del guión se ha extraído de una obra de teatro, y el resultado, aún siendo sumamente interesante, puede aburrir a más de uno por su ritmo pausado, y su trama asentada en la reflexión y la psicología.

Calificación6
6

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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