El crimen de Liverpool (Little Boy Blue, 2017) de Paul Whittington

El Crimen de Liverpool

«El crimen de Liverpool es una de las series británicas que más nos han impactado este 2017»

El 5 de diciembre de este año 2017, Filmin, plataforma de cine online especializada en cine de autor versus cine independiente, que ofrece también contenidos en streamming, estrenó esta miniserie británica en cuatro episodios sobre un suceso lamentable ocurrido en 2007. Un chaval de vida completamente normal, hijo de una familia trabajadora de clase media, se encontraba en el lugar equivocado en el momento equivocado y, con apenas doce años resultó abatido por los disparos de un desconocido. Gracias a las cámaras de vigilancia colocadas en las inmediaciones de un pub la policía pudo establecer la identidad del asesino y de su entorno: una banda juvenil que se disputaba el “control” de una calle. Después de largos meses de reunión de pruebas –y, todo hay que decirlo, de escasa colaboración ciudadana- los culpables fueron detenidos y condenados a distintas penas de prisión, así mismo, los padres de dos de los culpables –se trataba de jóvenes de entre 16 y 19 años- fueron también llevados ante los tribunales por encubrimiento y obstrucción a la justicia y condenados gracias a la tenacidad del inspector de policía encargado del caso.

El título original de la serie, Little Boy Blue, viene a cuento de que tanto el niño asesinado como sus padres eran aficionados al fútbol y seguidores del Everton Football Club, cuyo color es el azul. Incluso el propio Club realizó un homenaje al fallecido y a su familia. En cuando a los asesinos, formaban parte de una banda de delincuentes juveniles y eran el producto de la sociedad británica en crisis, hijos, a su vez, de familias disfuncionales, cuyos padres no dudaban en hacer causa común con los hijos para evitar que la verdad saliera a la superficie. Durante mucho meses la sociedad de Liverpool vivió una situación contradictoria: por una parte, la policía tenía plena seguridad de que había dado con los culpables, y la identidad de alguno de ellos había llegado a los medios, pero por otra no existían pruebas suficientes para llevar el caso a los tribunales. A ello se unía la presión ejercida por los propios delincuentes y sus familias, sobre aquellas otras familias que sí querían contar la verdad.

La serie El crimen de Liverpool, en sí misma, constituye una pequeña joya que debería pasar como modelo canónico para este tipo de series. Es complicado realizar una serie en la que se evite por todos los medios que los padres de la víctima puedan resultar heridos. El cuidado que hay que poner en cada escena y el rigor con el que deben ser escritos los diálogos es tal, que cada tramo de la serie constituye un verdadero reto y un riesgo. Parece evidente que los guionistas han contado con la ayuda del detective Ned Kelly que llevó a cabo la investigación. En cualquier caso, la responsabilidad del guión ha corrido a cargo de Jeff Pope (que en 2013 resultó nominado al Oscar por el guión de Philomena y en la actualidad es el “jefe de ficción” de la cadena británica ITV.

Sobre el casting cabe decir que no tiene fisuras. Desde el trío protagonista, formado por Brian F. O’Byrne y Sinead Keeman (que asumen el papel de padres de la víctima) y Stephen Graham (“detective Ned Kelly”), hasta el los miembros de la banda y sus familiares, pasando por el resto de policías que colaboran en la investigación y cualquier otro papel secundario, están todos asumidos por actores que dan la talla. La serie no ha sido doblada al castellano, sino subtitulada, lo que permite observar el particular acento de Liverpool.

La serie dura lo necesario, ni un minuto más ni un minuto menos, para narrar el episodio. No hay tiempos muertos, ni escenas vacías de significado, ni contenidos que desvíen la atención del espectador. En cuanto a la realización es discreta pero extremadamente correcta. Así pues, esta serie, por dramática y con aspectos desagradables, que pueda ser carece de fisuras, es extremadamente coherente y merece un notable alto. Además de contarnos lo esencial sobre el asesinato del pequeño Rhys Jones, la serie nos muestra a un tipo de juventud que lamentablemente no es hoy una excepción en el Reino Unido. Muchos de ellos vienen a España como turistas o como hinchas de football… están a dos horas de vuelo de Liverpool. Son los hijos de la crisis británica de principios de los 80 que se ha reavivado a partir de 2007. No son propiamente ni-nis, aunque ciertamente ni trabajan, ni estudian, simplemente han derivado hacia la delincuencia como forma de ocio. Delincuencia con salario social, porros y videojuegos… Pregunta del millón: una sociedad garantistas como la británica ¿está en condiciones de luchar contra esta delincuencia que además cuenta con el apoyo de buena parte de sus padres y presiona al resto de la sociedad con la ley del silencio?

Además, la presentación de esta serie permite también entrar en contacto con Filmin y valorar la oportunidad de sumarse a esta plataforma. Reconocemos que ha sido una de las series británicas que más nos han impactado este 2017.

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Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

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