La canción de nuestra vida (2016), de Rory Feek – Crítica

La canción de nuestra vida

La canción de nuestra vida seduce, con la misma capacidad y naturalidad con que la vida nos seduce a todos.

Si son pocos los artistas que destacan en su disciplina, aún son menos quienes lo hacen simultáneamente en dos. Rory Feek lo ha conseguido topándose, además, con una peculiar e inusual sorpresa al rodar La canción de nuestra vida. Sergio Oksman rodando O Futebol tuvo la misma sorpresa, que no puedo desvelar.

Igualmente sorprendente es que un documental de Indiana, te traiga a la mente dos películas españolas. Sin embargo, al inicio de esta película se narra el transcurrir de un tiempo, del mismo modo que lo hiciera Víctor Erice en El Sur y, hacia el final, una grabación de voz evoca, Mi Vida sin mí, de Isabel Coixet.

El arte de contar lo que va ocurriendo en una vida más o menos corriente, no es tan sencillo y asequible como este magnífico documental puede hacer pensar. Ni rodar mucho material, ni la plena disponibilidad de tu propia vida y la de los tuyos, pueden asegurarte nada. Hay que saber rodar, cortar, editar. Rory Feek y Joey, su flamante mujer y compañera de dúo músical, lo consiguen desde la humildad.

En el auge de su carrera, el embarazo les lleva a tomarse un año sabático para retirarse y dedicarse a la crianza en plenitud. Un planteamiento así podría resultar soporífero de no mediar alguien con capacidad para contar historias. Rory Feek lo hace generosa y livianamente, utilizando un estilo simple pero vital.

En el auge de la carrera de los protagonistas, el embarazo les lleva a tomarse un año sabático y dedicarse en plenitud a la crianza de su hijo.

La suerte que corren con esa canción, determina su vida en pareja y el relato de éste documental. No será una canción más, sino La canción de nuestra vida. Una pareja autárquica y autosuficiente que es capaz de cultivar y alimentarse de su propia huerta, criar polluelos, construir un escenario para dar conciertos de Navidad en su granja, hacer el ajuar necesario para cambiar al bebé que ha de venir y un sinfín de oficios que ejercen como si fuese lo más habitual.

Una realidad aparentemente intrascendente, les permite retirarse y disfrutar de la vida del modo más independiente imaginable, y eso les hace diferentes, además de capaces y dúctiles a cuanto se les presente.

Si uno quiere ponerse quisquilloso con ideologías y creencias, Rory y Joey te desarman de inmediato. Esa dedicación a la crianza libremente elegida, por más que venga acompañada de las creencias que profesan los protagonistas, no genera rechazo, porque practican lo positivo de dichas creencias, y lo hacen abierta y coherentemente.

Elegir la crianza tampoco les supone, en modo alguno, un aislamiento que no sea el propio de la dedicación plena al recién nacido. Al contrario, son muchas las amistades que los acompañan. El parto, por ejemplo, tiene lugar en su propia casa, con la asistencia de una matrona que vive a pocas millas.

La canción de nuestra vida seduce, con la misma capacidad y naturalidad con que la vida nos seduce a todos. Nada mejor puede decirse de este documental.


Sinopsis El dúo de cantantes marido y mujer Joey y Rory, en preparación para el nacimiento de su hijo, simplificó sus vidas al poner su carrera musical a un lado y quedarse en casa, plantando raíces en el suelo de su pequeña granja y la comunidad que amaban.
País Estados Unidos
Dirección Rory Feek
Guion Rory Feek
Música Barbara Hall y Chris Windings
Fotografía Rory Feek
Género Documental
Duración 90 min.
Título original To Joey, with Love
Estreno 26/04/2019

Calificación8
8

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