No hay mayor ambición aparte de ser bonita y encantadora, para digerir fácilmente una tarde entre fiestas.
El elenco de Last Christmas lo encabezan Emilia Clarke (Juego de tronos) y Henry Golding (Crazy Rich Asians, 2018). Hay un buen equilibrio entre sus personajes, ya que se presenta a un Tom educado, trabajador y con un gran sentido de la generosidad. Mientras que Kate es egoísta, tiene una vida algo desestructura y una familia caótica. Sus padres son migrantes yugoslavos en Reino Unido, esto provoca momentos de comedia que aportan picante al constante sabor dulce de la película.
Paul Feig ya dirigió Cazafantasmas (2016), Espías (2015) o La boda de mi mejor amiga (2011). Es un director con un currículum bastante completo para la comedia ya que también trabajó en series como Weeds, The Office o Parks and Recreation. En esta ocasión, igual que hizo en Bridget Jones’ Baby (2016), Emma Thompson no solo interpreta a la madre de Kate, sino que también escribe el guion.
El mensaje es familiar, algo romántico y, sobre todo, de generosidad. Tiene algo de calidez y emotividad que a largo plazo no llena mucho, pero es solvente al sabe acertar las teclas correctas: tiene tres escenarios clave, un ambiente de fantasía, evoluciona la relación materno-filial, hay dos bromas recurrentes y un desencuentro amoroso.
Llena de luz y color, familias que se reúnen en torno a una mesa, mucha fantasía y una mezcla justa de generosidad y redención.
No se llega a ahondar en la historia de ambos protagonistas, nunca alcanza el esperado tono romántico, y tampoco trabaja demasiado las relaciones de Kate con sus amigos. Quizás hay alguna escena más asentada con su madre y su hermana. Mientras que la conclusión para el resto de personajes pasa por un regalo, sin palabras ni mayor acción, encumbrando la mercantilización de la Navidad y vaciándose de emoción.
Está bien grabado e hilado, casi demasiado bien, redondo. Es un producto comercial que se une a la filmografía que se rescata por estas fechas: llena de luz y color, familias que se reúnen en torno a una mesa, mucha fantasía y una mezcla justa de generosidad y redención.
Tampoco funciona muy bien la parte romántica, ya que se queda a medio camino, no dejan de ser dos conocidos que coinciden en escena de vez en cuando. Y el cierre de la relación lo convierte en un cuento de Navidad, que funciona como producto de temporada. No hay mayor ambición aparte de ser bonita y encantadora, para digerir fácilmente una tarde entre fiestas.
Hay que reconocer el gancho de la escena final donde se concluyen a la vez las historias de todos los personajes que han pasado por la pantalla. Un momento que el público esperará después de ver los tráilers, donde Kate canta la canción que da título a la película. Esta funciona casi como una premonición exacta del desenlace, con tintes de fábula actualizada. Es un cierre perfecto, musical, que deja un poso de ternura.
También tiene alguna escena cómica donde generalmente luce Thompson, con un papel que le viene bien y que llega a ser el más completo, con más sombras que luces. En la película se hacen varias referencias musicales a George Michael y Wham!, además del cameo de uno de sus miembros, Andrew Ridgeley.
Sinopsis Kate es una mujer joven que suele tomar siempre la decisión menos acertada. ¿Su último error? Haber aceptado un trabajo como elfo de Santa Claus en un centro comercial. Sin embargo, el destino la lleva a conocer a Tom, circunstancia que cambia por completo su vida. Para Kate, todo es demasiado bueno para ser cierto.
País Reino Unido
Dirección Paul Feig
Guion Bryony Kimmings, Emma Thompson
Música Theodore Shapiro
Fotografía John Schwartzman
Reparto Emilia Clarke, Henry Golding, Michelle Yeoh, Emma Thompson, Lydia Leonard, Patti LuPone, Ingrid Oliver, Rebecca Root, Sue Perkins, David Mumeni, Davina Sitaram, Jade Anouka
Género Romance
Duración 102 min.
Título original Last Christmas
Estreno 29/11/2019
