Los problemas de una educación obligatoria sin cine


En la actualidad, los niños aprenden antes a tomar una fotografía o a grabar un vídeo que a leer. Esto implica la necesidad urgente de una alfabetización audiovisual en las escuelas y las aulas de nuestro país, y es que el enorme desconocimiento que poseen los ciudadanos acerca del funcionamiento de las herramientas que más utilizan y consumen diariamente ha dado lugar a una sociedad completamente vulnerable: ejemplo de ello son los vídeos sexuales robados, tan a la orden del día, y que en su mayoría no cuentan con la aprobación para su grabación ni difusión por parte de las personas que aparecen en ellos (muchas veces chicas jóvenes que, a raíz de la viralidad de tales piezas, han visto sus vidas completamente destruidas).

¿Cómo enseñamos a los más jóvenes a utilizar consciente y respetuosamente el medio audiovisual, lenguaje que manejan diariamente en el entorno de las redes sociales?

Ante semejante panorama, cabe plantearse numerosas cuestiones: ¿Por qué el cine cuenta con tan baja consideración dentro de la educación primaria y secundaria? ¿Quién tiene la culpa de ello? ¿La propia industria del cine, el sistema educativo, o ambas instituciones? Y lo que es todavía más importante y verdaderamente fundamental de cara al futuro más próximo: ¿Cómo enseñamos a los más jóvenes a utilizar consciente y respetuosamente el medio audiovisual, lenguaje que manejan diariamente en el entorno de las redes sociales?

En el presente vídeo llevamos a cabo un recorrido por algunas de las cuestiones más urgentes a este respecto, tratando de dar posibles respuestas a las preguntas planteadas y proponiendo, asimismo, las necesidades básicas que una educación audiovisual en el ámbito obligatorio debería cumplir: por una lado, la vertiente relativa al estudio del propio lenguaje audiovisual, fundamentada en la necesidad de conocer las tres herramientas cinematográficas por antonomasia –imagen, sonido y montaje-; por el otro, el apartado relacionado con el propio discurso de las obras cinematográficas, señalando algunos ejemplos concretos de películas infantiles que, desde lo heterodoxo, se antojan fundamentales para educar a los más jóvenes en la necesidad de pensar por sí mismos y de romper ciertos dogmas impuestos desde arriba.

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Pelayo Sánchez

Graduado en Comunicación Audiovisual, máster en Estudios de Cine y Audiovisual Contemporáneo y en Periodismo Cultural, y actual estudiante de Filosofía. Divulgador, analista y crítico de cine en el canal de Youtube 'Harto Brillante'.

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