6 películas eróticas para darle vidilla a vuestra vida sexual

Ver películas de este tipo en pareja refuerza los vínculos afectivos entre sus miembros 

Según los datos que maneja el comparador de seguros Acierto.com, la venta de juguetes sexuales se dispara un 31% durante San Valentín. Y no solo eso, sino que este tipo de dispositivos han acabado convirtiéndose en uno de los regalos estrella del Día de los Enamorados.

El dato no nos extraña si tenemos en cuenta que el 67% considera muy importante la actividad sexual. Sin embargo, los iToys eróticos no son la única manera de devolver la pasión a nuestros intercambios, sino que el cine cuenta con un amplio abanico de películas inspiradoras que harán las delicias de las parejas más ardientes e, incluso, de aquellas que necesiten reflexionar acerca de su realción. Sí, porque se trata de un aliciente estupendo para hablar de amor y sexo, y eso refuerza los lazos afectivos de cada uno de sus integrantes.


Lolita (1962)

Dirigida por Stanley Kubrick, está basada en la novela homónima de Vladimir Nabokov y -desde su publicación- se ha convertido en una de las más famosas de la historia, y ha servido de inspiración para muchas otras. En ella, se narra la adictiva relación entre un profesor de mediana edad con una joven de 12 años en cierto modo perversa por quien siente una atracción sexual desmedida. En el filme encontrarás pasión, drama y mucha tensión.

La película no ha estado exenta de polémica, en especial porque él mantiene una relación con la madre de la chica y por la edad de la susodicha. En cualquier caso, está sembrada de momentos eróticos que os ayudarán a reactivar vuestra vida sexual sin necesidad de recurrir al porno. Ahonda en la imaginación más que en las escenas explícitas.


Las edades de Lulú (1990)

También basada en una novela -en este caso la de la española Almudena Grandes– fue llevada al cine por Bigas Luna en 1990. Su protagonista, Lulú, prolonga hasta la edad adulta su juego amoroso con Pablo, un sueño que vivió durante su infancia pero que acaba volviéndose cada vez más retorcido. Se trata de un filme muy parecido en utilidad al anterior, aunque un tanto más “duro” en las tomas sexuales.


Infiel (2002)

Edward y Connie Sumner son su matrimonio de mediana edad que vive en Nueva York con su perro y su hijo de ocho años. Su vida, a priori, parece perfecta, pero todo se desvanece cuando Connie conoce de forma espontánea a un hombre de quien quedará completamente prendida. Con él mantendrá una tórrida relación a espaldas de su marido. Un película sin filtro que muestra el sexo de forma explícita y que te mantendrá en tensión hasta el final, con sus consiguientes ventajas entre las sábanas.


Closer (2005)

En esa película no son dos, sino cuatro los protagonistas. Se trata de Larry, Anna, Dan y Alice; cuatro jóvenes con vidas muy diferentes pero con un objetivo en común: la felicidad de sus parejas. Todos cruzarán sus historias a lo largo de los años, lo que nos evoca a una de las ideas centrales de la película: el paso del tiempo puede no significar nada en las parejas. 

Según avanza la trama, el amor que creen sentir los personajes pasa a convertirse en ira y tensión cayendo en un juego en el que finalmente solo piensan en ellos mismos. Una película perfecta para parejas largas que necesitan reflexionar y que, al mismo tiempo, les dará algo de vidilla.


Brokeback Mountain (2006)

En este caso la trama se desarrolla en la montaña Brokeback, donde dos vaqueros esperan ser contratados por un ranchero. Mientras tanto, ambos tiene que convivir en la solitaria y fría ladera si tener más compañía y afecto que el de otro. Una intensa y sensual historia de amor entre dos hombres que se alargará en el tiempo y que guarda alguna que otra sorpresa. También muy erótica.


Elsa y Fred (2005)

Con una concepción del amor que se aleja de lo estamos acostumbrados en las películas más comerciales, Elsa y Fred cuenta la historia de un amor maduro y diferente entre un hombre y una mujer de avanzada edad. Tras quedar viudo, Fred, un hombre convencional y serio, decide mudarse a otra apartamento donde conocerá a Elsa, un mujer de 82 años llena de vida y con mucho que contar. Genial para todo tipo de parejas y cargada de ternura y reflexiones que nos harán centrarnos en lo más importante de nuestro amor.


Orgullo y Prejuicio (2005)

Este film está basado en la novela de 1813 de Jane Austen. La trama, inspirada esa época, narra el intento de unos padres que tratan de casar a sus cinco hijas con maridos de mayor estatus para asegurarles un futuro mejor. La menor de todas, Lizzy conocerá Darcy, un hombre con el que vivirá una historia llena de orgullo y prejuicios. Una novela llena de malentendidos, tormentos y dificultades que ayudará a aquellas parejas en crisis a ver sus penurias desde un punto de vista más objetivo.


Terapia de pareja y terapia sexual

A pesar de nuestras recomendaciones, en algunos casos y fruto del paso del tiempo y el desgaste general de la pareja, la rutina o las discusiones pueden implantarse como el tercero en discordia. El sexo suele ser uno de los puntos débiles donde muchas parejas pueden llegar a sentir falta de deseo, o insatisfacción. La incomunicación o incluso las infidelidades son síntomas que determinan la necesidad de mejorar nuestra vida íntima, pero no siempre sabemos hacerlo y ni siquiera reconocerlo.

De hecho, a pesar de que el 34% de los españoles reconoce haber tenido algún problema de naturaleza sexual, sólo el 15% ha consultado con un profesional.

Las terapias de parejas o el coaching sexual son una herramienta muy útil para reactivar nuestra vida sexual. Gracias a ellos lograrás conocerte mejor, lo que beneficiará tus relaciones afectivas. Un tipo de profesional al que habitualmente resulta más complicado acceder a través de la Seguridad Social. Una póliza de salud privada, sin embargo, te permitirá hacerlo de diferentes modos.

Incluso existen seguros de reembolso que devuelven un porcentaje -habitualmente de hasta el 80%- y que permiten escoger al profesional libremente. Eso sí, debes saber que la mayoría de aseguradoras establecen algunas limitaciones en lo que al acceso al psicólogo se refiere, como un número determinado de sesiones y similares.

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