Hércules en el cine (desde 1914 hasta hoy)

Escultura Hercules

Hércules (o Herakles, según las versiones griegas originales) es hijo de Zeus, rey de los dioses, y de la princesa mortal Alcmena. Siempre perseguido por Hera (esposa legítima de Zeus), vive numerosas peripecias, normalmente en busca de gloria y riqueza. Cuando finalmente decide casarse y formar una familia, la tragedia se abalanza sobre su casa: Hera utiliza su poder para volver loco al héroe, el cual, durante la noche, asesina a su mujer e hijos. Este crimen terrible convierte al semidiós en un paria, de forma que sólo podrá redimirse si sirve a su primo, el cruel Euristeo. Éste, deseoso de acabar con Hércules, le encomienda las más terribles tareas (los famosos doce trabajos), que normalmente implican combatir monstruos míticos en lugares exóticos.
Esta historia jamás ha sido llevada a la gran pantalla y no parece que vaya a ocurrir en un futuro cercano. Sin embargo, el mítico héroe sí que ha aparecido en numerosas ocasiones en el cine. Aquí recopilaré sus filmes más representativos, desde principios del siglo XX hasta nuestros días.

CabiriaEn 1914 (el mismo año en que estalló la Gran Guerra), se estrena Cabiria en cines de todo el mundo: una epopeya de aventuras ambientada en la antigüedad que bebe de diversas fuentes mitológicas. Se trata de uno de los grandes clásicos del cine mudo y de visionado obligado para cualquier aficionado a la épica. En este filme aparece un personaje llamado Maciste, interpretado por Bartolomeo Pagano. Al parecer, este personaje era originalmente Hércules, pero se le cambió el nombre en el último momento. La palabra Maciste viene de un escrito del geógrafo griego Estrabón y, durante muchos años, se consideró un sinónimo erudito del hijo de Zeus. La mayoría de los historiadores coinciden hoy en que en realidad se trata de un adjetivo que define la ciudad de origen del héroe, Makistios, hoy conocida como Kato Samiko.

Al año siguiente, Maciste volvería a la gran pantalla en una película que llevaría por título su propio nombre. La historia, curiosamente, implica que el actor (Bartolomeo Pagano) es, en realidad, el personaje que interpretaba en Cabiria y, cuando una joven perseguida por gangsters le pide ayuda, no tiene ninguna duda en utilizar su fuerza portentosa para combatir el mal. El gran éxito del filme provocaría que tuviese numerosas secuelas, una de las cuales, Maciste alpino, está ambientada en las trincheras de la Europa en guerra.Los viajes de Hercules

Pero el auténtico debut cinematográfico de Hércules llega con la cinta de 1958 (en español Los trabajos de Hércules o Los viajes de Hércules).
Pietro Francisci pensó que llevar al cine al mayor héroe de todos los tiempos podría significar un gran éxito de taquilla, y no se equivocaba. Él mismo escribió el guión en colaboración con Ennio de Concini y Gaio Frattini.
Francisci necesitaba un Hércules convincente y no terminaba de encontrar a la persona ideal. Necesitaba un tipo imponente, atractivo, con talento y buenos músculos.

Mientras tanto, su hija ve un musical llamado Athena en la que aparece Mr. Universo, un tal Steve Reeves. El carismático Reeves nació el 21 de enero 1926 en Glasgow. Años atrás, ya había sido escogido por DeMille para ser Sansón en la célebre superproducción Sansón y Dalila, pero se le consideró demasiado grande para el papel y en el último momento se escogió a Víctor Mature. Por otro lado, no podemos decir que las cosas le salieran mal: el hijo de Zeus le proporcionó un reconocimiento que difícilmente habría conseguido con ningún personaje bíblico.

El periplo americano de la película es muy interesante. Joseph E. Levine adquirió los derechos de distribución en USA por $120,000. Levine dijo que era «una de las peores películas que había visto en su vida» pero «con un gran atractivo comercial». La película se lanzó con 600 copias, en aquel entonces un número record, y con una inversión publicitaria muy superior al coste de la propia película. La estrategia pronto demostró ser la correcta: la taquilla alcanzó el millón de dólares en los primeros diez días y el largometraje fue reestrenado multitud de veces a lo largo de los años.
También se comercializaron multitud de productos derivados, como, por ejemplo, una adaptación al comic que alcanzó el inusitado número de 500.000 copias vendidas.
El guión viene a ser una versión algo extravagante y confusa de la historia de Jasón y los argonautas, en la cual Hércules adopta el papel protagonista. También sale un joven Ulises a modo de amigo inseparable del héroe.

Hercules y la reina de LidiaAl año siguiente, 1959, se estrena la secuela. En esta ocasión el argumento mezcla una historia en la cual Hércules es dominado por la reina Onfale, junto con la batalla fratricida entre Eteocles y Polinice (hijos de Edipo). En España este filme se ha visto bajo nombres tan dispares como Hércules y la reina de Lidia, Hércules encadenado e incluso Hércules desencadenado.
La protagonista femenina, la hermosa modelo francesa Sylvia López, estaba enferma de leucemia cuando se inició el rodaje. Aun con todo, haría otra película mas (La venganza del corsario) antes de morir.
Ambos largometrajes, a pesar de sus limitaciones, resultan bastante entretenidos y, aunque no tienen el nivel de los filmes mitológicos de Ray Harryhausen, sí pueden ser de interés para los aficionados a las leyendas griegas o el cine de aventura en general.

Los primeros 60 serían, entre muchas otras cosas, la era del peplum: películas de bajo presupuesto italianas (casi siempre coproducidas por España o USA) ambientadas en el mundo antiguo, carentes de cualquier rigor histórico (o mitológico) y protagonizadas por intachables héroes de envidiable musculatura.
Reeves protagonizaría muchas de estas producciones pero nunca volvería a interpretar a Hércules. Su lugar lo ocuparon otros culturistas, de los que destaco a Mark Forest y Reg Park.

La venganza de hercules

Forest nació en Brooklyn en 1933 y aun hoy mantiene estrecho contacto con sus fans (tiene cuenta de facebook y no duda en responder cualquier pregunta). Su primera película sería La venganza de Hércules que originalmente iba a ser la tercera película del Hércules de Steve Reeves. Fue reeditada en USA con el nombre Goliath contra el dragón, cambiando el nombre del héroe y añadiendo, obviamente, un dragón. Su segundo filme interpretando al personaje sería Hércules contra los hijos del sol, en la que el hijo de Zeus viaja a América.

Hercules en el centro de la tierraReg Park nació en 1928 y falleció en 2007. Fue uno de los mejores amigos de Arnold Schwarzenegger, introduciéndole en el mundo del culturismo. Su primera incursión en el mundo mitológico fue Hércules en el centro de la Tierra, dirigida por el célebre Mario Bava y con Christopher Lee como villano. Su siguiente película sería una secuela de La venganza de Hércules (demostrando una vez más la poca importancia que se daba a la continuidad), llamada Hércules conquista la Atlántida. Se trata de un entretenidísimo filme de aventuras en el que el héroe lucha contra piratas, un cambiaformas e incluso un ejército de clones.

Podría escribirse un libro entero sobre las docenas de películas protagonizadas por Hércules u otros héroes (como el propio Maciste) a principios de los 60. No es mi intención extenderme demasiado y sólo diré que, tras multitud de éxitos, la gente acabó por cansarse del género y la producción italo-española empezó a moverse hacia el género del «western».

Hercules en Nueva YorkEn el año 1969 nos llega Hércules en Nueva York, absurda parodia protagonizada por un jovencísimo Arnold Schwarzenegger (llamado Arnold Strong en los créditos) que casi acaba con su carrera antes de que esta empezara. La historia, como índica el título, pone al personaje mitológico en el Nueva York moderno.
Para conseguirle el trabajo, el agente de Arnold dijo que este tenía experiencia en los escenarios de todo el mundo. No dijo que se refería a los escenarios de culturismo, cosa que se refleja en su espantosa actuación.
Una experiencia sólo recomendable para gente con mucho sentido del amor y un fuerte estómago.

En 1983, el semidiós volvería a los cines con el rostro de Lou Ferrigno (el Hulk televisivo), en una producción del infame Cannon group.
La película, muy influenciada por el éxito de Star Wars, incluye numerosos elementos de ciencia ficción, como robots gigantes y viajes al espacio exterior. El villano es en esta ocasión el rey Minos, que desea utilizar el poder de la ciencia para capturar un fénix y convertirse en amo del universo. Hércules, por su parte, es enviado por los dioses para detenerle, aunque su origen no queda muy claro. Los habitantes del Olimpo, por cierto, parecen habitar en la luna y visten unos absurdos disfraces de plástico que hace muy difícil tomarles en serio. El filme, aunque intenta dirigirse a un público infantil, resulta la mar de confuso, y muchas de sus ideas parecen francamente contradictorias.

Las aventuras de herculesAunque la película no fue un gran éxito, tuvo una secuela el año siguiente llamada Las aventuras de Hércules, fabricada enteramente a base de material no utilizado de la primera parte. Una idea con algo de ingenio y mucha caradura.

En 1995 llegaría a la televisión una serie de largometrajes protagonizados por Kevin Sorbo y dirigidos por Sam Raimi, en los que se reinterpretan diversas historias del personaje como una aventura de fantasía acorde a las sensibilidades del momento. Esto provocaría, como todos sabemos, la producción de una serie de televisión que duraría seis temporadas.

HerculesEn 1997, Walt Disney estrena una versión animada del personaje, pero, al contrario de lo que ocurría con Aladdin, en esta ocasión no se respeta lo más mínimo la historia original. Aquí Hércules es un dios completo, arrancado del seno de sus padres por Hades, el villano de la función.
Los diseños de los personajes se consideraron en su momento muy atrevidos, así como su sentido del humor marcadamente neoyorquino. En el aspecto técnico, el filme representa un gran avance en lo que respecta al uso de ordenadores (como demuestra la espectacular aparición de la Hidra de Lerna). En mi opinión, la película no se encuentra entre las mejores de la factoría Disney, pero puede divertir a los niños y, quizás, alimentar su curiosidad hacia la mitología.

Habría que esperar a este mismo año para que las salas de todo el mundo vieran el renacer del poderoso Hércules. Por desgracia, ambas incursiones en su historia son francamente decepcionantes, por decirlo de forma educada.

Hercules el origen de la leyenda

La primera es Hércules: el origen de la leyenda, dirigida por Renny Harlin (responsable del mayor fracaso de la historia del cine, La isla de las cabezas cortadas) y protagonizada por un inexpresivo Kellan Lutz.
Siendo objetivos, esta película es predecible, técnicamente incompetente y, hablando mal y pronto, mala de solemnidad. Sin embargo, recuerda a aquellos alocados peplum de los 60 de una forma que la hace difícil de odiar.
Es curioso ver como Hera no aparece aquí como rival, sino como una mensajera divina en una escena similar a la de la anunciación cristiana, mientras que el villano es nada menos que Anfitrión, padre adoptivo del  héroe y que tiene, por tanto, más de un paralelismo con San José. Esta obvia contradicción en términos temáticos es constante en el filme, que no se decide si su protagonista es hombre o dios e incluso añade una serie de anacrónicos combates de gladiadores tratando de aprovechar el éxito de la reciente Spartacus. El filme ha sido un fracaso absoluto de crítica (3% de críticas positivas en Rotten tomatoes) y de público (no recuperó su coste en taquilla).

Hercules

Por último tenemos al Hércules de Dwayne Johnson, que en USA ya ha sido estrenado y que a España llegará en septiembre. El director es en esta ocasión Brett Rattner, experto en películas de acción ligeras y perfectamente olvidables. Al parecer, el guión está basado en el cómic Hercules, the thracian wars, aunque su autor, recientemente fallecido, no llegó a recibir ni un céntimo.
A pesar de su coste superior a 100 millones de dólares, la película tiene un aspecto francamente televisivo y no ha despertado demasiado interés. Además, su duración de escasa hora y media hace que ninguna de sus ideas se desarrolle lo más mínimo y la trama salte de un tópico al siguiente como si se tratase de la parodia de un manual de guión. Pero la verdadera ofensa aquí es la campaña publicitaria.
Desde el primer trailer, el filme se ha anunciado como una versión moderna de los doce trabajos. En la película, sin embargo, los propios personajes mencionan ese relato como una sarta de mentiras. Este Hércules es un mercenario que habita un mundo sin dioses ni monstruos y que sólo alimenta su leyenda para poder exigir más oro cada vez que es llamado a la batalla.

HerculesEstamos, por tanto, ante otro ejemplo de la penosa altanería del Hollywood moderno. Y es que no tiene sentido narrar la «verdad detrás del mito» cuando dicha verdad brilla por su ausencia y el mito es, por norma general, muchísimo más interesante. La película, por tanto, carece de cualquier interés tanto para amantes del género fantástico como para los aficionados a la mitología griega. Ni siquiera creo que guste a los fans acérrimos del carismático Johnson, pues este debe compartir su metraje con otros cinco guerreros que no paran un solo instante de hacer chistes malos o efectuar absurdas técnicas de combate.

¿Veremos alguna vez un largometraje digno basado en las hazañas de Hércules? Es difícil de decir, pero de algo estoy seguro: los mitos clásicos seguirán siendo trasladados a la gran pantalla y, tarde o temprano, veremos regresar al hijo de Zeus, blandiendo su poderosa maza contra un enemigo imposible.

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Enrique Dueñas

Enrique Dueñas , escritor y guionista, aficionado al género fantástico y la tarta de queso.

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