Capitán Phillips se estrenó con éxito de crítica y público en 2013. Fue nominada a seis Oscars, incluyendo Mejor Película y Mejor Guión Adaptado. Su director, el reputado Paul Greengrass -responsable de otras excelentes películas como United 93 y Bloody Sunday- volvió a realizar un trabajo admirable. El film se basó en el libro A captain’s duty que, a su vez, relataba un hecho real acontecido en 2009. Ese año, en el océano índico, un grupo de piratas somalíes trataron de secuestrar el buque mercante Mærsk Alabama.
A pesar de la buena acogida de Capitán Phillips, la película estuvo rodeada de cierta polémica. Varios tripulantes del barco afirmaron que los hechos narrados en la misma son inexactos y no responden a lo sucedido realmente.
A continuación, relatamos los hechos probados en el juicio posterior:
Mærsk Alabama era un buque que transportaba mercancías, en total 17.000 toneladas de carga. Su tripulación constaba de veinte miembros, los cuales habían sido entrenados con formación antipiratería. La realidad es que navegaban en dirección a Kenia, e iban a transitar por aguas donde los asaltos de piratas no eran sucesos extraños.
Cuando el barco fue atacado, la tripulación reaccionó rápidamente según el entrenamiento recibido. Los piratas consiguieron abordar el barco, pero en ningún caso hacerse con el control del mismo. Finalmente, y tras una refriega, los piratas huyeron en un bote salvavidas llevándose consigo al Capitán Phillips como rehén.
El bote salvavidas con 4 piratas somalíes y el Capitán Phillips a bordo fue detectado por la Armada de los Estados Unidos. Se inició una tensa negociación que se rompió tiempo después.
Tras varios días sin una solución pacífica y con la vida del capitán en riesgo, varios francotiradores SEAL dispararon y mataron a tres de los piratas. Phillips fue rescatado en buenas condiciones de salud.