Pequeña reivindicación de un derecho frágil y eternamente acosado que nos permite pensar y expresarnos por nosotros mismos. Una lista de las mejores 30 películas sobre la libertad de expresión.
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El Estado contra la libertad de expresión
La libertad de expresión se encuentra continuamente amenazada. Y, como no podría ser de otra manera, hoy lo está. La persecución de la libertad de expresión desde las esferas políticas es un comportamiento previsible y razonable, en tanto en cuanto constituye uno de los principales controles al poder político. Es decir, la libertad de expresión es uno de los derechos que posee el cuidadano que limitan de manera más intensa el poder del Estado. Es entendible, por tanto, que el Estado trate de acabar con este derecho.
Lo que no es tan entendible es que el ciudadano apoye al Estado cuanto éste último trata de restringir la libertad de expresión. El Estado trata de arrebatar un derecho fundamental a los ciudadanos, y una buena parte de estos ciudadanos se lo ceden sin torcer el gesto. Y solo se me ocurren dos explicaciones para tanta generosidad: estar ciego o ser un hooligan. No saber que estás regalando tu alma (efectivamente, al diablo) o saberlo pero que no te importe. Posiblemente, porque entiendes que esta permanecerá en tu trinchera, porque entiendes que pierdes un derecho para favorecer a «los tuyos» (que no son tuyos, son solo suyos, aunque ese es otro tema).
Es uno de los derechos que posee el cuidadano que limitan de manera más intensa el poder del Estado. Es entendible, por tanto, que el Estado trate de acabar con este derecho.
Desde mi punto de vista, la libertad de expresión no debiera ser mercancía con la que comerciar. Porque cuando un gobierno caiga, y le suceda otro de signo contrario, tened por seguro que esos derechos perdidos no serán restaurados. Simplemente, los habréis perdido. O lo que es peor, los habéis regalado. O lo que es peor, habréis ayudado activamente al Estado a arrebatar esos derechos. Y el partido político al que tanto odiáis es entonces el que se beneficiará de todo ello.
Libertad de pensamiento, libertad de expresión y libertad de prensa
La libertad de pensamiento, la libertad de expresión y la libertad de prensa no son los mismo pero están tan indisolublemente unidos que los consideraremos como uno solo. Se debe permitir a cada persona tener pensamientos controvertidos, los cuales pueden ser considerados desagradables por otras personas. Y se debe permitir expresarlos. Por tanto, la libertad de pensamiento y de expresión se aplican a las personas, mientras que la libertad de prensa se aplica a los medios de comunicación. Sin embargo, con la expansión de las nuevas tecnologías esta frontera se vuelve difusa, ya que cualquier individuo puede convertirse en un medio de comunicación a través de youtube o las redes sociales.
Se debe permitir a cada persona tener pensamientos controvertidos, los cuales pueden ser considerados desagradables por otras personas. Y se debe permitir expresarlos.
Este es mi pequeña reivindicación de un derecho frágil y eternamente acosado que nos permite pensar y expresarnos por nosotros mismos. Una lista de las 30 películas sobre la libertad de expresión. ¿Cuál es tu favorita? ¿Conoces alguna otra película sobre el tema?
Las 30 mejores películas sobre la libertad de expresión
Vida oculta (A Hidden Life, 2019), de Terrence Malick
Mientras dure la guerra (2019), de Alejandro Amenábar
Los archivos del Pentágono (The Post, 2017), de Steven Spielberg
Silencio (Silence, 2016), de Martin Scorsese
Esto no es una película (In Film Nist, 2011), de Jafar Panahi y Mojtaba Mirtahmasb
Howl (2010), de Rob Epstein y Jeffrey Friedman
Ágora (2009), de Alejandro Amenábar
La vida de los otros (Das Leben der Anderen, 2006), de Florian Henckel von Donnersmarck
V de Vendetta (V For Vendetta, 2006), de James McTeigue
Buenas noches, y buena suerte (Good Night, and Good Luck, 2005), de George Clooney
Sophie Scholl. Los últimos días (Sophie Scholl: Die letzten Tage, 2005), de Marc Rothemund
Radio Favela (Uma Onda No Ar, 2002), de Helvécio Ratton
Mad City (1997), de Costa-Gavras
El escándalo de Larry Flynt (The People vs. Larry Flynt, 1996), de Milos Forman
Braveheart (1995), de Mel Gibson
Good Morning, Vietnam (1987), de Barry Levinson
El nombre de la rosa (Der Name der Rose, 1986), de Jean-Jacques Annaud
Papá está en viaje de negocios (Otac na sluzbenom putu, 1985), de Emir Kusturica
1984 (1984), de Michael Radford
Todos los hombres del presidente (All the President’s Men, 1976), de Alan J. Pakula
La tapadera (The Front, 1976), de Martin Ritt
La vida de Galileo (Galileo, 1975), de Joseph Losey
Lenny (1974), de Bob Fosse
Giordano Bruno (1973), de Giuliano Montaldo
El rito (Riten, 1969), de Ingmar Bergman
Fahrenheit 451 (1966), de François Truffaut
El hombre que mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance, 1962), de John Ford
La herencia del viento (Inherit the Wind, 1960), de Stanley Kramer
Doce hombres sin piedad (12 Angry Men, 1957), de Sidney Lumet
El gran dictador (The Great Dictator, 1940), de Charles Chaplin