Una Cita en el Parque (2017), de Joel Hopkins – Crítica

«Además de la historia de acercamiento entre los protagonistas, Una Cita en el Parque nos propone debates al margen, como, por ejemplo, el tema de la ecología»

Estamos en verano, calorcito, vacaciones, descanso. No nos vendría mal una película superficial, que no nos corte el sueño, que no nos obligue a esfuerzos. Pues bien, aquí la tenemos, porque Una Cita en el Parque cuenta una historia con final feliz. O sea que fuera misterios. Ya les aviso, todo en esta película es perfectamente previsible. Sin embargo, los fans de Brendan Gleeson y de Diane Keaton la agradecerán. De hecho, son estas dos actuaciones lo que da valor a la película. De lo demás casi me acabo de olvidar. Así que antes de que la amnesia prospere, pasaré a contarles de qué va el asunto.

Cuenta Una Cita en el Parque el encuentro entre una mujer viuda –y relativamente bien situada en la vida- y un hombre que vive en las afueras del sistema. Ahí les vemos, a ella y a él, tan distintos ellos dos, tan grandullón él y tan fina ella, tratando de llegar a algo. Sin embargo, además de la historia de acercamiento entre ambos, Una Cita en el Parque nos propone debates al margen, como, por ejemplo, el tema de la ecología, el del medio ambiente, el de las empresas constructoras, que tratan de depredar todo espacio libre para su beneficio. Sin embargo, y lo digo ya, esos debates sólo sirven para articular la relación de la parejita en ciernes. De hecho, hay diálogos bien sobrantes. Por consiguiente, Una Cita en el Parque es ligera, ligerísima, lo cual puede ser de agradecer para según qué gustos.

Emily (Diane Keaton) es una mujer viuda y bien situada, aunque con un montón de deudas que su marido dejó. En la otra parte está el personaje encarnado por Brendan Gleeson, que se pone en la piel de un hombre que ha decidido vivir a su aire. Su hogar es una cabaña construida por él mismo. Esta cabaña está situada en un lugar muy apetecido por las fauces del progreso. Frente a la cabaña, aunque a cierta distancia, vive Emily, la viuda, quien un día lo ve a él bañándose en el río que pasa cerca de la cabaña. Otro día, poco después, ve que unos individuos invaden su territorio y lo agreden. Este hecho será el detonante para que nuestra Emily salte a interesarse por este hombre. Todo lo demás ya se lo pueden imaginar.

Una curiosidad está en los exteriores. En concreto, en el cementerio, justo alrededor de la tumba de Marx. Quizá sea un guiño que el director nos hace, en el sentido de que todo progreso necesita de un buen conflicto de intereses. Los conflictos de intereses, por cierto, menudean en toda la película, tanto en la historia central como en las vías secundarias.

Sinopsis El londinense barrio Hampstead Village es conocido por su apreciado parque, un rincón de campo y paz, en medio de la enorme metrópolis. Junto a él vive Emily Walters, una viuda que desde que murió su marido no presta atención a su viejo apartamento, a sus problemas económicos ni a su hijo Philip. A pesar de los consejos de su amiga Fiona, Emily no admite que su vida se está desmoronando. Un día, mientras observa el parque desde la ventana, descubre una casa destartalada y al hombre que vive en ella.
País Reino Unido
Director Joel Hopkins
Guion Robert Festinger
Música Stephen Warbeck
Fotografía Felix Wiedemann
Reparto Diane Keaton, Brendan Gleeson, Lesley Manville, James Norton, Simon Callow, Jason Watkins, Alistair Petrie, Will Smith, Mark Underwood, Elizabeth Conboy, Rosalind Ayres, Ruth Shaw, Jo Wheatley, Mario Demetriou, Josh Wichard
Género Drama
Duración 102 min.
Título original Hampstead
Estreno 25/08/2017

Calificación5
5

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Jesús Gabriel Gutiérrez

Mentor literario. Escritor. Filósofo. Prospectivista y astrólogo. Me interesa la historia y el hilo que sale de ella y nos conecta con el futuro.

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