Absolutamente todo (2015), Terry Jones – Crítica

Absolutamente todo

«Los Monty Python tuvieron su momento de gloria, y Absolutamente todo lo único que hace es recordarnos que eso fue hace mucho tiempo.»

El tiempo es inexorable. El cine nos lo muestra cada día. Hace poco visualizaba una de las primeras apariciones de Robert Redford como protagonista en la serie The Twilight Zone (La dimensión desconocida) en el episodio titulado Nothing in the Dark (1962, Nada en la oscuridad). Un Redford juvenil, de rostro aterciopelado, a sus 28 añitos, contrastaba con el que volvimos a ver con medio siglo más a sus espaldas y más arrugaico que una pasa, pero igualmente genial, en A Walk in the Woods (2015, Un paseo por el bosque) junto a Nick Nolte y Emma Thomsom, o cargando en solitario con el peso de All Is Lost (2013, Cuando todo está perdido) saliendo airoso y, a ratos, fascinante. ¿Qué tiene que ver esto con Absolutamente todo (Absolutely Anything)? Mucho: hay formas y “formas” de envejecer en la pantalla. Cada película de Redford nos remite y revalida los momentos en los que su carrera estaba en el cenit con interpretaciones inolvidables que no viene al caso mencionar aquí. Esto no pasa con los Monty Python. Simplemente: tuvieron su momento de gloria y Absolutamente todo lo único que hace es recordarnos que eso fue hace mucho tiempo, pero que apenas quedan rescoldos.

Lo que atraerá al público a ver esta película es que se anuncia como la primera de los Monty Python desde que filmaron El sentido de la vida (1983). Así pues, aparentemente, esta película habría que recomendarla a los que siguieron la trayectoria de este grupo y recuerdan desde La Vida de Bryan (1979) hasta Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (1975). Pues no, precisamente si esta película está contra indicada para alguien es para los fanáticos de los Monty Python. Difícilmente podríamos recomendar a nadie esta película, salvo quizás a ese político que no soportamos y que calienta motores para la próxima campaña electoral.

Habría que calificar a esta película con cuatro palabras: alimentaria – intrascendente – absurda – aburrida. La calificación de “comedia” que se le ha dado, no parece la más adecuada: genera alguna sonrisa, como máximo, corta y que no basta para hacer olvidar todo lo que la envuelve. Ni pasará a la historia del cine, ni siquiera a la historia particular de los Monty que en mala hora se les ocurrió juntarse para el despropósito. Por lo demás, ni siquiera los cuatro supervivientes del grupo se dignan aparecer en las escenas, sino que tan solo prestan sus voces. La presencia de la voz del malogrado Robin Williams –éste fue su último papel– acaba dando casi un tono siniestro al conjunto: es la presencia de un alma en pena que ya está en el más allá. En realidad, algo hay de eso porque es del más allá, de donde vienen los extraterrestres decididos a conquistar la tierra. Tal es el tema de la película.

El único “esqueche” en el que más próximos estuvimos de transformar la sonrisa en carcajada fue aquel en el que un perro habla por decisión del protagonista y, lógicamente, en lugar de compañía atenta, conversación inteligente y consejos sabios, se limita a pedir comida, poder frotarse contra la pierna del dueño y que lo saquen a orinar en cada árbol del camino. Y lamentamos si hemos destripado la película pero es que poco más podemos añadir. La voz del perro, por cierto, es la de Robin Williams. La peor despedida posible para un actor que fue entrañable.

Habitualmente, de lo que se trata en las comedias es que los promotores hagan reír al público. La buena comedia se agradece como pocos géneros porque es, sin duda, el que consigue evadirnos de nuestros problemas e introducir sonrisas, carcajadas, o simplemente, reavivar la alegría en nuestras vidas. Pero lo que encontramos aquí es justo la inversión: da la sensación de que son los promotores los que se han reído del público. Y eso, para un espectador –y para el crítico que además de ver una película de este tipo, tiene que escribir sobre ella– resulta imperdonable.

Ni siquiera el conjunto del guión tiene el atractivo de la originalidad frustrada. A decir verdad, casi se trata de un plagio. Recordamos, sin hacer mucho esfuerzo, una película tan similar que es imposible que el grupo promotor no la haya tenido en cuenta: Bruce Almighty (2003, Como Dios) de Tom Shadyac, en la que Jim Carrey, Jennifer Aniston y Morgan Freeman, que roza el aprobado, pero en el que, por lo menos, se percibe un esfuerzo para hacer reir. Cambiese al “dios” de esta película por los “extraterrestres” de Absolutely Anything y se tendrá un remake innecesario.

Vale la pena salvar de la película la actuación de Simon Pegg. Simplemente, no ha podido hacer más porque el guión no daba para más. En toda su filmografía anterior demuestra ser un actor consumado digno de mejores papeles (por cierto, se anuncia su participación en Las Aventuras de Tintín 2 como “Fernández”, que se encuentra actualmente en fase de producción).

Sobre Terry Jones, director de la película vale la pena decir dos palabras. En primer lugar que la película no está a la altura de las que le dieron fama mundial y le facilitaron (a él y a sus compañeros de equipo) la entrada por la puerta grande en la historia del cine, especialmente La vida de Bryan. Luego, hubo un vacío con películas de escaso calado. Ya en el documental Python Night: 30 Years of Monty Python (1999) se percibió que Terry Jones tenía mucho más pasado que futuro, tendencia habitual de quienes se obstinan en mirar permanentemente atrás llegados a un momento de su madurez, como si algo dentro de ellos se hubiera agotado. Desde entonces sólo ha filmado un buen documental The Barbarians (2006, Los Bárbaros) y tuvo una participación en la película colectiva Télégrammes visuels (2011, Telegramas visuales), que reúne cortos de dos minutos filmados por treinta directores. De hecho, Absolutamente todo, era un intento de revalidar pasados laureles de los Monty Python, pero si nos muestra algo es que, como las oscuras golondrinas del poema, aquellos tiempos no volverán.

Absolutamente todo

Sinopsis Un grupo de extraterrestres conceden poderes a un profesor de la Tierra. El profesor descubre que sus nuevas habilidades le permiten hacer cualquier cosa, desde dar una lección a sus peores estudiantes hasta resucitar a los muertos…
País Reino Unido
Director Terry Jones
Guión Terry Jones, Gavin Scott
Música George Fenton
Fotografía Peter Hannan
Reparto Simon Pegg, Kate Beckinsale, Sanjeev Bhaskar, Rob Riggle, Robert Bathurst, Eddie Izzard, Joanna Lumley, Marianne Oldham, Emma Pierson, Meera Syal, Robin Williams
Productora Lionsgate / Bill and Ben Productions / Phoenix Pictures
Género Comedia
Duración 85 min.
Título original Absolutely Anything
Estreno 13/05/2016

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Calificación3
3

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Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

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