Extraterrestre. Divertida marcianada

¿Es «Extraterrestre» una gran película? ¿Se la recomiendo a la mayoría de la audiencia? A ambas cuestiones debo responder de manera negativa. Sin embargo, no creo que ello resulte un problema, pues «Extraterrestre» no está concebida para ser una obra maestra ni para gustar al grueso de espectadores.

¿Es «Extraterrestre» lo que pretendía ser? Sí, en líneas generales. Es sencilla, original, extraña, divertida, y surrealista. Pero tiene problemas con algunos desajustes de guión que hacen que sus protagonistas tomen decisiones de forma precipitada e inverosímil, lo cual lastra el resultado final.

Julián Villagrán y Michelle Jenner en "Extraterrestre"

Julián Villagrán y Michelle Jenner en «Extraterrestre»

¿Por qué un personaje hace lo que hace? Esta pregunta aparece en nuestra cabeza varias veces a lo largo de la historia. Es entonces cuando buscamos una solución que no terminamos de encontrar. Es en ese instante cuando recordamos que estamos ante una película, y que esos actores están siguiendo un guión. Y la magia desaparece por unos segundos.

El film juega mucho y bien con el humor absurdo. En mi opinión, «Extraterrestre» mejora cuanto más loca se vuelve, cuando las situaciones se tornan más y más extrañas. Sin embargo, hay una serie de comportamientos que no responden a ese humor, a esa dinámica, sino que simplemente se perciben como injustificados.

La invasión alienígena no es aquí lo más importante, pero traslada a unos personajes cotidianos, y a una historia rutinaria a un terreno extraordinario. Es en esta nueva situación de tensión y estrés donde los personajes se sinceran a través de sus acciones, y es por ello, por lo que juzgo como graves esos desajustes de los que hablaba.

Raúl Cimas y Julián Villagrán

Raúl Cimas y Julián Villagrán

A parte de esto, la película funciona a la perfección, jugando sus bazas con habilidad, mostrando un símil entre la situación exterior y la que se sucede en el interior del piso. Hay situaciones desternillantes, que se suceden con admirable naturalidad, sin forzar la risa del espectador.

Al lado de grandes superproducciones, esta obra, formada por cuatro actores enjaulados en un inmueble y un platillo volante asomando por su ventana, podría parecer insignificante. Sin embargo, la capacidad que posee de divertir y sorprender sobrepasa lo que muchísimas producciones de Hollywood ofrecen. Es más, como el propio director ha dicho, su bajo presupuesto es uno de los atractivos de la película.

Por tanto, percibo «Estraterrestre», segundo largometraje de Nacho Vigalondo tras «Los Cronocrímenes», como una propuesta arriesgada pero interesante para aquellos que estén dispuestos a ver algo diferente.

 

Calificación7
7

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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