El vendedor de tabaco (2018), de Nikolaus Leytner – Crítica

El vendedor de tabaco (2018), de Nikolaus Leytner

Falta de alma a parte, El Vendedor de Tabaco tiene casi todo lo que debe tener una película para ser buena.

Estamos en Viena, en 1937, tiempos difíciles. Hitler avanza en sus propósitos. La población judía, y los arios que se relacionan amigablemente con judíos, sufren cada vez más con lo que tienen encima. En medio de esta situación, tenemos a los cuatro personajes que forman el pilar actoral de El Vendedor de Tabaco. A saber: un estanquero; un joven que, recién llegado a la ciudad, empieza a trabajar con él; una joven bailarina y prostituta, que tiene enamorado al joven aldeano; y, finalmente, el doctor Freud, cliente habitual del estanquero, que ayuda al joven a entenderse mejor a sí mismo.

Pues bien, la historia no tiene nada de original, y ni tampoco plantea una denuncia ante los hechos, y ni tampoco abunda en detalles colaterales. Entonces, ¿qué aporta El Vendedor de Tabaco a la cinematografía relativa a esa etapa histórica? Les voy a ser sincero y breve: nada.

Lástima por el planteamiento, pues deja a la película con un halo de intrascendencia.

En realidad se trata de un ejercicio estético con telón de fondo histórico. Hay bastante de pretenciosidad en los planteamientos de la película, hasta el punto que podría entrar en la categoría de realismo mágico. Sin embargo, el resultado, tal y como ha sido percibido por quien les escribe, es de un vacío de contenido, pues no profundiza ni en el lado íntimo, en lo que concierne a las vidas personales, ni en lo histórico. Hasta tal punto el resultado es superficial, que durante la proyección del pase para la prensa escuché roncar en la sala a algún compañero. Vamos, que no atrapa. Sin embargo, habiendo caído el gozo de la expectativa en el pozo de las decepciones, la película es agradable de ver, pues cuenta con la bondad de los actores y la bondad del director, que muestra un más que buen oficio. Lástima del planteamiento.

Lo más destacable en El Vendedor de Tabaco, a parte de la dirección de Nikolaus Leytner, está en la presencia de los jovenzanos Simon Morzé y Emma Drogunova, que personifican a la pareja formada por el enamorado y la bailarina prostituta. Entre los veteranos, tenemos al gran Johanness Krisch y al no menos grande Bruno Ganz , personificando respectivamente al estanquero y al doctor Freud. Y aún más: se trata de la última película de Bruno Ganz, que en paz descanse, pues murió hace pocos meses. Por cierto, Bruno Ganz está estupendísimo en este su último trabajo.

El Vendedor de Tabaco es una adaptación de una novela de Robert Seethaler, que espero contenga el alma que le falta a la película. Sin embargo, falta de alma a parte, El Vendedor de Tabaco tiene casi todo lo que debe tener una película para ser buena. Lástima por el planteamiento, pues deja a la película con un halo de intrascendencia que se transmite al espectador en forma de aburrimiento.


Sinopsis Viena, 1937, durante la unión de Austria y la Alemania nazi. Un chico de diecisiete año es aprendiz de un vendedor de tabaco, entre cuyos clientes está Sigmund Freud.
País Austria
Dirección Nikolaus Leytner
Guion Klaus Richter, Nikolaus Leytner
Música Matthias Weber
Fotografía Hermann Dunzendorfer
Reparto Simon Morzé, Bruno Ganz, Johannes Krisch, Emma Drogunova, Karoline Eichhorn, Michael Fitz
Género Drama
Duración 117 min.
Título original Der Trafikant
Estreno 07/06/2019

Calificación5
5

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Jesús Gabriel Gutiérrez

Mentor literario. Escritor. Filósofo. Prospectivista y astrólogo. Me interesa la historia y el hilo que sale de ella y nos conecta con el futuro.

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