Por qué Mad Max es relevante

Mad Max: Furia en la carretera

Todo el mundo está asombrado con la nueva ‘Mad Max‘. Un filme que el director George Miller lleva gestando desde hace cerca de quince años y que, una vez ha tenido luz verde, ha estado otros cuatro rodándose. Que un hombre más viejo que carracuca sea capaz de construir una película de semejante fuerza visual y con tantas ideas detrás resulta, como mínimo, sorprendente.

Lo primero que llama la atención es el aspecto técnico. El director no sólo utiliza vehículos, paisajes y escenarios reales, sino que los fotografía con una belleza inaudita, digna de estudiarse en todas las escuelas de cine. La película es un festival de color y una obra maestra en el apartado visual. Es imposible no sentirse fascinado por las imágenes como si cada secuencia fuera la sala de una exposición impresionista y cada plano, un cuadro. Eso sí, una exposición impresionista ubicada en el salón del comic de barcelona, faltaría más.

Esto no tiene nada que ver con la carísima chatarra de Michael Bay o la vacuidad del cine de Zack Snyder. No. Aquí, cada decisión del director tiene un impacto directo en el relato. El cine es, fundamentalmente, imágenes, y es mediante estas que debería expresar la tragedia, la incertidumbre o el triunfo. Un desierto radioactivo también puede ser poético y, de hecho, hay más poesía en ese plano de Furiosa arrodillada en la arena que en todo el cine europeo del año pasado.

Pero yo no quiero hablar de efectos especiales: quiero hablar de historias. Y ser capaz de contar una historia en movimiento, sin parar a repostar, es lo que hace a esta película especial.

Y es que me aventuraría a decir que ‘Mad Max: fury road‘ será recordada por muchos, muchos años. Es cierto, que, sin ser un fracaso, no ha generado en taquilla todo el pastizal que se espera de una producción semejante, pero a mí eso me parece una chorrada. Es notorio que ‘Blade Runner‘ fue un fracaso de taquilla en su tiempo o que ‘Por un puñado de dólares‘ no estuvo nominada a ningún Oscar.

Mad Max: Furia en la carretera

Como estaba diciendo, estamos ante una película de acción. Y, no sólo eso, sino que, además, no renuncia a la acción en ningún momento.

Que la película esté estructurada a lo largo de una demente persecución no hace el trabajo de guión menos interesante. Hay ciertos mantras en la creación de guiones que oigo muy a menudo pero que rara vez se aplican: «los personajes se definen por sus actos», «muestra, no cuentes», «empieza tarde y sal pronto»… ¿cuando hemos visto aplicados estos consejos en un filme comercial? Me atrevería decir que prácticamente nunca.

La acción se integra en todo momento con la propia historia, siendo parte de la misma y no un añadido externo. Los personajes no necesitan detenerse a hablar entre ellos, como si el diálogo fuera la única forma de entender sus motivaciones y deseos (al contrario de lo que ocurre en la infumable ‘Vengadores: la era de ultrón‘). El protagonista apenas dice cien palabras y la mitad son gruñidos. Esto, amigos míos, es ser económico. Porque, aún con todo, se nos cuenta una historia. Una historia relevante para los tiempos que corren.

Se ha dicho mucho sobre el espíritu feminista del filme. Toda la trama gira alrededor de unas mujeres que, hartas de formar parte del harén de un monstruo semihumano, deciden huir en busca de la «tierra de las muchas madres».

El personaje de Charlize Theron, sin tener un carácter sexual, no renuncia del todo a su feminidad y, al mismo tiempo, es tan capaz de combatir como el propio Max Rockatansky. Furiosa es un personaje fascinante, que no sólo devora la película cada vez que aparece (magistral interpretación) sino que logra, además, que nos hagamos preguntas sobre su pasado y su futuro. Preguntas que, por otro lado, es mejor y más divertido que tengan una respuesta distinta por espectador.

Una de las mejores escenas de la película es el primer encuentro entre Max y las esposas de Joe. En medio del desierto, tras haber sufrido media hora de ruido, furia y violencia, nos encontramos con un grupo de hembras juguetonas salidas directamente de un anuncio de «Victoria’s secret». El momento es tremendamente cómico pero, lo más importante, funciona a nivel temático.

La cámara se recrea en el cuerpo de estas mujeres, jóvenes, sanas y atractivas. Un clarísimo contraste con la presentación del villano, un pedazo de carne enfermo e inútil. Todo el poder de Joe radica en la intimidación y la admiración religiosa que le profesan sus súbditos… pero, en realidad, es un viejo a las puertas de la muerte. Estas chicas, sin embargo, son el futuro. No sólo tienen toda la vida por delante, sino la capacidad de engendrar seres humanos sanos. El cuerpo de estas mujeres extraordinarias nunca vuelve a utilizarse como un objeto sexual ni intenta provocar el interés del espectador masculino con trucos baratos. Muy al contrario, ellas demuestras no ser «cosas», sino verdaderos seres humanos con personalidad y motivaciones sólidas. Ni Joe ni nadie es quien para decir que deben hacer con su vida o con sus dones.

Es cierto que las chicas comienzan su viaje siendo escalvas sexuales. Un comentario irónico que he oído al respecto es que, para que una mujer sea fuerte debe sufrir primero, mientras que para que un hombre sea fuerte, basta con hacer sufrir a la mujer. En este filme eso no es cierto del todo, puesto que no hay ningún personaje que no sufra (especialmente los villanos). Pero es que, además, ese sufrimiento se ve fuera de la pantalla y, mientras dura el relato, vemos a un grupo de mujeres perfectamente capaces luchando por sobrevivir… ¿y que hay del protagonista masculino? Basta decir que se pasa el primer tercio del filme desangrándose y encadenado a un parachoques.

Mad Max: Furia en la carretera

Pero, aún sin negar todo lo anterior, creo que el subtexto de la película es algo más complicado.

Para empezar, cualquiera que piense que la solución a los problemas del mundo es sustituir un patriarcado tiránico por un matriarcado igualmente tiránico es que se ha quedado más ciego que el criador de balas. No. La diferencia es que esas mujeres son mejores personas y más sensatas que todos los hombres de la ciudadela.

Se pregunta «¿quién ha destruido el mundo?» y nadie parece querer asumir la culpa. La respuesta no es «los hombres» sino, precisamente, «la humanidad». La mentalidad del soldado, el impulso de destruir frente al de crear.

Me ha sorprendido no leer en ningún sitio un paralelismo que, al menos a mí, me parece obvio: el de la sociedad de «la ciudadela» con la del mal llamado «estado islámico». Esos ejércitos de criminales que vemos todos los días en televisión, arrasando oriente medio bajo una filosofía peor que la de la Alemania nazi. No sólo es porque la película transcurra en un desierto (aunque eso también ayuda a dibujar la alegoría). El respeto supremo hacia una deidad y sus ministros, la falsa camaradería entre los hombres de un regimiento, el desprecio hacia cualquier pensamiento ajeno, la objetivización de los seres humanos, el valor del sacrificio (propio y ajeno)… estos son los valores que utiliza Immortan Joe para mantenerse en el poder.

Tras el caos llega el orden y el orden, para él, requiere la fanática adoración a unos ideales primitivos y crueles que niegan toda forma de libertad. La única función de una mujer es la reproductora y la máxima aspiración de un hombre es la de inmolarse en batalla en honor a su líder. ¿Y quién opine lo contrario? Puede darse por muerto.

Eso no significa que los villanos sean árabes, evidentemente. No estamos ante una de esas películas de acción ridículas en las que sabemos que los malos son malos porque tienen la piel marrón y acento gracioso. No. Esto va más allá. No importa si los asesinos adoran a un profeta o a un motor V8, si les espera el paraíso o el Valhalla. El hecho es que son asesinos y están buscando excusas para no pensar en ello. Por eso el personaje de Nux nos resulta tan poderoso, porque incluso nosotros mismos, los espectadores, habíamos decidido odiarle. Estábamos dispuestos a sacrificarle, a convertirle en un ogro sin rostro que sólo merece la destrucción. Queríamos verle morir y aplaudir. Pero, de repente, nos damos cuenta de nuestro error: no era más que un crío. Un crio con la capacidad de pensar y de amar.

Mad Max: Furia en la carretera

También hay que tener en cuenta que cualquier película post apocalíptica es, por definición, esperanzadora, puesto que plantea que, después del desastre, existe una oportunidad para la especie humana. Tras esa violencia extrema, tras tanto sufrimiento, tras vagar por una tierra yerma, descubrimos que sí, podemos salvarnos, podemos empezar de nuevo. Esto no es así siempre, claro está. Hay cine o literatura que pone a sus protagonistas en una situación mala para terminar aún peor. Sin embargo, podríamos encajar estas obras en un trasfondo directamente «apocalíptico», que no tiene interés en crear un mundo posterior sino que presenta la forma en la cual se extingue todo sueño y esperanza, como si asistiéramos a una muerte agónica.

¿Y a que viene todo esto? ¡Un poco de paciencia, maldición! ¡No pisemos el acelerador ahora!

Tenemos los valores feministas, una crítica directa a los totalitarismos reales (y actuales) y el uso del escenario postapocalíptico como un signo de esperanza. Todo esto nos lleva a una tesis concreta: la búsqueda de humanidad en un entorno deshumanizado.

La película no habla de la guerra de sexos, igual que tampoco habla de oriente contra occidente. La película habla de creatividad frente a violencia, la vida frente a la muerte, plantar frente a disparar. Detrás de todas las explosiones, de todos los golpes y disparos, hay una visión romántica, positiva de la humanidad. El egoísmo nos lleva a la autodestrucción de la misma forma que esa hipotética guerra nuclear ha acabado con un planeta Tierra en el cual había de todo para todos. Todos nosotros podemos cambiar y, si queremos seguir respirando, no tendremos más remedio que hacerlo. «La esperanza es un error» dice Max, incapaz de mirar al futuro. Pero entonces, reflexiona y da media vuelta. No, la esperanza no es un error, es aquello que nos hace construir, que nos hace levantar mundos nuevos y mejores para nosotros mismo y los demás.

Por eso, a pesar de ser «para mayores de 18 años», el filme no se recrea en el sufrimiento de sus personajes, ni siquiera en el de los villanos. No es que falta sangre: es que nuestra ansia de sangre es lo que nos hace peores personas. Cuando la adrenalina del combate desaparece, no tenemos que sonreír por haber derrotado al enemigo, sino ver lo que hemos perdido y jurarnos que algo así no volverá a ocurrir.

¿Como no sonreír ante el personaje del «Come hombres»? Una caricatura perfecta del capitalismo salvaje de la era de la revolución industrial. Un ser ridículo y obsoleto que, sin embargo, tiene una autoridad totalmente inmerecida. Es la viva imagen del egoísmo, aquel que lleva a una civilización a reducir a cenizas su entorno a cambio de un dudoso beneficio económico.

Y una última pregunta: ¿piensa el protagonista en todas estas cosas? ¡Pues claro que no!

Tanto ‘Mad Max 2: the road warrior‘ como ‘Mad Max: beyond thunderdome‘ utilizan a su protagonista como un personaje ajeno a los conflictos en los que acaba involucrado. Vemos las cosas a través de sus ojos y pensamos «¡que locura!». Un hombre que sólo quiere estar solo pero que, por pura casualidad, acaba siendo responsable de las vidas de otros. Al final, debe decidir entre seguir caminando sin rumbo o hacer lo correcto y, afortunadamente, escoge la segunda opción.

Por eso el gran clímax del propio Max no es asesinar a Immortan Joe ni a ninguno de sus hijos: es salvar una vida. La de su amiga y compañera, aquella que le ha hecho entender la diferencia entre vivir y sobrevivir. Su arco de transformación es simple, pero efectivo y entronca con los temas e ideas del resto de la narración.

El personaje es importante y necesario en la trama, no sólo porque funciona como un vehículo que nos adentra en ese futuro de fuego y sangre, sino, precisamente, porque sintetiza todos los valores sobre los que se sostiene el relato.

Hay muchos otros misterios sin resolver a lo largo de la aventura, como el origen de ese guitarrista demente o los hombres con zancos que habitan un horrible pantano repleto de cuervos. Pero aunque estos detalles ayudan a interesarnos por la narrativa y sumergirnos en su universo, no dejan de ser eso, detalles. Es el compromiso del cineasta hacia el tema de fondo lo que convierte ‘Mad Max: fury road‘ en una experiencia verdaderamente memorable.

El filme de George Miller ya ha entrado en el olimpo de la ciencia ficción junto a obras como ‘Wall-e‘, ‘Brazil‘, ‘Alien‘ o la trilogía original de ‘Star Wars‘. Y sí, es cierto que ‘Mad Max: fury road‘ es una película feminista. Pero esa no es, ni de lejos, su mayor virtud. Lo importante es que estamos ante una película inteligente, política y que, señores, marcará una época.

Mad Max: Furia en la carretera

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Enrique Dueñas

Enrique Dueñas , escritor y guionista, aficionado al género fantástico y la tarta de queso.

9 comments

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  1. CESAR HERNANDEZ RAMIREZ 22 mayo, 2015 at 20:56 Responder

    Me pongo de pie y aplaudo tu escrito, es una reflexión increíble, en verdad escribiste lo mismo que pensé, con diferentes palabras, un contexto y con una redacción pegada a lo impecable…

    Muchas gracias, comparto el mismo sentimiento al ver Mad Max, no puedes parpadear al verla, pero el llevar y provocar emociones, en el caso de Nux, que al principio sabes que es de los protagonistas, empiezas a aborrecer el simple hecho de que es tan… Necio, pero después te das cuenta de su falta de conocimiento, «El hombre sólo hace algo, hasta que esta enterado de la situación», descubre que es una herramienta, que su «líder» es una persona egoísta, aunque el lo vea como un dios… Muere de la mejor manera, de esa forma en la que te hace desear que siga vivo, que pueda ser un héroe una vez más… :’)

    Podría decir mil cosas más, pero, ¿qué no lo has dicho ya? 🙂

  2. José A. Morales 23 mayo, 2015 at 15:20 Responder

    El mejor análisis de un film que he leído en años… EXCELENTE! Y además muy reflexsivo. Hayan querido los productores, quionistas y el director transmitir esos mensajes me identifico mucho con tu punto de vista. M´s cerca de la realidad del día a día de muchos de nosotros imposible!

  3. Geerard 25 mayo, 2015 at 23:57 Responder

    esta pelicula es de las mejores que eh visto, con esta de mad max, ahora si dire que, en las 3 peliculas de mad max, fue escalando para mejorar, aqui no decimos… «la primera estuvo mejor que la segunda» si no que aqui decimos, cada una fue mejorando hasta llegar a esta obra maestra, me encanto y me pongo de pie.

  4. AnaVal 28 mayo, 2015 at 05:50 Responder

    Excelente crítica, pues se enfoca en otras cosas ademas de la temática feminista (que esta muy bien, pero marea leer lo mismo una y otra vez, pues es una película que tiene mucho mas que analizar ademas del trasfondo feminista), que al final me sorprende un poco pues si hacemos memoria hay escenas que están lejos de ser feministas, como el grupo de mujeres conectadas a maquinas para extraerles leche materna.

    Es así como se hace una película de acción: Personajes que son mas que bestias indestructibles, por los que sufrimos y no sabemos si sobrevivirán, escenarios increíbles, escenas de acción que te dejan sin querer parpadear, una historia interesante, en fin, esta película esta llena de virtudes, pero si tuviera que señalar un defecto seria que no pude ir al baño en el cine por no perderme toda la acción. (Michael Bay podría tomar unas clases de George Miller)

  5. YO 28 mayo, 2015 at 22:40 Responder

    ESTA PELÍCULA PODRÍA DAR UNA CÁTEDRA DE DIRECCIÓN A MUCHOS CINEASTAS, MODERNOS Y VIEJOS.
    ESTA PELÍCULA ES UNA BELLEZA TANTO VISUAL COMO ARGUMENTAL, DE LO MEJOR QUE HE VISTO EN MUCHOS AÑOS, ESTÁ A AÑOS LUZ DE LOS CHURROS DE «ACCIÓN» MODERNOS COMO AVENGERS O TRANSFORMERS.
    BRILLANTE PELÍCULA

  6. Esteban 1 junio, 2015 at 03:16 Responder

    Creo que todo iba bien hasta leer esta crítica, te perdonaba la falta de muchas películas en algunas listas porque al fin y al cabo casi siempre he estado de acuerdo contigo, pero esto ya es otra cosa, evidentemente es una película con imágenes muy bellas, pero nada más, y es que bien o mal, el cine no es fundamentalmente imagen.

    Por cierto, lo peor fue compararla con Star Wars o Brazil.

  7. Nicolas 6 septiembre, 2015 at 10:08 Responder

    Espectacular tu review de la pelicula, solo aclaro una cosa: Que el amarillismo informativo no te confunda, arabia no es ni cerca de como tu dices que es.

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