Las 10 películas proyectadas en Actual 2020 son una excelente muestra de cine contemporáneo llegado de todos los rincones del mundo.

Ha concluido Actual 2020. Durante sus cinco días de duración, hemos podido disfrutar de 10 películas que se irán estrenando en las salas de cine a lo largo del año que acaba de arrancar.

Estas 10 películas conforman una visión muy representativa del cine actual más allá de las fronteras de Estados Unidos, país que monopoliza gran parte del mercado cinematográfico mundial.

De todas las películas vistas, solo Judy cuenta con la participación de Estados Unidos, siendo una coproducción con Reino Unido.

El cine europeo ha sido el de más presencia durante el festival, con películas como: Cartas a Roxane (Edmond), de producción francesa; Solo nos queda bailar (And then we danced), coproducción entre Suecia, Francia y Georgia;  La gomera (The Whistlers), con participación de Rumanía, Alemania y Francia; y El centro del horizonte (Le milieu de l’horizon), de Suiza, España y Bélgica.

El cine latinoamericano ha estado fantásticamente representado por Ema, película chilena, y Monos, película colombiana con participación de otros muchos países (Argentina, Uruguay, Países Bajos, Alemania y Suecia).

También hemos podido asistir a la proyección de una película española, El plan; una japonesa, First Love; y una argelina, Papicha, con apoyo de Francia, Bélgica y Qatar.

En definitiva, una excelente muestra de cine contemporáneo llegado de todos los rincones del mundo.

Una vez señaladas todas las películas que pudimos disfrutar en Actual 2020, realizaré cuatro recomendaciones personales.

Ema (2019), de Pablo Larraín

Película desquiciada y totalmente desconcertante. Arriesgadísima. No es que vaya mutando de un género a otro a lo largo del metraje, sino que es un drama, un thriller y una comedia al mismo tiempo.

Solo quien esté familiarizado con el cine del director tendrá referencias de haber visto algo más o menos similar.

Desde luego, no gustará a todos. Pero entusiasmará a quienes consigan dejarse llevar por esta propuesta radical.

Monos (2019), de Alejandro Landes

Sorpresa mayúscula la de esta película colombiana. Técnicamente es asombrosa, pero su mayor virtud reside en la potencia narrativa que atesora.

Despoja a sus personajes de cualquier rasgo de civilización, dejándolos a merced de sus instintos y de su lucha por la supervivencia. Una película de brutalidad y belleza.

Solo nos queda bailar (And then we danced, 2019), de Levan Akin

Además de una historia de iniciación sexual, Solo nos queda bailar es una reivindicación de la libertad individual, tanto sexual como artística.Y una dura denuncia de la tradición, cuando ésta es herramienta de represión e imposición.

Una película muy sólida en prácticamente todos sus aspectos técnicos y artísticos.

El centro del horizonte (Le milieu de l’horizon, 2019), de Delphine Lehericey

Esta delicada película narra la descomposición de una familia que, al margen del resto del mundo y a duras penas, trata de seguir adelante cuidando de su granja.

Se trata de un melodrama de corte clásico narrado a través de los ojos de un niño. Absorbente y muy bien contado.