Vitoria, 3 de marzo (2018), de Victor Cabaco – Crítica

Vitoria, 3 de marzo (2018)

En el nombre del padre (1993) o La Revolta Permanent (2007) no le ganan en fuerza narrativa a esta joya.

Lo imaginé tantas veces, cubriendo los huecos entre los planos de los reportajes con mi imaginación, mi pánico y mis sentimientos, que nunca pensé posible verlo con mis propios ojos; Vitoria 3 de marzo nos lo muestra, tal y como fue la masacre ordenada por Rodolfo Martin Villa, quien estaba entonces a las órdenes de Manuel Fraga Iribarne.

De una factura tan impecable como para poder catalogarla como película y como documental, Vitoria 3 de marzo desarrolla su acción continuando y antecediendo aquellos planos que conocemos bien y tan amarrados al sitio nos dejaron entonces y nos dejan hoy.  

La Revolta Permanent (2007), documental que narra el viaje de Lluís Llach a Vitoria-Gasteiz para dar un concierto homenaje con Campanades a Mort, en el 30 aniversario  de la masacre de Vitoria y En el nombre del padre (1993), película sobre «los cuatro de Guildford«, protagonistas de uno de los más garrafales errores judiciales en Irlanda del Norte, no le ganan en fuerza narrativa a esta joya que explica tantas características y condiciones de la negación española, porque es la fuerza fílmica de una narración sin concesiones, lo que brilla con luz propia en ésta cinta.

Nada que añadir sobre unos hechos trasladados con fidelidad a la pantalla. Imagen y sonido resultan contundentes como si hubiesen ocurrido hoy, cuando más de una veintena de miembros de la misma extrema derecha de entonces, que en aquellos años intentó seccionar con muertes y asesinatos, la no nacida democracia española, recogen sus actas de diputados del Congreso.

Las texturas de unos y otros planos, se confunden hasta no saber si lo que vemos es de la época y sus hechos o está tratada y ambientada hoy, para compactar una de las historias que aún condicionan política y humanamente a España.

Vitoria 3 de marzo desarrolla su acción continuando y antecediendo aquellos planos que conocemos bien. Las texturas de unos y otros planos, se confunden hasta no saber si lo que vemos es de la época.

Un reparto desconocido interpreta con la veracidad y humanidad de un pueblo ingenuo y luchador, como lo era el de Vitoria en el 1976. Sufrieron uno de los últimos envites de una dictadura ciega que no se iba a detener frente a los derechos humanos. Un desquite de las fuerzas represivas de Franco que todavía hoy, cuarenta y tres años después, continúa sin juzgar. Una lacra que se ha de resolver en justicia como reza la leyenda final de la película.

El cine español, acusado siempre de no cuidar las secuencias con figuración, lo hace aquí con acierto, destreza y sin dejar en el trascurso de las más trepidantes secuencias, un ápice de duda al respecto; estamos contemplando exactamente qué ocurrió con los obreros encerrados en asamblea en la iglesia, cuando las fuerzas del orden recibieron la orden de sacarlos de allí a cualquier precio. Un aumento de 5.000 pesetas, valió unas cuantas vidas humanas que ni entonces, ni ahora, han recibido Verdad, Justicia y Reparación y por tanto, ni siquiera pueden tener garantía alguna de no repetición.

Vitoria 3 de marzo, a la escala de las dimensiones de su población, es, como decimos cuando nos ha entusiasmado, un auténtico peliculón.

Vitoria, 3 de marzo (2018)

Sinopsis Película sobre la masacre del 3 de Marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz. Cinco trabajadores murieron a manos de la policía durante el desalojo de una asamblea en la iglesia del barrio de Zaramaga, en el contexto de una larga huelga.
País España
Dirección Victor Cabaco
Guion Hector Amado, Juan Ibarrondo
Fotografía Gaizka Bourgeaud
Reparto Ruth Díaz, José Manuel Seda, Alberto Berzal, Mikel Iglesias, Amaia Aberasturi, Iñigo de la Iglesia, Iñaki Rikarte, Asier Macazaga, Oti Manzano, Pepe Penabade, Ane Pikaza
Género Drama
Duración 90 min.
Título original Vitoria, 3 de marzo
Estreno 01/05/2019

Calificación9
9

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