Entonces Pixar creció

Inside out

“Nuestras vidas están llenas de miseria y tragedia, incluso para quienes son ricos y famosos. Y nuestra sociedad trata de evitar la tristeza, no queremos afrontarla. Y eso es como esos atletas que se inyectan cortisona en una lesión para seguir entrenando: al final el daño será mayor. Es necesario que sintamos dolor, y que sintamos tristeza, para cerrar las heridas que la vida nos inflige”.

Duras palabras para alguien que se dedica al cine de animación infantil. Así hablaba Pete Docter, realizador de Pixar y mente creativa tras éxitos de la casa como ‘Monstruos S.A.’ o ‘Up’, en la presentación en Madrid de la nueva película de la compañía, ‘Inside Out’. Ni siquiera sorprende la calurosa acogida por parte de público y crítica, algo a lo que en Pixar están más que acostumbrados. Y sin embargo, hay algo en ‘Inside Out’ que podría (o debería) marcar un precedente definitivo en la compañía. Pixar hace tiempo que regala algunos momentos al público adulto, en solidaridad con esos padres que se ven obligados a tragarse horas de animación ñoña por sus hijos pequeños. Se vio en los guiños nostálgicos de ‘Toy Story 3’ al hablar de la entrada en la madurez de Andy y se vio en las primeras secuencias sobre el amor y la pérdida de ‘Up’. El éxito de Pixar ha permitido generar interés más allá de la simple animación para niños de Disney, arrastrando al cine no sólo a los pequeños, sino también a todos aquellos que en su día crecieron con la factoría y ahora se han hecho mayores. Disney parece estar cambiando a mejor en favor a esto, rompiendo sutilmente con el carácter puramente fantástico e infantil y destruyendo mitos como el del villano prototipo o la vida de color de rosa.

Y de hecho, volviendo a ‘Inside Out’, ni siquiera aparece la figura del villano. Para poner en situación a los que aún no conocen la ya coronada como película del verano, ‘Inside Out’ trata la vida de Riley, una niña de Minnesota, desde su nacimiento hasta la preadolescencia a través de su mente y las cinco emociones que la dirigen: Alegría, Asco, Miedo, Ira y Tristeza, siendo Alegría la que toma principalmente los mandos. Un trabajo de cinco años en los que Pete Docter se basó en el crecimiento de su propia hija y en las opiniones de psicólogos especializados en depresión infantil. Se decía, pues, que no hay villano en la película, algo nuevo en una película de Pixar, pero no es del todo correcto. En una primera versión desechada, Depresión actuaba como antagonista en la línea argumental de ‘buenos contra malos’. La decisión de eliminarla del metraje final supone una declaración de intenciones y un acierto: hemos crecido, el mundo ya no se divide en ‘buenos’ y ‘malos’, vamos a cambiar el mensaje. En este sentido, ‘Inside Out’ ofrece una visión más madura y cercana a la realidad que a lo que nos tenían acostumbrados en Pixar.

Inside out

Porque de hecho es la madurez con la que se trata la gestión de las emociones lo que ha conseguido la aprobación unánime de la crítica. Sin dejar de lado el humor y el colorido del cine infantil, es posible dudar de que un niño llegue a entender del todo la película. Puede que el niño ría y llore en las partes destinadas a ello, pero el adulto reflexionará sobre el trasfondo psicológico, y eso no deja de ser un gran mérito para una compañía infantil. Tras un argumento sencillo y a ratos caricaturesco, un mundo de fantasía y las dosis de azúcar propias de este tipo de películas, se esconde un trabajo muy serio sobre el desarrollo psicológico infantil. Podría haber sido un suicidio comercial, pero los límites impuestos al cine para niños son los que mantienen la película en una línea segura. Una especie de ‘Érase una vez…la mente humana’, pero un punto muy a favor para aquellos que hasta entonces se centraban en coches que hablan y monstruos tiernos, y ahora explican con dibujos animados conceptos como la depresión. Esta evolución es la que ha llevado a Pixar hasta donde está, y vale la pena seguir ahondando, seguir recordando a los adultos, seguir haciendo trabajos serios sin perder la frescura inicial. De eso se compone ‘Inside Out’, y de un mensaje final tan real, tan alejado de la utopía blanda del ‘vivieron felices’, que uno no puede menos que reconocer que tras errores catastróficos como ‘Brave’, Pixar aún tiene bagaje para seguir creciendo con el público.

Inside out

Share this post

No existen comentarios

Añade el tuyo