El cine, campo de batalla de lo políticamente correcto
¿Qué demonios ha pasado con el cine? Antes, veías una película para reír, llorar, emocionarte, tal vez aprender algo de historia (o al menos una versión divertida de ella). Pero ahora parece que cada vez que te sientas a ver una película, tienes que asegurarte de no estar ofendiendo a nadie, ni estar cruzando ninguna línea invisible. ¿Cómo hemos llegado a esto? Bueno, es el resultado de algo que han bautizado como la cultura de la cancelación, ese fenómeno moderno que parece disfrutar más silenciando voces que dándoles el beneficio de la duda.
Las estadísticas hablan por sí mismas. Un estudio reciente del Centro de Estudios Políticos de Harvard muestra que el 64% de los estadounidenses temen que la cultura de la cancelación sea una amenaza directa para la libertad de expresión. Y no es para menos. Lo que comenzó en las redes sociales como una forma de responsabilizar a las figuras públicas por sus actos, ha llegado a las puertas del cine, dejando tras de sí una larga lista de películas que, por razones ideológicas, han sido vetadas, retiradas de circulación o simplemente «desaparecidas». Ni siquiera los clásicos están a salvo.
En esta lista de «víctimas», tenemos una serie de películas que no solo son interesantísimas, sino que, de manera irónica, el mismo hecho de ser canceladas les ha dado más visibilidad de la que tendrían si hubieran sido simplemente ignoradas. Así que aquí va un recorrido por algunas de las cintas que la cultura de la cancelación intentó enterrar, pero que seguimos rescatando, porque, al fin y al cabo, ¿quién decide qué está bien y qué no? ¿Twitter? ¿TikTok?
Las películas que «no debes ver» (según las redes sociales)
19El oficial y el espía (J’accuse, 2019), de Roman Polanski

Vamos a empezar con un caso reciente. El oficial y el espía narra el famoso caso Dreyfus, un escándalo de traición militar y antisemitismo en la Francia del siglo XIX. Polanski, ya lo sabemos, no es ajeno a la controversia. Sus problemas legales y las viejas acusaciones de abuso sexual han perseguido su carrera. Aunque esta película fue un éxito en Venecia, las protestas feministas en Francia dificultaron su estreno. Y no solo fue Francia: la industria cinematográfica en varios territorios decidió hacerle el vacío a Polanski.
18La chica danesa (The Danish Girl, 2015), de Tom Hooper

The Danish Girl fue una película que para muchos resultó una puerta de entrada a las historias trans en la gran pantalla. Pero, sorpresa, a la comunidad trans no le hizo gracia que Eddie Redmayne interpretara a Lili Elbe, una pionera transgénero. Reclamaban que debía haberse escogido a una persona transgénero para el papel. Aunque el actor recibió alabanzas por su actuación, algunas plataformas, presionadas por el clamor popular, decidieron retirarla en ciertos países. ¿Estamos diciendo entonces que solo los actores trans pueden interpretar personajes trans? Según ese razonamiento, Ewan McGregor tampoco habría podido interpretar al protagonista de Trainspotting, ya que no era adicto a la heroína. John Hurt no habría tenido derecho a protagonizar El hombre elefante porque no tenía una malformación física. ¿Y qué me dices de Mark Wahlberg en Boogie Nights? No podría haber interpretado a un actor porno, porque no lo es… ¡ni tiene un pene de 33 cm! Y claro, Nicolas Cage no debería haber hecho Leaving Las Vegas, ya que no es alcohólico… bueno, espera, quizás en este caso sí podría haber encajado.
17Magical Girl (2014), de Carlos Vermut

Magical Girl no fue cancelada por su contenido, sino por su director, Carlos Vermut, quien fue señalado en un reportaje de prensa por supuestos comportamientos de violencia sexual. Lo más insólito es que ninguna de las víctimas ha presentado denuncia alguna, pero eso no ha evitado que el director haya sido completamente retirado del circuito cinematográfico en España. Vermut, quien se perfilaba como uno de los talentos más brillantes del cine español, ha visto su carrera destruida, demostrando, una vez más, cómo la cultura de la cancelación no necesita tribunales para pasar sentencia. Irónico, ¿verdad? Un cineasta cuyo trabajo ahonda en los deseos y las sombras humanas, acaba siendo marginado por acusaciones que no llegan a ser juzgadas, pero que son suficientes para eliminarlo del mapa cultural.
16La caza (Jagten, 2012), de Thomas Vinterberg

La caza sufrió la cancelación en algunos países durante el auge del movimiento MeToo. La película trata sobre un hombre acusado falsamente de abuso infantil, un tema que tocó fibras sensibles en un contexto de gran sensibilidad hacia los derechos de las víctimas. Varias plataformas decidieron no proyectarla, a pesar de que Vinterberg presentó una obra que muestra los peligros de las falsas acusaciones. Como siempre, la cancelación parece elegir lo que prefiere ignorar en lugar de abrir un debate complejo.
15Tropic Thunder (2008), de Ben Stiller

Si hay una película que ofende por igual a todo el mundo es esta. Pero, al parecer, lo que más molestó fue el personaje interpretado por Robert Downey Jr., un actor blanco que «interpreta» a un actor negro en la película. Es sátira, claro, pero en los tiempos de lo políticamente correcto, el «blackface», incluso irónico, no tiene cabida. Varias plataformas la retiraron en algunos países.
14Batalla en el cielo (2005), de Carlos Reygadas

Reygadas es uno de esos directores que ama la polémica tanto como ama el cine. Batalla en el cielo incluye escenas de sexo explícito que, sumadas a su ritmo pausado y su estética minimalista, generaron rechazo en algunos círculos conservadores. Varias plataformas retiraron la película por considerarla ofensiva y demasiado gráfica.
13Manhattan (1979), de Woody Allen

Woody Allen, acusado por Dylan Farrow, aunque nunca procesado, ha sido uno de los grandes «cancelados» del cine contemporáneo. Varias plataformas dejaron de distribuir sus películas, y su acuerdo con Amazon se fue al garete. Manhattan, una de sus películas más emblemáticas, se ha visto barrida del mapa en varios países. Lo irónico es que Allen sigue sin condena, pero el juicio público parece haber sido suficiente para condenar sus películas.
12Hardcore (1979), de Paul Schrader

Una película sobre la industria pornográfica siempre iba a levantar ampollas, pero Hardcore fue más allá al explorar los horrores de este mundo a través de los ojos de un padre desesperado en busca de su hija desaparecida. El tratamiento explícito del tema y su enfoque en la explotación llevaron a que fuera retirada de algunas plataformas por su contenido «ofensivo». Pero es que Hardcore no pretendía ser «bonita». ¿Desde cuándo el buen cine tiene que ser cómodo?
11Saló o los 120 días de Sodoma (Salò o le 120 giornate di Sodoma, 1975), de Pier Paolo Pasolini

Pasolini sabía lo que estaba haciendo, y lo hizo a conciencia. Basada en la obra del Marqués de Sade, Saló sigue siendo una de las películas más censuradas y prohibidas de todos los tiempos. Violencia gráfica, tortura sexual y una crítica feroz al fascismo… Lo tiene todo para incomodar a cualquier audiencia, y así lo ha hecho. Prohibida en muchos países y retirada de varias plataformas, Saló no es una película que te vayas a encontrar en tu catálogo de Netflix. Es cine experimental llevado al extremo, y aunque sea difícil de digerir, ¿no es eso lo que debería hacer el buen arte? Desafiarnos.
10Pink Flamingos (1972), de John Waters

Si te molesta Pink Flamingos, probablemente te moleste todo lo que hace John Waters. Esta película underground es famosa por su contenido chocante, incluyendo escenas de zoofilia, canibalismo y demás delicias visuales que no suelen entrar en el paquete de «comedia familiar». Pink Flamingos fue retirada de algunas plataformas debido a su contenido gráfico, aunque Waters siempre ha defendido su película como una sátira y un ejemplo del «mal gusto» llevado al arte. Para algunos es asquerosa, para otros, brillante. Pero si la cancelas, nunca sabrás en qué lado del espectro estás.
9El último tango en París (Ultimo tango a Parigi, 1972), de Bernardo Bertolucci

El caso de El último tango en París es más complicado. La actriz Maria Schneider reveló que la famosa escena de violación con mantequilla no fue consensuada en su totalidad, lo que provocó que la película fuese retirada de algunas plataformas. Es un ejemplo claro de cómo una obra artística puede acabar siendo devorada por la polémica detrás de su realización. Hoy es difícil verla sin pensar en todo lo que ocurrió fuera de las cámaras, pero de ahí a que no puedas verla si quieres, parece un tanto extremo.
8Los demonios (The Devils, 1971), de Ken Russell

Sexo, violencia y religión… una combinación que nunca falla en generar controversia. The Devils es una de las películas más atrevidas y provocativas de los 70, y por supuesto, fue retirada de muchas plataformas debido a su contenido gráfico. Las escenas de orgías y tortura religiosa no eran para todos, y la censura se cebó con ella. Pero lo más fascinante de The Devils es cómo critica la hipocresía de las instituciones religiosas y políticas. Claro, eso es lo que realmente molesta, no las escenas escandalosas.
7Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany’s, 1961), de Blake Edwards

¿Cómo cancelar una de las películas más elegantes de la historia del cine? Fácil, solo necesitas a Mickey Rooney interpretando al Sr. Yunioshi con todos los estereotipos racistas posibles. Y voilà, Breakfast at Tiffany’s ha sido retirada de varios catálogos por este motivo. Pero, ¿quién no quiere ver a Audrey Hepburn con ese vestido negro? ¡Ah, el dilema!
6Peter Pan (1953), de Clyde Geronimi, Wilfred Jackson, Hamilton Luske

Y hablando de cosas que no envejecen bien, vamos con Peter Pan, clásico de Disney que fue cancelado por su retrato de los nativos americanos, que no podría ser más estereotípico. La película fue retirada de las cuentas infantiles de Disney+, aunque sigue disponible con advertencias. Al final, podemos quedarnos sin infancia si seguimos así.
5Dumbo (1941), de Ben Sharpsteen

La misma suerte corrió Peter Pan. Sí, esa tierna historia del elefante volador… y los cuervos racistas. Disney+ eliminó Dumbo de la sección infantil debido a las críticas sobre cómo estos personajes perpetúan estereotipos racistas. Ahora, puedes seguir viéndola en tu cuenta de adulto, pero ¿qué se supone que debe explicar un padre cuando su hijo le pregunte por qué no está disponible en la cuenta de niños? «Porque el elefante volaba, pero no lo suficiente para superar el racismo».
4Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, 1939), de Victor Fleming

Es uno de los clásicos más icónicos de la historia del cine, pero ni Lo que el viento se llevó se ha salvado del radar de la cancelación. En 2020, HBO Max la retiró temporalmente de su catálogo debido a su tratamiento de la esclavitud y su enfoque idealizado del sur de Estados Unidos durante la Guerra Civil. ¿Qué pasa después? La reponen, pero esta vez con una advertencia sobre su contexto histórico. Ahora, ¿de verdad alguien veía esta película pensando que era un documental objetivo sobre la Guerra Civil? Para el caso, ¿tendremos que reponer todos los clásicos con advertencias sobre qué siglo representan?
3El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens, 1935), de Leni Riefenstahl

Este documental de propaganda nazi es probablemente uno de los ejemplos más claros de cine utilizado para fines nefastos. Triunfo de la voluntad fue prohibido en muchos países por su glorificación del régimen nazi. Es complicado hablar de una película así, porque a nivel técnico es brillante, pero su contenido deplorable. Ha sido retirada de la circulación en varios países, pero tiene un gran valor como documento histórico.
2Freaks (1932), de Tod Browning

Un clásico del cine de terror que fue retirado de la distribución durante décadas debido a su representación de personas con deformidades físicas. En su época, fue considerada cruel y explotadora, aunque ahora se ve como una película de culto que desafía las convenciones y humaniza a sus personajes marginados. Freaks fue, en su tiempo, incomprendida y brutalmente cancelada por su audacia. Irónico, considerando que la película trata precisamente de cómo la sociedad «normal» estigmatiza a lo diferente. Si eso no es cine adelantado a su tiempo, no sé qué lo es.
1El nacimiento de una nación (The Birth of a Nation, 1915), de D.W. Griffith

Griffith cambió la historia del cine con El nacimiento de una nación, pero también nos dejó una película que glorifica al Ku Klux Klan y retrata a los afroamericanos de manera profundamente racista. No es de extrañar que haya sido retirada de ciertos catálogos y prohibida en algunas ciudades de EE. UU. Lo curioso es que sigue siendo un hito en la historia del cine por su innovación técnica, aunque su contenido ideológico sea, por decirlo suavemente, detestable. Lo que nos lleva a la gran pregunta: ¿podemos separar el arte de la ideología? Mi opinión es que que sí.
Conclusión: ¿Cancelar o aprender?
Lo que nos enseña la cultura de la cancelación es que ninguna obra de arte está a salvo del escrutinio. El cine, como reflejo de su tiempo, siempre ha explorado temas incómodos, provocadores e incluso ofensivos, y aunque cancelar películas pueda parecer una solución bien intencionada, al final es como querer borrar una parte de nuestra historia cultural. ¿Realmente deberíamos dejar de ver una película porque alguien, en algún lugar, la considera «inadecuada»?
Lo más preocupante es que esta tendencia afecta no solo a lo que vemos, sino a la libertad artística en su conjunto, limitando la capacidad de los creadores para explorar los rincones oscuros de la humanidad o cuestionar normas establecidas. ¿No sería más útil ver estas películas, discutirlas y aprender de ellas en lugar de simplemente hacerlas desaparecer?
El cine no tiene que ser siempre cómodo ni edificante. Es incómodo, provocador, y a veces, desafiante. Y esa es precisamente la esencia del arte: hacernos reflexionar, incluso cuando no nos gusta lo que vemos. Mientras haya cine, habrá historias que contar, y francamente, no todas necesitan ser aprobadas por unanimidad.
Bibliografía
CABRERA PEÑA, K.I. y JIMÉNEZ CABARCAS, C.A., 2021. La cultura de la cancelación en redes sociales: Un reproche peligroso e injusto a la luz de los principios del derecho penal. Revista Chilena de Derecho y Tecnología, vol. 10, no. 2, DOI https://doi.org/10.5354/0719-2584.2021.60421.
DE, C., 2020. práctica de avergonzar públicamente, rechazar y dejar de proporcionar apoyo a las personas percibidas como problemáticas. Wikipedia.org [en línea]. [consulta: 22 octubre 2024]. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_la_cancelaci%C3%B3n.