Samba (2014) – Crítica

Samba

La trayectoria del tándem formado por Olivier Nakache y Eric Toledano se ha caracterizado por una incursión en la comedia que pretende apelar a la inteligencia y sensibilidad del espectador, no solamente a su sentido del humor. De ahí su clara voluntad de compensar los inevitables clichés asociados al género mediante una cierta contención de las situaciones hilarantes. Ello también explica la presencia de tonos o temas serios, que ejercen a guisa de contrapunto de los momentos más disparatados y dotan de una cierta coartada temática a sus películas, en una concepción muy francesa del cine como arte pedagógico por excelencia.

En este sentido, es inevitable asociar su obra a la de su compatriota Coline Serrau, pues ambas filmografías ofrecen una visión amable del género humano mediante historias cotidianas que, a veces, tratan con demasiada simplicidad cuestiones complejas como el machismo, la xenofobia, la alienación de la vida urbana, etc. Y si Serrau concreta dicha visión con un estilo realista característico de aquellos realizadores que en los años 80 y 90 deseaban apartarse tanto del glamour del estándar hollywoodiense como de la experimentación de la Nouvelle Vague, Nakache y Toledano se muestran también hijos de su época y optan por una efectiva estilización formal en la que la fotografía y la música juegan un papel muy relevante.

Samba‘, según lo expuesto, no es la excepción que confirma la regla y, de hecho, muestra las mismas limitaciones que su anterior filme, el exitoso ‘Intocable‘ (2011). Para empezar, el ritmo narrativo de la película resulta muy irregular por culpa de ese deseo comentado de no caer en la broma fácil, lo que hace que algunas de las situaciones más divertidas no tengan suficiente aire para respirar –véanse las escenas que recogen la cotidianidad de la ONG que asiste a los emigrantes–, mientras que, por el contrario, los instantes dramáticos resultan impostados dada la superficialidad con la que se toca el tema central del relato –la inmigración en Europa– y de las soluciones Deux ex machina que se proporcionan.

Asimismo, a ello también contribuye la esquemática caracterización de los personajes secundarios; y es que, en realidad, igual que sucedía en su cinta anterior, incluso el coprotagonista de la historia no se halla tan bien desarrollado como debiera, al menos en comparación con la complejidad psicológica que en ambas piezas tienen los dos papeles encarnados por el actor fetiche de este dúo, Omar Sy. Diríase, por tanto, que los directores han confiado en el carisma y el talento de dos grandes intérpretes del celuloide francés –François Cluzet como Philippe en ‘Intocable‘ y Charlotte Gainsbourg como Alice en ‘Samba‘– para que, con su mera presencia, sirvan de convincente réplica al personaje principal del relato, y por ello quedan desdibujados más allá de ejercer como catalizadores de las respectivas epifanías de Driss y Samba, los protagonistas de los dos filmes.

Por otro lado, el elemento emotivo que en ‘Intocable‘ se concretaba en una relación fraternal entre dos hombres separados por un abismo social y cultural, aquí muta en la mucho más convencional historia de amor entre un hombre, el inmigrante ilegal senegalés Samba, y una mujer, la voluntaria social que le ayuda, Alice, víctima de una serie de problemas emocionales por culpa de su estresante trabajo de ejecutiva. No es difícil ver que Alice es la otra cara de Philippe, seres humanos que en apariencia lo tienen todo pero cuyo destino desmentirá tal impresión. Y si bien es encomiable la idea subyacente de que son más las cosas que nos unen con nuestros semejantes que las que nos separan, aunque a primera vista pueda parecer lo contrario, ello está planteado con tal ingenuidad que se tiene la impresión de asistir a un remedo moderno del peor Capra.

En definitiva, ‘Samba‘ ofrece más de lo mismo respecto a lo visto previamente de sus autores en general y a ‘Intocable‘ en particular. Y aunque tal vez tenga alguna secuencia de mayor fuerza que su predecesora –léase, por ejemplo, el asalto de los ladrones en el centro comercial–, dado el componente de denuncia social que atesora, es menos divertida, intenta tomarse más seriamente lo que explica y por eso mismo deviene menos verosímil. Bien es verdad que el deficiente uso de recursos discursivos como la cámara lenta o las elipsis narrativas tampoco contribuye a darle solidez a la cinta, que avanza mecánicamente hacia un desenlace que pretende no ser predecible pero que, en el fondo, lo es. Así que, sin caer en lo vulgar ni en el mal gusto, sin insultar la inteligencia del espectador pero tampoco sin estimularla, ‘Samba‘ es un filme tan agradable de ver como fácil de olvidar, recomendable solamente para los amantes de Lasse Halström o los incondicionales de ‘Intocable‘.

Samba

Sinopsis Samba está dispuesto a hacer lo que sea necesario para conseguir los papeles, mientras que Alicia intenta recuperar su vida… hasta que el destino los junta.
País Francia
Director Olivier Nakache, Eric Toledano
Guión Olivier Nakache, Eric Toledano
Fotografía Stéphane Fontaine
Reparto Omar Sy, Charlotte Gainsbourg, Tahar Rahim, Izia Higelin, Yilin Yang, Jules Abel Logel, Issaka Sawadogo
Productora Gaumont / Quad Productions / Ten Films
Duración 115 min.
Género Comedia
Título original Samba
Estreno 27/02/2015

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Calificación5.5
5.5

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Elisenda N. Frisach

Filóloga y editora de profesión y escritora de vocación, le apasiona el arte en general, sobre todo el cine, la literatura y la pintura. Por eso ha colaborado en diversos medios de comunicación como crítico de arte (reseñas de discos y conciertos, películas y festivales, exposiciones, libros...). Se autocalifica de humanista, y no de ingenua, al creer en el poder del amor, la verdad, la ética y el humor. Ideológicamente, sus principales influencias son Gandhi y Schopenhauer, mientras que le fascina la cultura rusa (Dostoievski,Tarkovski, Agmatova...).

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