El realismo cinematográfico, la abstracción y la síntesis dramática son solo algunos de los pilares que comparten el cine y el teatro. La riqueza de las artes escénicas va más allá de la ficción. El cine como el teatro permiten expresar de forma viva y directa lo que supone el arte de la expresión del individuo. Como decía Lorca, “el teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana.”
Ambos constituyen un idioma artístico que contiene tantos lenguajes como sustancias de expresión: imagen, lenguaje hablado y escrito, música, sonido… Sin embargo, cada una de las artes posee unas características específicas que la diferencian de la otra.
Diferencia entre teatro y cine
Las artes escénicas dan valor a aquello simbólico de la historia para conectar con el espectador en vivo y en directo. La interpretación de los conflictos intrínsecos de los personajes a través del diálogo y la decoración de la escenografía establecen una realidad estilizada sobre el escenario.
Por el contrario, los personajes de las películas cinematográficas constituyen un elemento más del espacio visual. La experiencia humana del cine tiende a ser uno de los ingredientes más importantes de la realidad que se pretende transmitir. Mientras que en el teatro la proximidad con el público es uno de sus puntos fuertes, el cine tiene la capacidad de que el espectador se sumerja en la historia de los protagonistas.
Historia: Adaptaciones cinematográficas
Las adaptaciones de diferentes obras cinematográficas nacen con el fin de crear un significado a la historia, un delicado y cuidado engranaje para que estas se conviertan en un espectáculo real y emocionante.
Miles de obras de ficción han sido adaptadas al teatro desde el comienzo de esta industria cultural. Además, muchas de ellas provienen de la historia de obras literarias. Entre las primeras adaptaciones del siglo XIX, encontramos el trabajo del cineasta francés George Méliès con la obra La Cenicienta, de los hermanos Grimm y King John.
Asimismo, las obras de Shakespeare constituyeron una de las principales fuentes de adaptación cinematográfica en muchos idiomas. Una de las primeras fue la obra The Taming of the Shrew, protagonizada por Mary Pickford y Douglas Fairbanks, publicada en 1929.
La consolidación de la industria cinematográfica en España vino de la mano de algunos de los dramaturgos más importantes de la literatura española. Con el fin de añadir prestigio artístico, se adaptaron varias obras de autores clásicos como Cervantes, Zorrilla o Guimerà.
Actualidad: Del cine al escenario
Durante las últimas décadas, la transferencia artística se ha convertido en un proceso bidireccional. Actualmente, el cine es una de las industrias más importantes del ocio y el entretenimiento a nivel mundial. La evolución de las nuevas tecnologías y las recientes tendencias de consumo han derivado en que sean muchas películas cinematográficas las que se conviertan en obras teatrales, contrariamente a lo que ocurría antiguamente.
Este es el caso del gran musical de El Rey León. Una súper producción teatral basada en la película de 1994 producida por Walt Disney que aterrizó en Madrid hace ya más de una década. El escenario del Teatro Lope de Vega se convierte en la sabana africana y reúne a 21 músicos y 53 actores. La obra teatral recrea la historia de los leones Mufasa y Sarabi con unas increíbles escenografías y coreografías. Un clásico de la industria del cine infantil apto para los verdaderos amantes del teatro.
A pesar del cambio en la industria cultural, la sinergia entre literatura y teatro sigue estando presente aún en nuestros días. Los Pilares de la Tierra, inspirada en el best seller de Ken Follet publicada en 1989, rompe con la adaptación teatral tradicional. Gracias a su sorprendente puesta en escena con sonidos envolventes y proyecciones 360, se convierte en una experiencia completamente inmersiva para el público. Este novedoso concepto teatral revolucionario se estrenará el próximo mes de octubre en el Teatro Calderón de Madrid.
La comedia y la sátira son algunos de los géneros más representados en los escenarios de nuestro país. El Método Grönholm de Jordi Galcerán, llega a los escenarios repleto de risas. Una despiadada sátira sobre la ambición y los principios que cuenta la historia de cuatro protagonistas en busca de un nuevo trabajo. La astucia, la crueldad y la falta de escrúpulos se convertirán en el hilo conductor de la trama. Una comedia hilarante de la mano del director Tamzin Townsend se establece en el Teatro Cofidis de Madrid este verano.