Captain Fantastic (2016), de Matt Ross – Crítica

Captain Fantastic

«Captain Fantastic ha sido definida como “drama familiar”, pero es mucho más que eso. El componente dramático está presente y constituye el eje central en torno al cual gira la trama, pero nos equivocaríamos si pensáramos que es una película tristona, desgarradora o depresiva.»

En EEUU existe una extraña raza de “survivalistas”, gentes que rechazan el american way of life y desconfían de cualquier aspecto de la modernidad. A la vista de que el sistema educativo norteamericano no atraviesa su mejor momento, cabe decir aquello de que, no solamente no des-asna, sino que (dado que los tiroteos en las aulas son cada vez más habituales) puede ser perjudicial para la salud, hay padres que enseñan a sus hijos directamente, sin pasar por la escuela, no sólo las materias, sino incluso a pensar. No creen ni en Dios, ni en el Diablo (algo que en los EEUU tiene mérito), ni los veréis por los supermercados y ni en los centros comerciales. Sus hijos juegan como lo que son, niños, pero nunca con videojuegos. Y la tecnología más sofisticada que utilizan es un cuchillo de caza a lo Rambo.

Captain Fantastic tiene como tema el destino de una familia concebida con estos parámetros. La película se estrenó el 23 de enero de 2016 en el festival de SunDance y más tarde en Cannes haciéndose acreedora del Premio al Mejor Director. Las críticas que ha recibido en su país de origen (que algo deben de saber sobre este estilo de vida) fueron positivas, confirmando, no solamente el buen hacer del director, sino también el de Viggo Mortensen y de los seis jóvenes actores que asumen el papel de sus hijos. Los diez minutos de ovación espontánea que le regaló el público de Cannes, fueron el mejor indicativo de que la película sería bien acogida en Europa.

Esta producción será del agrado de todos aquellos nostálgicos de la vida natural y que alguna vez han tenido la tentación de irse a vivir al campo. Gustará también a los que se sientan decepcionados con el estilo de vida urbano y con los que quieran asumir directamente la educación de sus hijos en lugar de confiarlos a ese parking de niños y adolescentes que es el sistema de enseñanza. Encantará a quienes se muestran críticos con el sistema de vida americano y a los desencantados de la modernidad. Sí, ya sé que todos ellos, sumados, son exiguas minorías que no explican el cómo una película de este tipo, consiguió a las pocas semanas cubrir los costes de producción y en la actualidad, cuando lleva ya un trimestre de exhibición, ha terminado siendo un buen negocio para la productora (Electric City Entertainment). El éxito de esa película se basa en que está bien construida y todo en ella es irreprochable. De ahí que además de a las minorías que antes hemos enumerado, sea susceptible de gustar a esa inmensa mayoría de público que suele visitar las salas de cine en busca de entretenimiento.

La película ha sido definida como “drama familiar”, pero es mucho más que eso. Indudablemente, la componente dramática está presente y constituye el eje central en torno al cual gira la trama, pero nos equivocaríamos si pensáramos que es una película tristona, desgarradora y depresiva. Por el contrario, es optimista, nos dice que ese el estilo de vida que el padre Ben (rol asumido por Mortensen) ha impuesto durante diez a años a su familia, viviendo en los bosques del noreste de los EEUU, no los ha convertido en un conjunto freaky de resentidos e inadaptados o, simplemente, de outsiders, sino, por el contrario, los muestra como mucho mejor preparados para afrontar la vida moderna y más competitivos en todos los terrenos que sus compañeros de generación.

El núcleo familiar protagonista es, pues, una familia anómala en relación a la inmensa mayoría de familias norteamericanas, pero, al mismo tiempo, una familia feliz y preparada. No es, desde luego, una célula conformista como la que vimos en aquella seria The Brady Brunch (1969-1974, La tribu de los Brady) o como aquella otra familia española feliz del franquismo que fue La gran familia (1962), ni mucho menos como la “familia trap” de The Sound of Music (1956, Sonrisas y Lágrimas). Es una familia en la que papá Mortensen ha endurecido a sus hijos, ha velado desde que nacieron por darles una educación pura y dura, que ha hecho de ellos, hombres y mujeres sensibles, pero de una pieza. Si alguien les levanta la mano, ellos son más rápidos en machacarle el estómago. Pacíficos, no pacifistas. Esa dureza se muestra en que en los bosques donde han vivido por diez años, si querían comer, debían cazar. No es raro que la película tenga un punto no apto para almas sensibles: el padre regala a sus hijos en su cumpleaños cuchillos de caza. Los hijos son diestros en el manejo de estas filosas armas y con el arco y las flechas. Matar un animal con sus propias manos es el signo de que han dejado de ser adolescentes y se han convertido en hombres. Les han enseñado a decir siempre la verdad y les han preparado intelectualmente para entrar en las mejores universidades.

Cuando descienden a la ciudad y se ven obligados a convivir con otras familias; son y se sienten diferentes, pero no marginados: destacan por su “estilo”, no por sus perjuicios. Verdaderas máquinas de sobrevivir, no entiende el porqué su generación pierde horas y horas ante video-juegos extremadamente violentos pero son incapaces de matar una gallina para asarla; sienten perplejidad ante la “comida basura” que tanto engancha a la mayoría (asumen, cuando ven a gente de su generación afectada de gordura mórbida que están “enfermos”). Saben estar en silencio y dominan el arte de la lectura y de la conversación, experimentan a diario la sensación de unión y alegría cantando juntos. Viven sin electricidad, pero con armonía. Quieren despedir a sus muertos (porque hay muertos, no en vano hay un andamiaje dramático en la cinta) como esos muertos quisieran ser despedidos, no como imponen las convenciones sociales. En incluso cuando están en la ciudad, su dieta no es la habitual en zona urbana, fast-food a porrillo, sino equilibrada, serena y natural. A pesar de no haber ido a la escuela, sus padres les han enseñado los conocimientos esenciales que todo americano debe saber sobre la constitución, la legislación y su nación. Son fuertes, en una palabra: fuertes físicamente, fuertes humanamente, fuertes culturalmente. Están, pues, en forma física, mental y espiritual. ¿Qué padre no ha querido un resultado así para sus hijos?

Buena parte de la película ha sido filmada en el Estado de Washington (a no confundir con la ciudad de Washington), en el extremo noroeste de los EEUU. Ha sido escrita y dirigida por Matt Ross, director norteamericano del que, hasta ahora, solamente ha llegado a España 28 Hotel Rooms (2012), bien acogida por la crítica, pero que pasó prácticamente desapercibida. Su nueva película, Captain Fantastic, es muy superior y con ella, de momento, lleva cosechados cinco premios internacionales. Ross ha ejercido también como actor de reparto y su rostro nos es conocido por apariciones en American Psycho (2000), Buenas noches y buena suerte (2005), El aviador (2004) y en varias series de televisión (CSI Miami [2006], American Horror Story [2011], SiliconValley [2014]…).

Viggo Mortensen da la talla en el papel protagonista y sus seis hijos, rostros casi todos ellos desconocidos en el cine, cumplen con creces con sus papeles. Frank Langella, asume con credibilidad su papel de abuelo. Y entre los actores de reparto cabe citar a Missi Pyle, un rostro habitual en series televisivas cuyo papel como “Señorita Pasternack” en Dos hombres y medio, merece ser recordado.

No todo es drama y supervivencia en la película. Hay algún guiño humorístico como celebrar el “Día de Noah Chomsky” en lugar de celebrar la Navidad o el Día de Acción de Gracias. Chomsky es, sin duda, el intelectual disidente más famoso de los EEUU en la actualidad.

Una película bien realizada, mejor concebida, dignamente interpretada y en la que sería difícil encontrarle algún pero. Si la va a ver, le entretendrá. Incluso le hará pensar.

Captain Fantastic

Sinopsis Ben es un padre que ha pasado diez años viviendo en los remotos bosques situados al noroeste del Pacífico criando a sus seis hijos. Sin embargo, un día la familia debe abandonar su modo de vida en la naturaleza y volver a la civilización. Asimilar su nueva situación y adaptarse de nuevo a la sociedad moderna no les va a resultar nada sencillo.
País Estados Unidos
Director Matt Ross
Guión Matt Ross
Música Alex Somers
Fotografía Stéphane Fontaine
Reparto Viggo Mortensen, Missi Pyle, Kathryn Hahn, George MacKay, Steve Zahn, Hannah Horton, Trin Miller, Samantha Isler, Annalise Basso, Nicholas Hamilton, Ann Dowd, Shree Crooks, Erin Moriarty, Charlie Shotwell, Frank Langella
Género Drama
Duración 118 min.
Título original Captain Fantastic
Estreno 23/09/2016

Trailer

Calificación7
7

Share this post

Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

2 comments

Añade el tuyo
  1. grihan drull 2 junio, 2018 at 01:01 Responder

    pues a mi me pareció un pedazo de truño descomunal propio de la infantilizacion y superficialidad mendruguil que cubre todo.

Publica un nuevo comentario