Don’t fuck with the PEAKY BLINDERS

Peaky Blinders

Hace ya tiempo que los británicos se ganaron todos mis respetos cinéfilos, pero desde hace unos años están mostrando al mundo el poder televisivo que poseen: ‘The Office‘ (más conocida su adaptación estadounidense), ‘Black Mirror‘, ‘Utopía‘, ‘Downton Abbey‘ o ‘Sherlock‘ son algunas de las producciones más premiadas y valoradas por la crítica.

En 2013, el canal BBC Two estrenó ‘Peaky Blinders‘, una serie que no debería pasar desapercibida.
En la ciudad industrial de Birmingham nos encontramos con un panorama triste y deprimido en el que los hombres recién llegados de la Primera Guerra Mundial recuperan sus vidas y trabajos e intentan superar los traumas que han regresado con ellos. Thommas Shelby, interpretado magistralmente por Cillian Murphy, es el ambicioso jefe de la banda que da nombre a la serie y que dirige el negocio familiar, un local de apuestas hípicas ilegales. Un robo casual de armas pone a la ciudad en el punto de mira del Gobierno Británico. Un jovencísimo Winston Churchill será el que envíe al inspector Campbell, otra brillante interpretación de Sam Neill, para recuperarlas e impedir que acaben en manos del IRA.

Peaky Blinders

Steven Knigth, creador y guionista de la serie, nos presenta unos personajes muy ricos y una trama principal interesante. La primera temporada consta de seis episodios, los tres primeros fueron exquisitamente dirigidos por Otto Bathurst, reconocidísimo por la dirección del impactante primer episodio de ‘Black Mirror‘; y los tres últimos por Tom Harper (‘Misfits‘). La música anacrónica (Nick Cave, The White Stripes…), la elegante dirección y la excelentísima interpretación de cada uno de los actores compensan con creces la lentitud del guión en alguna de sus partes.
Este ligero sopor desaparece completamente en la segunda temporada. En estos seis capítulos dirigidos por el experimentado Colm McCarthy, Tommy tratará de expandir y legalizar sus negocios en Londres. En su camino se encontrará con otros líderes de bandas, Darby Sabini, un Noah Taylor más que aceptable, jefe del crimen organizado italiano en Londres, que controla las apuestas en todos los hipódromos del sur del país, y Alfie Solomons, interpretado por el chico de moda que no decepciona Tom Hardy, líder de la banda de criminales judíos, con base en Camden Town. Además, en la vida de Tommy se cruzará una nueva historia de amor de mano de una aristócrata entrenadora de caballos que tratará de hacerle olvidar a la dulce Grace.

Se nota que en esta última temporada han ido a por todas y aquellos que la criticaron han tenido que rectificar. Una serie elegante y cuidada al detalle, desde los cortes de pelo hasta la exquisitez de cada plano, que entretiene e inspira. Más que recomendable para los amantes de la temática gángster, los años veinte…y para los que no también.

La serie ha sido denominada por la prensa como la ‘Boardwalk Empire‘ británica, a la cual no tiene nada que envidiar. La BBC Two anunció una tercera temporada que se espera para este año. Knight ha comentado en varias entrevistas que quiere conducir la trama de los Shelby hasta la Segunda Guerra Mundial, período en el que Tommy será conocido como Sir Thomas Shelby.

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