El sueño de Ellis

El sueño de Ellis

James Gray estrena con El sueño de Ellis su quinta película. Ya han pasado 20 años desde que rodó Cuestión de sangre (Little Odessa), su opera prima, y hasta hoy siempre había mejorado su trabajo anterior. Con La noche es nuestra (2007) dio un claro salto en su carrera, entregándonos una interesantísima mezcla de thriller policiaco y drama familiar. Tan sólo un año después, nos sorprendía con Two Lovers, un drama romántico, triste, contradictorio e inmenso.

Ahora llega El sueño de Ellis, donde podemos observar los esfuerzos de Gray por superarse de nuevo, una ambición quizá demasiado grande que no llega a alcanzar.

La producción es exquisita, igual que su ambientación, cuidada hasta el último detalle. Sus tonos apagados, marrones y amarillos, nos retrotraen a Érase una vez en Ámerica, película referente del director, y con la cual comparte más de lo que pudiera parecer. Aquella, al igual que esta, evidencia esas ansias del director por ir más allá. Para ello, Sergio Leone contó y ahora James Gray cuenta con un gran presupuesto y una historia muy personal (ambos intervinieron de forma activa en sus respectivos guiones). El director italiano logró una de las mejores películas de la historia, y es aquí donde Gray pretende jugar.

Este es el gran problema de El juego de Ellis: su excesiva ambición. Su forma, sus pretensiones parecen amordazar la película y ahogar su expresividad. La película parece llevar un peso demasiado grande.

Los personajes son interesantes en su contrariedad (algo muy típico del director). Me gusta como están perfilados los dos personajes masculinos, egoístas pero a la vez capaces de amar por encima de cualquier cosa, poseedores de una maldad tan grande como lo es su bondad. Sin embargo, la protagonista me crea más dudas. Nos identificamos al instante con ella y su situación, pero su pasividad y frialdad me irritan y me alejan de ella poco a poco. Para mí, siendo el personaje más «bueno», me parece el menos humano. Sólo tiene un objetivo: recuperar a su hermana. Lo demás lo afronta casi con indiferencia.

Hay momentos hermosos e imágenes bellísimas, pero sólo durante los últimos 20 minutos admiro a El sueño de Ellis. Es entonces, en su desenlace, cuando la película alcanza las cotas más altas de emoción y belleza, acercándose a lo que pretendía ser.

El sueño de Ellis

País Estados Unidos
Director James Gray
Guión James Gray, Ric Menello
Música Chris Spelman
Fotografía Darius Khondji
Reparto Marion Cotillard, Joaquin Phoenix, Jeremy Renner, Angela Sarafyan, Antoni Corone, Dylan Hartigan, Dagmara Dominczyk
Productora Kingsgate Films / Worldview Entertainment / Keep Your Head Productions
Duración 117 min.
Género Drama
Título original The Immigrant
Estreno 27/06/2014
Sinopsis En 1921, Ewa y su hermana Magda dejan su Polonia natal y emigran a Nueva York. Cuando llegan a Ellis Island, a Magda, enferma de tuberculosis, la ponen en cuarentena. Ewa, sola y desamparada, cae en manos de Bruno, un rufián sin escrúpulos. Para salvar a su hermana, Ewa está dispuesta a aceptar todos los sacrificios y se entrega resignada a la prostitución. La llegada de Orlando, ilusionista y primo de Bruno, le devuelve la confianza y la esperanza de alcanzar días mejores. Con lo que no cuenta es con los celos de Bruno.

Trailer

Calificación6.5
6.5

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

2 comments

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  1. Luis Betrán 1 julio, 2014 at 08:34 Responder

    Con James Gray se plantea una cuestión tan propensa a divergencias como antigua : el fondo y la forma. Gray filma siempre excelentemente pero lo que cuenta ya es otra historia. Suele partir de guiones infumables y que en el caso de «El sueño de Ellis» linda con el disparate, Desde «Little Odessa» su tema recurrente es la familia entendida como una institución que debe ser inviolable («Two lovers», «We own the night») y a la que se añaden añaden toques patrioteros y/o religiosos. Su caso es parecido al de Terrence Malick (el pretendidamente Stanley Kubrick del tea party, ay que risa). En «El sueño de Ellis» prescinde de las barras y estrellas (We own the night) pero no de la religión. Marion Cottillard es polaca y, por tanto católica. Por el hecho de haber abandonado a su hermana y haberse entregado a un proxeneta, tendrá que pecar y cumplir una penitencia. Más una confesión en el último segmento de la película lavará sus culpas. Su absolución no provendrá del sacerdote sino del repulsivo Phoenix que, por la gracia de Dios, se volverá bueno y renunciará a su amor dejando que Cotillard retorne a Polonia – la fe católica – . y, naturalmente con su hermana. El personaje de Jeremy Renner no se sabe muy bien que pinta en este melodrama tan pío. Lo eliminamos y ya está. Magníficamente ambientada y realizada con el virtuosismo consustancia a James Gray – que no a Terrence Malick – «El sueño de Ellis» es, sobre todo, Marion Cotillard, más bella y mejor actriz actriz que nunca. Discrepo con Phoenix, trás su sobria composición en la tontería esa de «Her», vuelve a las andadas de la no menos boba «The master». Esta película y la estupidez esa de los vampiros de Jim Jarmusch serán aclamadas por los de 40 años para abajo porque así lo han ordenado «Cahiers du Cinéma» y sus clones españoles. No discutiré por ello. Es mi opinión y nada más que mi opinión. Tan válida como cualquier otra. Tampoco nadie debe darse por aludido cuando escribo palabras como tonterías, estupidez y boba. Mi recomendación, allá cada cual, es ver una película sin haber leído antes nada sobre ella. Mucho menos «Caimán» o «Dirigido», revistas entregadas – ¿a cambio de qué? – a la más delirante propaganda de todo aquello que sea estadounidense. Y por supuesto practicando el culto a la personalidad en la figura de Jean-Luc Godard, el mismo que ha pedido el voto a los franceses para Marine Le Pen. Algo huele a podrido en Dinamarca.

    Cordiales saludos

  2. Arturo G. Maiso 1 julio, 2014 at 11:01 Responder

    Luis, hablas claro y me gusta. Con algunas cosas estoy de acuerdo y con otras no tanto. Tu visión de James Gray la comparto en parte.

    Al igual que tú, pienso que es un excelente director, pero no creo que sea un mal guionista. Es cierto que introduce elementos patrióticos y religiosos en sus películas, algo que a muchos no nos agrada en demasía. Pero si eres capaz de abstraerte de ello, te encuentras con personajes contradictorios, bondadosos y mezquinos a la vez, que al menos a mí me resultan verosímiles y muy atractivos.

    El sueño de Ellis es decepcionante, sin duda. Pero La noche es nuestra era muy efectiva, y Two Lovers genial.

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