La película La virgen roja (2024), de Paula Ortiz, ha vuelto a poner en el foco uno de los episodios más oscuros y fascinantes de la historia reciente de España: el asesinato de Hildegart Rodríguez Carballeira, una joven prodigio que fue moldeada por su madre, Aurora Rodríguez, para ser «la mujer del futuro» y que terminó siendo asesinada por ella. Pero ¿qué hay detrás de este hecho que combina ambición, locura y tragedia? Vamos a adentrarnos en la historia real que inspiró este film, centrado en una relación madre-hija dominada por el autoritarismo, el abuso y la crueldad.
La historia real detrás de la película
Un proyecto ambicioso: la vida de Hildegart Rodríguez

Hildegart Rodríguez Carballeira nació el 9 de diciembre de 1914 en Madrid como parte de un plan utópico concebido por su madre, Aurora Rodríguez. Aurora no deseaba ser una madre convencional, sino una creadora, una escultora de carne y hueso que, a través de Hildegart, esperaba liberar a la humanidad de la opresión patriarcal y elevar a las mujeres a un nuevo estatus. Desde el nacimiento, Hildegart fue sometida a un riguroso control en su crianza, siguiendo estrictas pautas que la madre diseñaba para que se convirtiera en una figura política y social de gran relevancia.
Hildegart cumplió con creces las expectativas de su madre: hablaba desde los 8 meses, leía a los dos años y a los 13 ya estaba matriculada en la universidad. Publicó más de quince libros sobre temas tan avanzados para su época como la sexología, el feminismo y la reforma sexual, y era reconocida por figuras intelectuales como H.G. Wells.
Aurora no deseaba ser una madre convencional, sino una creadora, una escultora de carne y hueso que, a través de Hildegart, esperaba liberar a la humanidad de la opresión patriarcal.
Sin embargo, también era una muchacha atormentada
Detrás de todos estos logros, Hildegart era una joven profundamente infeliz. La estricta educación y el control obsesivo de Aurora le habían privado de la capacidad de vivir una vida normal. Desde pequeña, no conocía la espontaneidad ni la libertad, y creció aislada de cualquier afecto genuino que no proviniera de su madre. Este aislamiento emocional se intensificó cuando Hildegart comenzó a buscar su independencia, un deseo que Aurora veía como una amenaza a su «proyecto» de vida. Esta opresión afectó gravemente la psique de Hildegart, quien, aunque intelectualmente brillante, vivió sus últimos años como una prisionera de las expectativas de su madre.
Aurora Rodríguez: la mente detrás del proyecto

Aurora Rodríguez era una mujer con una visión singular. Proveniente de una familia burguesa de Ferrol, dedicó su vida a estudiar teorías de eugenesia y perfección humana, creyendo firmemente en que podía «crear» al ser humano ideal. Obsesionada con moldear a su hija, Aurora estableció una relación asfixiante y controladora, donde cada aspecto de la vida de Hildegart estaba planificado al milímetro.
Aurora consideraba a Hildegart como su creación, su obra maestra. Pero esta obsesión derivó en celos enfermizos cuando Hildegart, al llegar a la mayoría de edad, comenzó a mostrar deseos de independencia. La joven buscaba emanciparse de su madre, explorando su libertad tanto en el ámbito personal como en el político, lo que desencadenó una lucha de poder entre ambas.
Aurora fue diagnosticada con un trastorno psicótico, manifestado principalmente en su obsesión por la eugenesia y la perfección.
El perfil psicológico de Aurora
Según el análisis psiquiátrico de Aurora Rodríguez, recogido en El manuscrito encontrado en Ciempozuelos, Aurora no era una mujer simplemente autoritaria, sino que sufría de delirios de grandeza y paranoia. Tenía una creencia inquebrantable en su capacidad para «diseñar» a un ser humano perfecto, lo que la llevaba a justificar su control absoluto sobre Hildegart. El documento detalla cómo Aurora fue diagnosticada con un trastorno psicótico, manifestado principalmente en su obsesión por la eugenesia y la perfección, lo que finalmente la llevó a cometer el filicidio como una forma de «purificación» cuando percibió que su hija la traicionaba.
El asesinato de Hildegart: un trágico desenlace

El 9 de junio de 1933, en un episodio que aún estremece, Aurora Rodríguez disparó a su hija mientras esta dormía, matándola al instante. Las razones del asesinato fueron claras para Aurora: si Hildegart no podía cumplir el destino que ella había planeado, prefería destruirla antes que dejarla en manos de «influencias externas». Después del asesinato, Aurora no mostró arrepentimiento alguno y, durante el juicio, defendió sus acciones como un acto necesario para preservar la pureza de su creación.
Podéis ver aquí la noticia del asesinato publicada en el periódico Luz el día 9 de junio de 1933.
Detalles del asesinato y momentos previos
Horas antes de cometer el asesinato, Aurora mostró una frialdad escalofriante. Ordenó al ama de llaves que se fuera, sugiriendo que ella y Hildegart emprenderían un largo viaje. Sin embargo, en cuanto se quedó sola en la casa, fue directamente al cuarto de su hija y le disparó cuatro veces: tres en la cabeza y una en el corazón. Inmediatamente después, se dirigió a la casa del abogado Juan Botella Asensi para confesar lo que había hecho. Aurora afirmó que había «matado el cuerpo» de Hildegart, pero no su esencia, ya que esta siempre le pertenecería.
La película La virgen roja (2024): Paula Ortiz lleva la tragedia a la pantalla
El estreno de La virgen roja ha traído una nueva mirada sobre esta historia. Paula Ortiz, directora conocida por su obra poética y visualmente deslumbrante (La novia), ha convertido la relación entre Aurora e Hildegart en un «cuento gótico», donde el control materno se muestra de forma aterradora. Najwa Nimri encarna a una Aurora obsesiva y fría, mientras que Alba Planas interpreta a Hildegart, atrapada en una lucha por liberarse del yugo materno.
La película se estrenó en el Festival de San Sebastián de 2024 y ha sido recibida con críticas positivas, destacándose la interpretación de Nimri y la dirección visualmente potente de Ortiz.
Diferencias entre la película y la realidad

Aunque La virgen roja sigue de cerca la historia real, se toma algunas licencias narrativas para acentuar el dramatismo de la relación madre-hija. Uno de los elementos más destacados es el uso de símbolos visuales, como el maniquí que se va desmoronando a lo largo de la película, una metáfora del control de Aurora sobre Hildegart.
¿Quiénes fueron Abel Vilella, Macarena y Guzmán en la vida real?
Abel Vilella es un personaje real que mantuvo una relación cercana con Hildegart. Según los estudios históricos, su relación con Hildegart fue una de las razones del creciente conflicto entre madre e hija, lo que llevó a que Aurora intentara controlarla aún más.
En cuanto a Guzmán, este personaje también existió, pero no exactamente en los términos que se presentan en la película. Eduardo de Guzmán, periodista y escritor, fue una figura relevante en la vida de Hildegart y Aurora. De hecho, escribió la famosa obra Aurora de sangre, que narra la vida y muerte de Hildegart. Guzmán fue una figura importante en los círculos políticos e intelectuales de la época, pero en la película se toma cierta libertad creativa al mezclar aspectos de su rol como editor y su proximidad a Hildegart.
Según los estudios históricos, la relación de Abel Vilella con Hildegart fue una de las razones del creciente conflicto entre madre e hija.
¿Conspiró Aurora para que detuvieran al novio de Hildegart?
En la película se sugiere que Aurora manipuló la situación para que arrestaran a Abel Vilella, el hombre que estaba ayudando a Hildegart a explorar su independencia emocional y sexual. Si bien no hay evidencia histórica que confirme esta conspiración exacta, es cierto que Aurora percibía cualquier intento de Hildegart de relacionarse con otras personas como una amenaza y no dudaba en tomar medidas extremas para evitarlo.

Aspectos positivos de La Virgen Roja
Uno de los aspectos más notables de La virgen roja es la maestría con la que Paula Ortiz convierte una historia inquietante en una obra visualmente deslumbrante. La directora logra mantener el equilibrio entre lo estético y lo emocional, sin sacrificar la complejidad psicológica de los personajes. Najwa Nimri ofrece una interpretación magistral de Aurora, llevando al personaje a un nivel de obsesión fascinante y cautivador. Los símbolos visuales, como el maniquí que se desmorona, capturan el control absoluto de Aurora sobre su hija de forma poética y desgarradora. La película invita a una reflexión sobre el poder, la manipulación y las relaciones maternas tóxicas.
Aspectos negativos de La Virgen Roja
Aunque algunos críticos han mencionado las libertades que la película se toma con la cronología de los hechos, es precisamente esta licencia narrativa lo que permite a Ortiz explorar con mayor profundidad las emociones y el impacto psicológico de los personajes. Estas decisiones artísticas, lejos de ser un defecto, enriquecen la atmósfera gótica de la película y realzan su carácter simbólico, alejando la historia de una mera biografía y transformándola en una experiencia visual y emocional. Además, aunque algunos espectadores puedan tener dificultades para empatizar con Hildegart, esa frialdad y distancia también son una representación fiel de su lucha interna, lo que añade una capa adicional de complejidad al personaje.
Estas decisiones artísticas enriquecen la atmósfera gótica de la película y realzan su carácter simbólico, alejando la historia de una mera biografía y transformándola en una experiencia visual y emocional.
Valoración final de la película
La virgen roja es una película muy interesante que logra combinar el rigor histórico con una visión artística absorbente. Paula Ortiz ha creado una obra que no solo cuenta una historia, sino que la eleva a un nivel casi mítico, gracias a su dirección visual y las potentes interpretaciones de su reparto. La película consigue capturar la esencia de una tragedia única y reflexiona de manera poderosa sobre el control, la ambición y las relaciones maternas destructivas.
Otras representaciones de la historia de Hildegart

Además de La virgen roja, la historia de Hildegart ha sido llevada al cine en la película Mi hija Hildegart (1977), dirigida por Fernando Fernán Gómez, que también exploraba la obsesión de Aurora por su hija, pero desde un enfoque más directo y lineal.
El documental A virxe roxa (2021) ofrece una mirada más centrada en los hechos históricos, utilizando material de archivo y entrevistas con expertos para arrojar luz sobre los aspectos menos conocidos de la vida de Hildegart. Asimismo, el libro La madre de Frankenstein de Almudena Grandes también aborda la vida de Aurora y Hildegart, integrándolas en un contexto más amplio de la historia de España durante la Segunda República.
Bibliografía
URIGÜEN, M., 2006. El pensamiento político de Hildegart Rodríguez El pensamiento político de Hildegart Rodríguez: entre socialismo y revolución. [en línea]. S.l.: [consulta: 3 octubre 2024]. Disponible en: https://consellodacultura.gal/mediateca/extras/ccg_pr_a19-mulleres_105_01.pdf.
LOSREFORMADORESDELIRANTES.CASOCLÍNICODEA, jldiasahun2, 2014. jldiasahun2 – losreformadoresdelirantes.casoclínicodea. Google.com [en línea]. [consulta: 3 octubre 2024]. Disponible en: https://sites.google.com/site/jldiasahun2/losreformadoresdelirantes.casocl%C3%ADnicodea.


