Impulso criminal (Compulsion, 1959) – Crítica

impulso criminal

Richard Fleischer dirigió la nada desdeñable cifra de 40 películas, la mayoría de las cuáles tuvieron una buena acogida en taquilla. Probó con géneros muy diversos, aunque se movía especialmente bien en historias de aventuras, fantasía o suspense. No tenía el talento de los grandes directores, pero su forma de trabajar era tremendamente efectiva. Suyas son películas como ‘Tora! Tora! Tora!‘ (1970), ‘El estrangulador de Boston‘ (1968), ‘Viaje alucinante‘ (1966), ‘Los vikingos‘ (1958) o ‘20.000 leguas de viaje submarino‘ (1954). Vemos en esta lista de títulos su gran capacidad para adaptarse a historias muy diferentes, aunque también la carencia de un estilo más personal que le permita diferenciarse del resto de directores.

Impulso criminal‘ (1959) es un buen ejemplo de ello. Está firmada con un pulso preciso que permite que en ningún momento decaiga nuestra atención. Su factura técnica es envidiable, y las interpretaciones – más allá de ciertas reacciones sobreactuadas de los personajes muy propias del cine clásico – están bien dirigidas. Lo que ocurre es que le sigue faltando un puntito para alcanzar a las grandes obras.

Sabemos que comparar no es una buena costumbre, pero hagámoslo sólo por un instante. Su planteamiento es durante una gran parte del metraje similar al de ‘La soga‘ de Alfred Hitchcock: dos jóvenes de clase alta se creen más listos que nadie, y para demostrarlo perpetran un crimen del cual esperan no ser descubiertos. Nada que objetar a la película de Fleischer, pero parece claro que no llega a los niveles de suspense y malicia del film de Hitchcock. Tampoco cuenta con una propuesta como la suya: rodar la totalidad de la película a través de planos-secuencia perfectamente ensamblados para dar la sensación de no tener cortes.

Es decir, ‘Impulso criminal‘ es una buena película, pero no es especial. Es cierto que el interés va in crescendo, primerocon la aparición del fiscal interpretado por E.G. Marshall, y finalmente con la Orson Welles, quien adquiere todo el protagonismo. Su actuación es memorable, y su alegato en contra de la pena de muerte necesario, no simplista, y contundente. Tanto es así que al finalizar el metraje quedé con la sensación de que el resto, quiero decir la trama de los chicos y el crimen que cometen, es un simple pretexto para llevar al espectador hasta esa sala donde Welles pronuncia de forma convincente esas convincentes palabras.

impulso criminal

Calificación6.5
6.5
Etiquetas Cine Clásico

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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