IX Festival de Cine Fantástico y de Terror de Navarra: una edición diferente

Dario Argento

¿Es necesario un festival de cine para una ciudad?

Los estrenos de carácter más comercial llegan casi a la vez a salas, las obras de autor acaban recogidas en plataformas digitales al poco tiempo y ver rostros que pasean durante algunos minutos por una alfombra roja no parece esencial para la especie humana. Sin embargo, yo digo que la respuesta a la pregunta es afirmativa, y en la siguientes líneas trataré de argumentar esta opinión.

Cuando, por primera vez, programamos el Festival de Cine Fantástico y de Terror de Navarra (en ese momento en dos localidades: Pamplona y Estella), las calles se llenaron durante varios días de personajes que llamaban la atención de los viandantes para decirles que tres salas iban a mostrar algo que no habían visto antes, cineastas visitaron la ciudad con el objetivo de presentar sus obras al público e, incluso, hubo un hueco para charlar acerca de las películas que formaban parte del certamen, una de ellas titulada La cabaña en el bosque, que hoy sigue siendo citada en multitud de artículos especializados.


¿Qué hace un festival por una ciudad?

Coloca la cultura en el centro durante unos días. Por esta razón son importantes todas las ideas aparentemente banales del primer párrafo. Un festival convierte una ciudad en un espacio cinematográfico, en un lugar para reflexionar acerca del modo de expresión más profundo del pensamiento: el arte.

Este año, debido a la situación actual de la pandemia, el certamen no podrá celebrarse como en otras ediciones, lo que ha hecho que se reduzcan los espacios donde suele llevarse a cabo y la propuesta escénica de la cita. No contaremos con actuaciones ni con la visita de invitados, tampoco habrá votaciones de cortometrajes por parte del público y solo se llevará a cabo en una sala.

A pesar de ello, un festival pequeño como este puede permitirse mutar durante un año. Puede, incluso, olvidarse de que hay estrenos y pensar en qué hubo antes de ellos. Plantear, por ejemplo, que no pueden entenderse los miedos contemporáneos, aquellos que nos mostró Babadook en la cuarta edición, sin haber visto El héroe anda suelto; o que La cumbre escarlata, presentada en la quinta edición, se disfruta de verdad cuando el giallo forma parte de tu vida.

Así que este año pararemos una parte del festival, pero no su esencia. Con el convencimiento de que la cultura es segura, tomando todas las medidas que exige esta situación, la novena edición del festival será pequeña en días, y grande en cine. En concreto, este año se homenajeará a dos de los creadores que más importancia han tenido para la muestra: Peter Bogdanovich y Dario Argento. La primera película del americano y la más aplaudida del italiano tratarán de hacer que durante unos días se vuelva a hablar del lugar donde empezó todo: la mente de dos de los artistas más influyentes de nuestra época.

Galería fotográfica de anteriores ediciones

Web del festival

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Miguel Suárez

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, articulista en diversos medios y autor de ensayos sobre cine y filosofía. También ha escrito y dirigido cortometrajes y producido piezas de videocreación. Actualmente coordina el Festival Internacional de Cine Fantástico HOA y programa la muestra 'Cine del Este' que se desarrolla en Pamplona.

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