Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte (2018) de Fede Álvarez – Crítica

«Esta versión se aleja de la novela nórdica policíaca, iluminando la narrativa con un enfoque de heroína astuta con muchos momentos de acción y tecnología avanzada»

Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte es la secuela de la película de David Fincher, Los hombres que no amaban a las mujeres (2011).

Esta filmografía emula el imaginario ya construido por otras entregas, aunque la Lisbeth Salander de Claire Foy no se ha visto antes, impacta menos siendo más frágil. La mencionada Foy es el gran atractivo y motor de la película, prácticamente se focaliza la acción en ella, descuidando al resto de personajes. Baila de forma exquisita con el acento, modulando dependiendo de quién sea su interlocutor; a veces coloca un inglés propio de Reino Unido, otras marca una fuerte entonación sueca.

Uno de esos grandes despistes, o sacrificios, es la relación sexual-afectiva entre Lisbeth y el periodista. Aparecen personajes nuevos que forman un equipo de acción en terreno a lo que Hollywood nos tiene acostumbrados, por tanto cómodo para el ojo. La historia es dinámica, ningún personaje o situación es inolvidable, y el vestuario parece sacado de Blade Runner 2049 (2017).

Esta versión de Salander es muy americana. Una justiciera alabada por los medios, que protege a las mujeres y los niños. Todos los malos quieren un arma que nadie debería tener: ni el Ejército de Estados Unidos ni la mafia, con claras alusiones a la Bratvá o mafia rusa. Lisbeth tiene un trauma de la infancia no resuelto, propio de los héroes. Hay niños superdotados y contrincantes que miden las acciones del otro como en una partida de ajedrez. También insinuaciones evidentes al título, telas de araña que advierten al espectador de que la protagonista va a caer en una trampa.

El tono es cercano al thriller de acción: vibrante y tenso. Es un reboot que adapta la cuarta novela, no llevada a la gran pantalla. El estilo es claramente estadounidense, un ejercicio audiovisual bien resuelto, más cercano a la ficción que al realismo. Es imposible despegar el ojo de lo que sucede en pantalla. La dirección de fotografía regala momentos intensos, mostrando un impecable manejo de la acción.

Es la película Millennium menos oscura e intimista, aunque han hecho un esfuerzo con vestuario, localizaciones, etalonaje y demás aspectos estéticos. De esta forma, tienen un producto más personal pero con menos carácter. El guion lo firma Steven Knight, autor de series como Peaky Blinders y filmes como Aliados (2016) y Promesas del este (2007).

Esta versión se aleja de la novela nórdica policíaca, iluminando la narrativa con un enfoque de heroína astuta con muchos momentos de acción y tecnología avanzada. Lisbeth queda neutralizada, deja de ser implacable, no es ruda ni brutal, se la hace emocional sin tiempo para reposar esos sentimientos. Muestran momentos frágiles como mera justificación, no se quedan en ellos el tiempo suficiente para que el espectador pueda conectarse a la acción o incluso emocionarse.


Sinopsis La joven hacker Lisbeth Salander y el periodista Mikael Blomkvist se encuentran atrapados en una red de espías, ciberdelincuentes y funcionarios corruptos del gobierno.
País Estados Unidos
Dirección Fede Álvarez
Guion Steven Knight, Fede Álvarez y Jay Basu
Música Roque Baños
Fotografía Pedro Luque
Reparto Claire Foy, Sverrir Gudnason, Vicky Krieps, Sylvia Hoeks.
Género Thriller
Duración 117 min.
Título original The Girl in the Spider’s Web
Estreno 09/11/2018

Calificación7
7

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Alba Puerto

Estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual; me interesa la política internacional, la cultura, los movimientos sociales y la innovación tecnológica. Por ello soy articulista en medios digitales, locutora, columnista y Coordinadora General de un proyecto de UNICEF dentro de las universidades españolas.

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