«A pesar de algunas escenas que resultan un tanto inverosímiles, debemos reconocer que Train to Busan cumple sobradamente con su cometido.»
No se puede decir que El coreano Yeon Sang-ho es un novato en esto del cine, ya que anteriormente había dirigido films de animación con los que ha ganado varios premios, entre ellos Mejor Película de Animación en el mismo Festival de Sitges con The fake (2013). Entre sus trabajos destaca la crueldad de algunas escenas y el humor negro con el que retrata la sociedad actual. De hecho, su última película animada (Seoul Station [2016]) también la podremos ver en el Festival de Sitges de este año. Pocos directores consiguen hacer doblete en un festival, y Sang-ho lo ha conseguido.
Train to Busan es su primera película con actores de carne y hueso, ha sido estrenada en el Festival de Sitges y lo hizo bajo una gran expectación. Tras ver el tráiler, mi predisposición ante una nueva película del agotado subgénero zombie, no era la mejor. Sin embargo, Train to Busan engancha desde el comienzo, donde ya se ve de forma clara las intenciones del director: brindarnos terror, sí, pero aderezado con buenas dosis de humor surrealista. Aunque tampoco revoluciona un subgénero demasiado explotado, Train to Busan es de las mejores películas zombies que han llegado en los últimos años
Los que se acerquen al Festival de Sitges estos días se encontrarán con una película hiperactiva. Un sinfín de acción, suspense, terror, tensión…y sangre. Y sin olvidarnos de una de las partes más importantes: la crítica hacia el ser humano y el egoísmo en el que mucha gente vive anclada.
El comportamiento de los zombies de Yeon Sang-ho se acerca más a la velocidad de 28 días después (Danny Boyle, 2002) que a la clásica lentitud de los muertos vivientes. Para ello, el director se ha rodeado de algunos de los actores más conocidos de Corea del Sur, como Yoo Gong (Silenced, 2011) y Ma Dong-Seok (Kundo, 2014).
A pesar de algunas escenas que resultan un tanto inverosímiles, debemos reconocer que Train to Busan cumple sobradamente con su cometido: entretener a través de unos efectos visuales que parecen sacados del mismísimo Hollywood y de una historia de supervivencia centrada en varios personajes muy distintos entre sí.