«100 días de soledad no solo funciona como un ejercicio de extraordinario lirismo, si no también como una historia de valentía y supervivencia»
El asturiano José Díaz nos presenta 100 días de soledad, un canto a la naturaleza y a la pura esencia del ser. Una experiencia puramente sensorial.
Durante 100 días, José se aventuró a vivir en absoluta soledad en una cabaña en medio del Parque Natural de Redes prescindiendo de todas las comodidades de la vida moderna. Con un drone, un trípode y una cámara, José nos relata su experiencia en esta exquisita obra.
Una experiencia donde el protagonista absoluto del film no es el hombre, si no el viento, el agua, los atardeceres, etc.
Embarcarse en 100 días de soledad requiere un ejercicio de aislamiento por parte del espectador, un exilio de su cotidiana realidad. Es imprescindible que olvide que se encuentra dentro de una sala para poder embarcarse en una aventura, una experiencia donde el protagonista absoluto del film no es el hombre, si no el viento, el agua, los atardeceres, el aullido de los lobos, los árboles, la lluvia, las montañas… Pocas veces se ha realizado un homenaje tan bello a la madre naturaleza como el que nos propone José Díaz.
Acompañado por la hermosa música compuesta por el hijo de José, somos testigos de unos planos aéreos realizados con su drone que quitan el hipo, donde convierten al hombre en un ser insignificante con respecto a lo que le rodea. Una naturaleza donde todos los elementos parecen convivir en perfecta armonía, como pequeñas notas que forman parte de una gran sinfonía.
100 días de soledad consigue transmitir fascinación y asombro a partes iguales.
100 días de soledad no solo funciona como un ejercicio de extraordinario lirismo, si no también como una historia de valentía y supervivencia, la historia de un hombre que tuvo que abandonar a su familia durante 100 días para sumergirse en las profundidades de la naturaleza en un viaje introspectivo que refleja con honestidad y sin dramatismos a través de su cámara.
Este viaje, pese a la belleza de sus imponentes parajes, sirve para mostrarnos de igual forma la crueldad de la naturaleza a través de ese frío gélido que nuestro protagonista tiene que soportar, o ese viento que sacude con agresividad las copas de los árboles y que parece traspasar la pantalla.
100 días de soledad consigue transmitir fascinación y asombro a partes iguales, el espectador se convierte en un ave, volamos y a través de sus ojos contemplamos una monumental obra mientras una voz en off clara y concisa de José nos relata sus pensamientos y reflexiones escritas en una pequeña libreta. Durante 90 minutos, el film consigue hipnotizar, hacer reflexionar y mostrar una belleza real, no construida ni impostada.
Uno de los documentales más hermosos que se han hecho nunca, muy recomendable para aquellos que busquen un cobijo y necesiten relajarse, aislarse y reflexionar sobre qué es lo que verdaderamente le da sentido a nuestra vida. Porque a veces las actividades que realizamos en nuestra cotidianidad no nos permiten respirar. José lo ha hecho y ha documentado esta experiencia de una forma magistral, algo a lo que como mínimo, hay que agradecer.
Sinopsis José Díaz se recluye en su cabaña en el Parque Natural de Redes (Asturias) durante un largo periodo de cien días, siendo autosuficiente y desconectándose absolutamente del mundo real y sus avances. No tiene electricidad, ni móvil, ni televisión, ni ordenador, ni reloj… Sólo el hombre con la naturaleza.
País España
Dirección José Díaz
Guion Gerardo Olivares y José Díaz
Género Documental
Título original 100 días de soledad
Estreno 16/03/2018