Por fin llegamos al tercer y último capítulo de la miniserie «Black Mirror». Y lo hacemos en plena forma.
«The Entire History of You» se sitúa en una realidad alternativa muy similar a la nuestra, donde existe una tecnología capaz de grabar todo lo que una persona ve y escucha. Esto permite tener recuerdos almacenados, a los cuales puedes acceder cuando lo desees.
A pesar de esto, todo lo que ocurre a lo largo del metraje es tremendamente cotidiano y reconocible para el espectador. Aquí se habla de celos y desconfianza, de la imposibilidad de dejar atrás el pasado.
La naturalidad con la cual ocurre todo, con la cual los acontecimientos se van complicando, con la cual esa tecnología tan maravillosa se va transformando en una amenaza es muy elogiable, y viene dada, a parte de por un guión muy inteligente y comedido, por unos actores perfectamente dirigidos. También ayuda a dar esa sensación de espontaneidad y cercanía la cámara en mano, bien utilizada, sin abusar de movimientos que despisten al espectador de la historia que se le está contando.
La narración se sigue con sumo interés a pesar de su ritmo pausado, pues la tensión va en aumento, aunque sin llegar en ningún momento a dramatizar. Esta cadencia nos permite reflexionar sobre lo que estamos viendo mientras los hechos se suceden.
Es por tanto, un cierre muy notable al que es uno de los productos para la televisión más interesantes de los últimos años, y una recomendación para todos aquellos que no hayan tenido la oportunidad de disfrutar de él.