Coherencia o sorpresa, esa es la cuestión

Seven

Seven

Películas como «El planeta de los Simios» o «Seven» se han situado por méritos propios en el Olimpo del cine. Ambas despiertan la admiración continua de los aficionados al cine, y ambas han sido imitadas en innumerables ocasiones.

Sus desenlaces, de los cuales no desvelaré nada por deferencia a quienes no las hayan visto, cuentan con un elemento sorpresa, con un giro de guión magistral que nos deja con la boca abierta. Gracias a estos finales son tan conocidas y recordadas, y es cierto que sin ellos se volverían películas un poco más vulgares.

Esto lo sabe la industria, y ahora podemos «disfrutar» de finales sorprendentes en un film sí y en otro también. Sin embargo, la mayoría de productos que se han creado buscando la sorpresa, no han conseguido sino destrozar la coherencia interna de la película, convirtiéndose en obras tramposas y artificiales.

La mayoría de estos films juegan con el espectador desde una posición de ventaja, de dominio de lo que quieren mostrar o no, sin ningún argumento más que el de querer impactar con un final inesperado. Entonces comienzan las elipsis sin sentido, los encuadres situados a capricho del director para impedir que el espectador se intuya lo que ocurrirá.

Y llega el desenlace, en el cual descubrimos que lo que anteriormente nos habían estado contando no vale, que la verdad es esta última, aunque atente contra todo lo anterior. Esas contradicciones, a mi juicio, destruyen una cinta.

Sospechosos habituales

Sospechosos habituales

El espectador necesita confiar en la película, y en lo que esta le está mostrando. El espectador, no puede, o no debe, ser engañado. Luego, hay algunos títulos que lo hacen mejor que otros. Ejemplos tan conocidos y respetados como «Psicosis», «Sospechosos Habituales» o «El Sexto Sentido» hacen esto mismo, pero de una forma sutil, trabajada, y guardando una cierta coherencia.

Muy diferente es el caso de «El planeta de los Simios», donde acompañamos al protagonista en su aventura, y donde vamos descubriendo lo que ocurre al mismo tiempo que él. Él es sorprendido, como tú puedes ser sorprendido en tu vida diaria.  Nosotros hemos adoptado su punto de vista, vemos a través de sus ojos, y por lo tanto, nos sorprendemos con él. Aquí no hay trucos.

Por eso abogo desde aquí por un cine que busque antes la coherencia que la sorpresa, que elija el sentido común frente al espectáculo vacío, y anteponga la lógica al impacto inconexo.

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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