«La narración se desliza con la suavidad de los grandes maestros»
Había interés por conocer la última película de Pedro Almodóvar, por saber si estaríamos ante una de sus grandes obras maestras como Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), Todo sobre mi madre (1999) y Hable con ella (2002) o por el contrario ante las menos logradas de los últimos tiempos.
Digamos pronto que estamos ante una nueva gran obra del director manchego. Nos cuenta la historia de Salvador Mallo, un director de cine además de escritor, ya mayor y en el ocaso de su carrera y de su vida. Aquejado de diferentes y extrañas enfermedades, recuerda constantemente su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia en busca de prosperidad, su primer deseo, su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80, el dolor por la ruptura de ése amor, la escritura como única terapia para olvidar lo inolvidable, el temprano descubrimiento del cine y su necesidad de rodar como única justificación vital y la imposibilidad de hacerlo ante los dolores que le aquejan y el consiguiente vacío que ello le genera. Dolor y Gloria nos habla de la creación artística, de la dificultad de separarla de la propia vida y de las pasiones que le dan sentido y esperanza. En ese proceso de recordar su pasado, Salvador encuentra la necesidad de narrarlo, y en esa necesidad, encuentra también su salvación.
El maestro ha vuelto, no se la pierdan.
La narración se desliza con la suavidad de los grandes maestros. Almodóvar ha alcanzado ése punto de madurez en el que el ritmo narrativo fluye con la maestría que lo hace en las últimas películas de Woody Allen. Las interpretaciones son extraordinarias, nada sobreactuadas y transmiten una sinceridad y emoción que conmueven profundamente al espectador. Merece ser destacada la interpretación que del protagonista hace Antonio Banderas, quien consigue transmitir simultáneamente la debilidad física del protagonista y a la vez la fortaleza de su empeño vital y artístico. Por el argumento, y siguiendo la tradición de Almodóvar, estamos ante un melodrama ésta vez contenido, que deja fluir las emociones y que precisamente por ello, arranca las lágrimas sinceras del espectador. El protagonista repasa a lo largo de la cinta sus relaciones con su antiguo amor, su infancia, la relación con su madre, con sus profesores en el colegio, logrando momentos de gran emoción y de mejor cine.
Punto aparte merece el tratamiento de la imagen y especialmente del color. No hay escena en la que el juego de colores no forme parte de la narración aportando siempre un hálito de sugerencias. Al igual que la banda sonora contribuye a que el conjunto alcance un ensamblaje perfecto.
En definitiva, estamos ante una gran obra, el maestro ha vuelto, no se la pierdan.
Sinopsis Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso.
País España
Dirección Pedro Almodóvar
Guion Pedro Almodóvar
Música Alberto Iglesias
Fotografía José Luis Alcaine
Reparto Antonio Banderas, Asier Etxeandia, Penélope Cruz, Leonardo Sbaraglia, Julieta Serrano, Nora Navas, Asier Flores, César Vicente, Raúl Arévalo
Género Drama
Duración 108 min.
Título original Dolor y gloria
Estreno 22/03/2019
Pendientes de la crítica de la última película de Almodóvar por fin la tenemos. Por supuesto que iremos a verla siguiendo el consejo de Chuse Inazio Felices.