El virus de la por (El virus del miedo) – Crítica

El virus de la por

Película que parte de una buen idea, pero mal desarrollada y que no apura todos los aspectos del problema. Cuestión que plantea la película: ¿y si no toda la pedofilia fuera, efectivamente pedofilia, sino gestos de cariño hacia un niño sin la más mínima connotación sexual? ¿Se puede besar a un niño en los labios sin ser sospechoso de pedofilia? El tema, como puede imaginarse, es delicado y hay que reconocer valor al director para abordarlo. Aquí empieza y termina todo el mérito del director.

El virus de la por’ es la última producción de Ventura Pons, un director de larga trayectoria que en infinidad de ocasiones ha tocado este tipo de temáticas, desde que filmó su primera película; ‘Ocaña, un retrato intermitente’ (1978), sobre un artista gay barcelonés, hasta sus últimas películas; ‘Ignasi M.’ (2013), que gira en torno a un homosexual seropositivo, ‘Barcelona (un mapa)’ (2007), que muestra a un anciano travestí que se siente próximo a la muerte, ‘Amic/Amat’ (1999), drama sobre un profesor que se enamora de un alumno dedicado a la prostitución masculina, y así sucesivamente… Como vemos, la temática sobre la condición gay y sobre la sexualidad es una constante en la obra de Ventura Pons. Así pues, esta película puede atraer especialmente a los espectadores interesados por este tema y que, preferentemente, conozcan la actitud personal del director ante el mismo.

Vale la pena decir algo sobre la carrera de Ventura Pons. En su ya muy dilatada vida profesional se ha prodigado tanto en el cine como en teatro. Heredero de una considerable fortuna familiar, puede dedicarse a lo que le gusta, a pesar de que sus películas sean con demasiada frecuencia fracasos comerciales. Lo suyo es, ante todo, el teatro, un medio completamente diferente al cine. En realidad, esta película ha sido filmada como si se tratara más de una obra de teatro que de un largometraje y resulta demasiado estática. De hecho, en algunas entrevistas, Ventura Pons ha afirmado que el teatro “va cuatro o cinco pasos por delante del cine”, algo, por lo demás, discutible, pero que indica las preferencias del director.

Cabe decir que esta película antes de ser llevada al cine, fue pieza teatral protagonizada por los mismos actores que la interpretaron sobre las tablas. Se titulada ‘El principio de Arquímedes’, original de Josep María Miró, que aquí aparece como coguionista junto a Ventura Pons. Ciertamente, la obra teatral se estrenó en la Sala Beckett de Barcelona (un pequeño teatro con no más de 80 butacas), y damos por supuesto que la idea de transformarla en película se debió a un intento de hacerla llegar a un público más amplio. Pero el lenguaje cinematográfico es completamente diferente del teatral y es un error intentar filmar una película con el ritmo con el que se desarrolla una pieza representada en directo.

Eso, o que Ventura Pons se ha quedado anticuado en relación a las nuevas técnicas cinematográficas. Falta movimiento de cámara, falta expresividad –no en los actores que cumplen con su papel con un notable alto, sino en las tomas–, los primeros minutos resultan francamente tediosos. Y las escenas en las que Rubén de Eguía, el protagonista, muestra su anatomía son excesivamente reiterativas. El director debería haber estado más contenido en este elemento que aporta muy poco para la comprensión de la trama. La cuestión de fondo es un malentendido en torno a la pedofilia (por cierto, a todo esto, ¿porqué se utiliza este nombre tan desgraciado para definir a lo que es una parafilia cuyo objeto es la atracción sexual por la infancia, cuando en realidad debería llamarse “paidofilia”? –παιδοφιλια, paidophilia, del término griego παις–παιδος, páis–paidós, «muchacho» o «niño», y φιλíα filía, «amistad»– ¿Cómo habrá que llamar, pues, a los amantes de las ventosidades?… que los hay).

Luego habría que aludir a que el tema de la película, presentado como “valiente” y la “primera vez que se toca en el cine”, no es tal. La temática del “falso culpable” es tan vieja como el cine de Fritz Lang. Se sabe que antes de irse a los EEUU, Lang fue acusado falsamente del asesinato de su primera esposa. En ‘Furia’ (1936) y ‘Sólo se vive una vez’ (1937) demuestra que conocía bien lo que siente un “falso culpable”. De hecho, ya en ‘M, el vampiro de Dusseldorf’ (1931), el criminal es presentado casi como una víctima. Pero hay muchos precedentes más: ‘La calumnia’ (The Children’s hour, 1961), el clásico ‘Falso culpable’ (1956) de Alfred Hitchcock, ‘La duda’ (2008) con Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman, y varias más de menor calidad.

Y si de lo que se trata es de aludir directamente a la pedofilia (mejor paidofilia, ya saben), el tema también ha aparecido con cierta frecuencia tanto en el cine como el telemovies (‘Oscura Inocencia’, 2004 de Gregg Araki). Ni siquiera en el cine en catalán esta temática es una novedad (recordamos ‘De nens’ –De niños, 2003– un documental de Quím Jordá que trata precisamente de un juicio contra una red de pedófilos del Raval de Barcelona que conmovió a la opinión pública local en 1996–97). Es cierto que no hay nada nuevo bajo el sol y que es difícil encontrar un tema no tratado por el cine, pero lo que habría que pedir (exigir, qué caramba, pues una entrada es casi hoy un objeto del lujo), al menos, es originalidad en el tratamiento del tema, o innovación en su expresión visual. Y en este terreno la película es incluso regresiva en relación a otras obras del propio Ventura Pons.

Como máximo esta película sería recomendable como crítica a la corrección política, pero también cuesta situarla ahí: pertenece a una tierra de nadie indefinida. Y es que la inmensa mayoría de casos de pedofilia son auténticos y no malentendidos lamentables. Es cierto que puede existir el “falso culpable” que sin tener nada de pedófilo es considerado como tal… pero también existe el padre de familia que da un cachete a su hijo por puro afán educativo y que la ley castiga como “maltratador”, sin serlo… Y este tema, puestos a dar ideas, sí sería innovador. Como el describir a nuestros niños como intolerantes reyes de la casa y no sólo como “inocentes angelitos”, si lo que se quiere es torpedear lo “políticamente correcto”. Sin olvidar que el problema de la pedofilia está muy presente en la sociedad, y no solamente como “miedo”. La vida futura de quienes lo han sufrido queda dramáticamente condicionada por una experiencia de este tipo. Su existencia e impacto resultan innegables y esta película permanece de espaldas a este aspecto.

Nos ha gustado más el trabajo de los actores y el tema de fondo, que la película en sí misma y su tratamiento. Hay algo en el cine de Ventura Pons que deja profundamente insatisfecho a esta comentarista y a otros muchos que optan por calificar sistemática y piadosamente cada una de sus películas como “irregular”. Se sabe además lo que se quiere decir cuando se emplea este eufemismo… Esta lo es y en grado sumo.

El hecho de que este director tienda a presentarse como “cineasta comprometido” no quiere decir que sus cualidades reales estén a la altura de esta calificación. Esta es una película fallida, casi amateur, impropia para ser financiada por TV3 y por la Generalitat de Catalunya. Probablemente si la financiación hubiera sido privada o el propio director hubiera arriesgado su patrimonio, el resultado hubiera sido una película más exigente, con menos pretensiones y mucho mayor interés. Los caprichos estéticos y las obsesiones de cada director se los debe pagar quien los experimenta; así de simple. Ni el ICO, ni instituciones públicas catalanas tienen porqué entregar gratuitamente esos recursos que, seguramente, hubieran aprovechado mucho mejor directores jóvenes a los que nadie ha dado la oportunidad de mostrar su talento.

El virus de la por

Sinopsis Cuando los niños de un grupo de natación comienzan a nadar sin cinturón, acusan al monitor de dar un beso a uno de los niños.
País España
Director Ventura Pons
Guión Josep Maria Miró, Ventura Pons
Fotografía Andalu Vila-San-Juan
Reparto Roser Batalla, Rubèn de Eguia, Albert Ausellé, Santi Ricart, Diana Gómez, Xavier Pujolràs, Anna Azcona
Productora Els Films de la Rambla S.A. / Televisió de Catalunya
Género Drama
Duración 75 min.
Título original El virus de la por
Estreno 18/09/2015

Calificación5
5

Share this post

Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

2 comments

Añade el tuyo
  1. Alberttt 16 enero, 2017 at 05:03 Responder

    Considero que la crítica es poco objetiva y parte de la falsa idea de que esta película pretende tratar el tema de la pedofilia. En realidad es un cúmulo de apariencias no esclarecidas en favor de explorar los dilemas morales de todos los personajes. concuerdo en que el tono teatral puede permear de manera abusiva al largometraje, pero de ninguna manera esto va en detrimento de los méritos del filme.

Publica un nuevo comentario