Entrevista a Andrea Jaurrieta: «Nina tendrá estructura de western y una protagonista femenina fuerte»

Andrea Jaurrieta

Andrea Jaurrieta estuvo nominada al Goya a mejor directora novel por Ana de día (2018). Ahora trabaja en su póxima película: Nina (en mi principio está el final).

Como directora novel, ¿fue muy complicado desarrollar Ana de día?

Conseguir productores no fue difícil, pero sí fue muy difícil que saliera adelante la financiación. Así que finalmente me la hice yo sola con mi productora y una financiación al margen del sistema convencional (crowdfunding). Sí, por eso tardé ocho años.


¿Y cómo fue el salto del cortometraje al largo? ¿Sentiste una gran diferencia?

Bueno, como trabajé con mi equipo con el que ya había trabajado antes pues creativamente no hubo tanta diferencia, pero en trabajo sí. Yo creo que el cortometraje es muy buena escuela para enfrentarte luego al largo.


Luchaste bastante para que Ana de día saliera adelante, ¿te esperabas la buena acogida o solo lo soñabas?

Si, sí, lo soñaba, totalmente. En un principio, cuando teníamos alguna productora importante detrás sí que esperaba que todo fuera a ir bien, pero conforme se fue cayendo todo ya no me lo esperaba, para nada. Yo como creadora sí que sabía que podía tener algo bueno, pero no depende de lo que hagas sino de la repercusión que tengas, de cómo se mueva [la película], de las opiniones de los críticos. Depende de tantas cosas que tenía muchas posibilidades de que no la viera nadie, claro.


¿Cómo fue el proceso de ensayos y rodaje con Ingrid García Johnson?

Pues ensayamos creo que un mes, un poco menos, hicimos mucho trabajo sobre texto, algún ensayo con actores para que todo fuera bien. También para que cogieramos más feeling con unos y con otros. Y luego en rodaje fue todo muy rápido porque no teníamos tiempo ni dinero; entonces teníamos que llevarlo todo muy claro e ir a pocas tomas, la media era de cuatro o seis tomas.


Tu proyecto, Nina, ha sido seleccionado entre los casi mil presentados a las Residencias de la Academia de Cine. Felicidades, por cierto, un gran logro. ¿Cómo ha sido este proceso y en qué te ayuda esta residencia? 

Joe’, gracias. Pues he tenido la idea durante un tiempo, porque con Ana de día no pude sentarme a escribir, porque a la vez doy clases para poder pagarme el alquiler. Al ver que salía esta convocatoria me encerré 15 días, encerrada literalmente, para organizar las ideas que tuviera en la cabeza, darles un poco de forma y llegar a tiempo. Y salió bien la jugada, les gustó el proyecto y ahora estoy escribiendo, reestructurando un poco la idea… bueno, se me acaba de romper el ordenador, de hecho. Espero que se arregle y tener listo el guion, pues igual para dentro de cuatro meses tener una primera versión con la que esté satisfecha. Pero bueno, es todo muy largo así que yo creo que la película estará de cara a 2021.


¿Es un proceso muy diferente de creación que con Ana de día?

Bueno, con Ana de día yo tuve la suerte que me dieron una beca en Roma para escribirla. Claro, estoy mal actostumbrada porque escribir sin ningún tipo de ayuda detrás es muy difícil porque no te centras tanto: trabajas en otras cosas y necesitas muchas horas. Entonces, como la otra vez tuve esto, ya no me hago ilusiones. Sé que por mucho que ahora tenga ayuda y tenga productores interesados, eso no me asegura nada. No me asegura que vaya a salir en dos años, así que poco a poco.


Segunda película y segunda protagonista femenina, ¿por qué es importante para ti que tus personajes sean mujeres que reflexionan internamente y se replantean sus vidas?

Supongo que porque yo soy una mujer que está siempre reflexionando y replanteándome mi vida, así que mi forma de plasmarlo es a través de las películas. Con esta quiero cerrar un poco este ciclo de protagonistas que quieren huir porque vuelve para enfrentarse a su pasado. No sé si próximamente haré un personaje masculino, seguramente no porque no me salen tan bien.


Ana de día fue una reflexión muy vívida o quizás un sueño, ¿esta película será más “realista”, por así decirlo? Menos surrealista.

A ver, no va a ser tan surrealista, porque no va a haber dobles. La historia de Nina es que vuelve a su pueblo para cargarse a un tipo y conforme vamos adentrándonos pues nos cuenta un poco su pasado. Y ahí quiero que haya una mezcla de tiempos, con lo cual vuelve a tener un punto onírico para contar la historia, sin olvidar esa venganza tipo western. Supongo que tiene un paralelismo con Ana de día en que no es un género fijo, baila entre varios. Creo que tiene una estructura -creo eh, me falta saber el final- una estructura más clásica que Ana de día.


Has dicho “western”, ¿western en el escenario o en la cuestión de la venganza?

Más bien en la estructura. En las películas western clásicas siempre hay como una vuelta de alguien al pueblo, que vuelve para vengarse. Me interesa mucho contraponer la calma del pueblo del que ella huyó y la urgencia de su venganza, ver cómo se entrelazan esos dos mundos. Es difícil, me he mentido en un embolao’, por ahora esta es la idea.


¿Y qué películas o directores te han llevado a la creación de este proyecto?

Pues mira, la película está libremente basada en una obra de teatro, que se llama Nina también, de José Ramón Fernández; que a su vez toma los personajes de La gaviota, de Chejov -los transforma, los tiene presentes-. Entonces yo he cogido los personajes y la atmósfera de José Ramón y les he traído un poco a mi mundo particular. Y luego en cuanto a películas pues todo el cine clásico, tengo de referencias a: Johnny Guitar o Duelo al sol. Esos westerns con personajes femeninos fuertes y con una estética pausada, no quiero que sea una locura sino un cine bastante clásico. Bueno, estoy hablando de cosas de dirección y todavía no tengo el guion.


Eres docente de cine, ¿qué referentes muestras como imprescindibles a tus alumnos? 

Pues depende un poco de la asignatura que dé, porque doy muchas. Me echan la bronca porque pongo demasiados ejemplos, pero no puedo elegir. Por ejemplo, en Historia del Cine me parece imprescindible la primera etapa. Amanecer (1927). Del cine clásico pues Casablanca (1942). Depende también en qué curso están y qué das. Intento animarlos a ver cine clásico a través de grandes títulos, puede despertar algo, que ya no lo relacionen con algo antiguo sino que les llame la atención. Luego con los de Interpretación me gusta mucho analizar, analizamos por ejemplo El apartamento, que tiene una interpretación perfecta. Yo soy una friki, puedo ponerles dos minutos de escena y venga, a analizar. No me odian por ahora, creo.


¿Qué consejo le darías a esos estudiantes de Audiovisual que quieren ser cineastas pero ven la situación tan precaria? Tengo una asignatura, Producción de Cine, en la que creía que entendía cómo funciona la cuestión financiera y luego vi tus vídeos [Videoblogs para encontrar financiación: Cómo hacer tu primera película (y no morir en el intento)] y pensé: “vale pues ayudas regionales nada, ayudas de TVE nada”.

Sí, sí, hay que intentarlo. Lo que hay que hacer, primero: bajar a la Tierra y saber que con tu primera película es muy difícil que te vayan a producir algo grande o tener un productor grande detrás. Hay que saber también sacarse las castañas del fuego y eso no se aprende solo, hay que fallar, fallar y fallar. Presentar un dossier, hacerlo todo mal y la siguiente lo haces un poco mejor. Te dan una pequeña ayuda, la tienes que justificar y la primera vez la cagas, lo haces todo al revés. Hay que tener mucha paciencia y yo creo que es un camino muy largo y complicado pero al final, más grande o más pequeño, vas a hacer tus propias historias. 


Obtuviste la meritoria de dirección con Julieta, ¿qué significa esto y qué te aportó personal o profesionalmente?

Pues un meritorio es como un becario, bueno no, porque cobras pero eres el que está aprendiendo. Incluso para hacer la meritoria tuve dos créditos de trabajo, que fue bueno para mi currículum, porque ya había hecho cosas de dirección o proyectos más pequeños. Pero quería trabajar con Almodóvar, como fuera, como si tenía que barrer en los platós. Y cuando me dijeron que me cogían, para mí supuso un aprendizaje muy grande porque realmente no tenía una obligación que hacer, solo ayudar y observar. Para mí ver cómo cuida cada plano Almodóvar, cada cosa que ve, el control que hay, lo bien que funcionan sus equipos siempre. Fue como un salto, claro, yo venía de hacer cortos y pequeñas publicidades, fue otro mundo.


También has tocado el género documental recientemente con Kelly Family.

Sí, pero no salió, está ahí parado ese proyecto porque son muchos hermanos y para dar el archivo audiovisual que tienen pues se tienen que poner todos de acuerdo. Con Ana de día parece que se ha quedado un poco relegado, me da un poco de rabia, espero algún día terminarlo. La parte nuestra está rodada, la parte de archivo nada.


¿Te gusta más la forma de rodar del largo dramático que del documental?

A ver, estoy más acostumbrada a hacer ficción pero el documental te da mucha libertad. Te ayuda, conforme vas avanzando vas descubriendo cosas. Son formas creativas diferentes y cada proyecto tiene su formato. Hay proyectos que funcionan muy bien ficcionándolos y hay otros que perderían parte de su gracia. Si yo ahora me pongo a ficcionar la vida de la Kelly Family pues no acabaría nunca, sería un desasatre. Lo equiparo eso a cuando colocas la cámara: hay proyectos en los que la cámara pide ir al hombro y otros en los que no se puede. Son formas narrativas diferentes, que tienen que sumar al proyecto. 


¿Te plantearías hacer una serie?

Sí, claro, si me quieren contratar para hacer una serie. Podría llegar a fin de mes por primera vez en mi vida. No he hecho nunca tele pero sí que me gustaría hacer también.


¿Y qué opinas sobre estas nuevas plataformas audiovisuales de distribución?

Mira, no se puede negar la realidad en la que vivimos, ir en contra de las plataformas me parece tirar piedras contra nuestro propio tejado. Ahora, yo como cineasta siempre me planteo las cosas para verlas en pantalla grande, para escucharla en una sala de cine. Porque a mí me gusta ver así las películas y todo el detallismo que pongas en cada sonido, cada música, cada plano en un iPad pues se pierde. Entonces sí que me gusta que existan las plataformas porque dan salida a proyectos que quizás no lleguen a salas y hay un abanico de posibilidades muchísimo mayor. Y por fin la gente empieza a pagar y dejar de piratear tanto, por lo cual a nosotros nos llega un poco de dinero por nuestro trabajo. Pero yo si pudiera elegir preferiría estrenar en sala grande que en un plataforma, eso no quiere decir que esté en contra, para nada. Creo que deberían convivir.


¿Nos recomiendas alguna peli que hayas visto últimamente?

He visto Lo que arde, de Oliver Laxe, la vi hace un par de semanas. Y la semana pasada vi Joker y también me gustó bastante. Muy diferentes las dos, pero me gustaron a su manera. Y esta semana quiero ir a ver Parasite.

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Alba Puerto

Estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual; me interesa la política internacional, la cultura, los movimientos sociales y la innovación tecnológica. Por ello soy articulista en medios digitales, locutora, columnista y Coordinadora General de un proyecto de UNICEF dentro de las universidades españolas.

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