El Instituto Alemán Goethe de Madrid fue el escenario para la entrevista con Alexander Fehling, que nos recibió con una sonrisa para hablar sobre su nueva película ‘La conspiración del silencio‘, donde tiene el papel protagonista.

¿Cómo se decidió a interpretar el papel de Johann Radmann?

La decisión la tomé muy rápidamente, leí el guión y me convenció. Me parecia muy interesante aunque todavía no estaba terminado. Tuve un primer encuentro con Giulio Ricciarelli, el director, y allí vimos que además nos entendíamos.

¿Qué sabía sobre el tema de la película?

En Alemania sabemos mucho sobre el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, pero no conocíamos prácticamente nada sobre ése periodo de silencio. Por ejemplo, yo sabía mucho más sobre los procesos de Nuremberg y los procesos de Frankfurt, pero no sabía nada sobre el fiscal general Fritz Bauer. Puede resultar chocante, pero es lo que ocurre en Alemania, no hay mucha información sobre ésa época.

¿Preparó su personaje de alguna manera en especial, que no hubiera hecho con anteriores papeles?

Es difícil porque siento que para mí cada preparación es distinta. Quizás la diferencia es que para este personaje tenía que aprender e investigar mucho sobre la vida de Fritz Bauer, y también sobre la vida de aquella época: cómo se movían, cómo era la relación entre hombres y mujeres, cómo hablaban, todo era diferente. Hablé con profesores de Historia e hice muchas preguntas a Gabliele Wiese, uno de los fiscales de aquel entonces que hoy tiene 83 años.

Ha trabajado con el director novel Giulio Riaccelli, ¿ Hay diferencias entre trabajar con directores noveles y directores más experimentados?

Tener más experiencia no siempre quiere decir ser mejor. Lo que me interesa principalmente es la historia que se quiere contar, y desde luego hay directores noveles que son muy muy buenos. Yo también soy joven y he disfrutado mucho junto a Giulio. Crecíamos juntos y buscábamos juntos. Él tiene un don especial, y por eso es tan bueno.

¿Cómo definirías a tu personaje de Johann Radmann y qué te ha aportado en el ámbito personal?

Yo no defino el personaje, no puedo decir siquiera quién es Johann. Creo que cada persona es un puzzle sin terminar y no podría definir ni a mi mejor amigo, porque eso sería pretender saberlo todo de él. Lo que sé de mi personaje es lo que hace y lo que dice, lo que está en el guión. El resto lo pone el espectador, es su ojo, su visión, lo que hace el resto.

El personaje me ha aportado un trabajo muy satisfactorio como actor. He tenido unos encuentros muy interesantes con los actores y con Giulio. He aprendido muchísimo. También el hecho de haber podido presentar la película en Toronto y presentarla aquí, pudiendo intercambiar pareceres… es algo por lo que estoy muy agradecido.

Tengo entendido que hubo un encuentro con Gabriele Wiese durante el rodaje, ¿Cómo fue?

Ya conocía a Gabriele Wiese. Yo había apoyado el proyecto, y tuve la ocasión de hablar con él. Sin embargo, un día acudió al rodaje. Su presencia me puso un poco nervioso. Para interpretar este papel necesitaba sentirme libre y tener la cabeza despejada, con el fin de ser más puro en mi interpretación, por lo que le dije a Giulio que «por favor, no estaría mal si Gabriele pudiera esperar fuera porque no me puedo concentrar». (Risas)

¿Cree que la película es sólo una obra entretenida para el espectador o que tiene también la responsabilidad de enseñar una parte de la Historia que no se conocía?

Una de las prioridades era ser muy rigurosos históricamente hablando, con todos los datos y personajes. De hecho, mi personaje es el único que tiene algo más de libertad. Pero lo que sucede después ya no está en nuestra mano. Creo que son los ojos del espectador los que se abren si le gusta la película. Para sentir algo tiene que ser una buena película. La base es el cine.

¿Cuál ha sido el nivel de aceptación de la película en Alemania y cómo cree que funcionará en España?

La aceptación en Alemania ha sido muy buena, tanto por parte del público, como con la prensa y la crítica. Incluso ha provocado un pequeño debate sobre ésa época de la que se sabe tan poco. Sobre la acogida en España, creo que puedes valorarlo mejor que yo (risas). Espero que tenga éxito, pero no lo sé.