Ink. Cuando la piratería se convierte en aliada

Ink incubus

Ink es una película rodada de forma independiente, y por lo tanto con un escasísimo presupuesto. Sin embargo, sus pretensiones de llegar al gran público son evidentes: esa búsqueda continua de la espectacularidad y los efectos, y ese deseo de lograr un ritmo endiablado que mantenga al espectador clavado en la butaca.

El resultado final alcanza su primera ambición (espectacularidad), conteniendo imágenes impresionantes en muchas ocasiones, planos sugestivos de un mundo de fantasía, y personajes originales y excéntricos. Aunque para mi gusto abusa (y mucho) de filtros y efectos poco sutiles. La historia, rocambolesca y llamativa, contribuye a esa espectacularidad.

Su segundo objetivo (el ritmo) se resiente más. Alguién debería explicarle al director Jamin Winans, que el ritmo no se consigue reduciendo el tiempo de cada plano. Es decir, una sucesión de planos cortísimos no es sinónimo de ritmo, y la película se vuelve cansina en más de una ocasión.

Ink, a pesar de ese espíritu comercial, tuvo muchos problemas para encontrar distribución. La mezcla de una historia que bien podría parecer para niños, en contraste con una ambientación oscura hacía dudar a los inversores, que no sabían a que público dirigirla. Finalmente, Double Edge Films apostó discretamente por ella, lanzándola directamente en DVD, y estrenándola en algunos cines independientes.

Ink parecía destinada a fracasar. Entonces, alguien la subió a una página pirata, y la gente comenzó a descargarla. Jamin Winans se enfadó muchísimo, pero la película gustó, y el boca a boca la colocó entre las más descargadas. 400.000 descargas en una sola semana. Como consecuencia de esta fama adquirida en la red, Ink llegó a liderar la venta en DVD y Blu-Ray, y consiguió contratos con empresas como Amazon o Netflix.

ink

Esto, por supuesto, no quiere decir que la piratería sea una aliada de la industria cinematográfica (hoy por hoy no queda más alternativa que calificarla como nociva), aunque en este caso funcionó como medio publicitario, y puede abrir nuevos caminos y modelos en este sentido.

En mi opinión, y contrariamente a lo que la mayoría de los internautas escriben, Ink no es una buena película, aunque sí un producto con un grandísimo mérito. Reconozco su esfuerzo por hacer llegar al público una película sin recursos. Su originalidad y creatividad no está tanto en la historia o en el guión (muy flojos y poco innovadores) sino en el modo de sortear los obstáculos económicos para mostrar una fantasía de bajo presupuesto y un nivel visual notable.

Calificación4.5
4.5

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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